Resumen | La idea de intimidad va ligada a la necesidad de preservarla y, al mismo tiempo, al
deseo de invadirla. Este Trabajo de Fin de Grado consiste en una indagación en la
tendencia del artista a irrumpir en el espacio íntimo ...
La idea de intimidad va ligada a la necesidad de preservarla y, al mismo tiempo, al
deseo de invadirla. Este Trabajo de Fin de Grado consiste en una indagación en la
tendencia del artista a irrumpir en el espacio íntimo para representar un momento
privado; así como un estudio de este motivo en el arte, desde su origen y su sentido,
hasta lo que lo caracteriza, indagando especialmente en el papel de la mujer. Todo ello
queda concluido en una aportación artística conformada por una serie de obras en las
que la técnica, el dibujo, acompaña al carácter contemplativo de la temática.
Los objetivos generales son los siguientes:
- Estudiar el concepto intimidad, así como su sentido y magnetismo en el
arte.
- Establecer el origen de la representación de lo íntimo en el arte a través
de la temática cotidiana y el pretexto literario-narrativo.
- Analizar el estado de la intimidad actual y el concepto extimidad.
- Reflexionar sobre el papel de la mujer en este motivo: bien siendo
representada en un momento privado, bien como la artista que lo retrata.
- Realizar una aportación artística que refuerce la idea de la mujer que
observa, y no es únicamente la observada.
- Indagar en el papel del dibujo como medio de contemplación y
revalorización de lo íntimo.
La metodología utilizada para la realización de este Trabajo de Fin de Grado
tiene un plano teórico y otro práctico, que están interrelacionados. Por una parte, la
consulta de diversos libros, artículos y trabajos de investigación de distintos autores, los
cuales se encuentran recogidos en la lista de referencias y la bibliografía. Por otra parte,
un ejercicio plástico que consiste en una exploración de técnicas mixtas que tienen
como protagonista el dibujo, a través del cual se pone en práctica el uso de la temática
de la intimidad en relación con el método de trabajo.
El punto de partida que se va a tomar es la definición de la intimidad, un concepto
abstracto y de diferente interpretación cuyo estudio nos permitirá entender su atractivo,
así como establecer la diferencia entre intimidad y privacidad. A continuación, para
situar este concepto en el arte, será necesario remontarse a los inicios de la representación
de lo cotidiano, concepto que desemboca inevitablemente en el retrato de lo íntimo.
Así, se recoge en este trabajo una síntesis de la introducción de lo corriente en el arte,
comenzando tímidamente por la mundanidad del bodegón y pasando por la pintura
de género, hasta el costumbrismo, el realismo y el impresionismo, llegando finalmente
al arte contemporáneo. Este cambio iconográfico, está motivado por diversos factores
socioculturales y rompe el monopolio artístico de la pintura histórica, mitológica y
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religiosa. Además, será importante destacar como dentro de esta temática literaria se
esconde una excusa para tratar también lo íntimo.
El impresionismo tiene especial protagonismo en cuanto a la representación
de lo privado. Autores como Edgar Degas, Toulose-Lautrec, Berthe Morisot o Mary
Cassat desarrollaron todo un imaginario íntimo en el que el espectador toma un
papel de voyerista que contempla como por una mirilla un momento concreto, siendo
el individuo observado, en la mayoría de los casos, una mujer. Veremos también
coincidencias con respecto a este motivo en otras corrientes y períodos, ya sea en la
pintura de Van Eyck, Vermeer o Ingres.
Dentro de este imaginario es de destacar el concepto de mujer observada, pues
la representación de la intimidad se ve afectada fuertemente por los roles de género.
La mujer es espiada, tanto por el pintor como por el espectador y además, en muchos
casos, se la representa desnuda. Es significativo el papel de la mujer artista, asidua en
la representación de la mujer en el ámbito privado y doméstico, es el caso de la pintura
maternal de Cassatt. El sentido de este motivo es discutible, ya que posiblemente podría
tener un carácter adoctrinador sobre la mujer ideal de la época; sin embargo, supone
un cambio: La mujer es mirada por fin por ella misma, lo que utiliza para plasmar su
vida diaria real, a sus familiares e incluso a ella misma, como haría Morisot o, un siglo
más tarde, la fotógrafa Francesca Woodman.
La obra incluida en este proyecto es una reivindicación de este papel de la mujer
observadora del momento privado, tanto el propio, como el de otros, sin importancia
del género. Al mismo tiempo, será oportuno recalcar el estado en el que se encuentra
la intimidad actual, o más bien, la carencia de esta: la extimidad. Este trabajo de
investigación y su respectiva aportación artística, es un ejercicio que pretende devolver
el valor a la imagen íntima y mostrar la belleza del espacio privado. La técnica y método
empleado, el dibujo contemplativo y detallado, refuerza la idea de la intimidad como
algo valioso, como un entorno único y preciado, que el artista presenta al espectador
estableciendo distancia, admiración y respeto.
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