Resumen | Con el conocimiento moderno, a partir 1941 (Levine y cols.), de que la llamada “Eritroblastosis fetal” era consecuencia del paso diciplacentario de anticuerpos desde una madre Rh negativa, sensibilizada previamente por ...
Con el conocimiento moderno, a partir 1941 (Levine y cols.), de que la llamada “Eritroblastosis fetal” era consecuencia del paso diciplacentario de anticuerpos desde una madre Rh negativa, sensibilizada previamente por transfusión de sangre Rh positiva o por un embarazo anterior con feto Rh positivo, y que actuaban sobre los hematíes con antígeno Rh produciendo hemólisis, se planteó el problema de como se producía la sensibilización materna si los sistemas circulatorios de la madre y del huevo, eran, en la placenta, próximos vecinos, pero independientes. Forzosamente, sin embargo, habían de pasar en determinadas circunstancias, hematíes desde el feto a la madre en proporciones suficientes para estimular en ella la formación de anticuerpos.
Resultaba imposible evitar que, en determinadas circunstancias, pasaran hematíes fetales a la madre, imposible evitar que, si eran Rh positivos y la madre Rh negativos formara esta los anticuerpos correspondientes. Y tampoco se podía evitar que estos anticuerpos actuaran sobre los hematíes de un huevo feto Rh positivo y que este padeciera las consecuencias de lo que se llamó “isoinmunización”.
Pero, a partir de 1964 (Freda y Gorman) se conoció la posibilidad de evitar que las madres Rh negativas, desarrollaran anticuerpos en un embarazo de feto Rh positivo, mediante la administración de suero rico en anticuerpos Rh que bloqueen a los antígenos que pasarán en el parto (globulina anti Rh).
Desde entonces cobra interés práctico conocer si han pasado no hematíes fetales a la madre (para utilizar o no la globulina anti Rh y la cuantía del paso de hematíes) para administrar la adecuada cantidad de anticuerpos; la globulina anti Rh es cara y no debe ser empleada, indiscriminadamente, en todas las madres Rh negativo de feto Rh positivo.
Con esta finalidad práctica hemos aprendido:
a) La investigación del paso de hematíes fetales Rh positivos a madre Rh negativas.
b) El resultado del empleo de la globulina anti Rh.
CONCLUSIONES
1. Durante el parto, en cifras generales, pasan pequeñas cantidades de sangre desde el feto a la madre, en cuantía suficiente para inducir una isoinmunización, en más del 20% de los partos.
2. La frecuencia y la cuantía del paso de hematíes fetales es considerablemente mayor en los partos en que se hizo extracción pelviana o con fórceps. Ello hace pensar que el paso a través de heridas del canal del parto es un factor importante porque las circunstancias placentarias son análogas en estos partos y en los partos espontáneos.
3. En las cesáreas es también importante la frecuencia y la cuantía de las microtransfusiones feto-maternas. Esto resulta muy comprensible porque en la incisión uterina se abren vasos importantes a través de los cuales pueden pasar hematíes fetales; más aún si la incisión se hace sobre la placenta.
4. También el alumbramiento manual es un factor favorecedor del paso feto-materno de los hematíes.
5. Mediante la investigación de los hematíes fetales en la sangre materna después del parto, puede conocerse si ha pasado sangre fetal a la madre. De este modo, cuando hay riesgo de que la madre se inmunice frente al factor Rh y, en consecuencia, se pueden seleccionar los casos tributarios de profilaxis con globulina anti-Rh. El elevado precio de esta y la dificultad de su obtención hace que la selección de los casos sea importante desde el punto de vista económico y asistencial.
6. Mediante el recuento de los hematíes fetales se puede conocer la cantidad de sangre fetal que pasó a la madre. Cuando el feto es Rh positivo y la madre Rh negativo, este recuento permite no emplear la profilaxis de la isoinmunización si el paso de sangre ha sido mínimo o emplear una cantidad mayor de globulina anti-Rh cuando la cantidad de sangre pasada a la madre fue mayor.
7. Habiendo empleado la globulina anti-Rh con estos criterios restrictivos, en un número de pacientes que dieron después, de nuevo, a luz, no se observó que sus hijos estuvieran afectados. Ello significa que la investigación del paso de hematíes y su recuento permite ahorrar la gran cantidad de globulina anti-Rh que se necesitaría si se utilizará, de modo indiscriminado, cada vez que una madre Rh negativo diera a luz un feto Rh positivo.
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