Resumen | La
contribución
privada
o
voluntaria
dirigida
hacia
la
provisión
de
bienes
públicos
existe,
y
en
la
actualidad
nadie
pone
en
duda
que
la
cooperación
...
La
contribución
privada
o
voluntaria
dirigida
hacia
la
provisión
de
bienes
públicos
existe,
y
en
la
actualidad
nadie
pone
en
duda
que
la
cooperación
individual
se
realiza
efectivamente
para
que
ésta provisión
se
pueda
materializar.
Pero,
¿con
que
nivel
de
eficiencia?.
Parece
ser,
que
todo
el
problema
que
suscita
la
acción
colectiva,
está
condenado
a
la
imposibilidad
de
poder
abandonar
el
nivel
de
subprovisión,
en
referencia
a
un
óptimo
paretiano
ideal
que
se
persigue
alcanzar.
Las
posibles
salidas
que
se
plantean
desde
la
propia
teoría
convencional,
para
abandonar
la
solución
Nash,
suponen
que
los
comportamientos
cooperativos
que
se
van
a
introducir
en
el
modelo,
deben
de
hacerse
de
un
modo
exógeno.
En
otras
palabras,
lo
que
se
está
planteando
es
la
posibilidad
de
construir
una
teoría
satisfactoria
de
la
provisión
voluntaria
de
los
bienes
públicos,
basada
en
el
supuesto
tradicional
bajo
el
que
los
individuos
maximizan
su
utilidad,
y
permitir
exógenamente
comportamientos
cooperativos
de
éstos
en
contra
del
supuesto
Nash,
esto
es,
que
cada
individuo
tome
como
dadas
las
contribuciones
del
resto,
que
se
mantiene
en
la
raiz
del
planteamiento.
Es
por
lo
anterior
que,
debe
de
aparecer
un
nuevo
concepto
de
equilibrio,
para
que
el
resultado
que
se
alcance
sea
consistente
con
la
introducción
de
estas
suposiciones
exógenas
al
modelo.
Pero
para
que
sean
consistentes
las
suposiciones
o
conjeturas
que
ahora
se
abordan,
deben
de
reflejar
una
respuesta
óptima
del
resto
de
los
agentes,
e
idéntica
a
la
del
individuo,
en
este
nuevo
equilibrio
resultante.
Además,
para
que
las
suposiciones
sean
a
su
vez
racionales,
deben
de
ser
consistentes,
en
el
sentido
que
las
predicciones
puedan
ser
realizadas. En mi opinión, las soluciones desde la propia teoría convencional, no son válidas para justificar aproximaciones al óptimo paretiano desde las posiciones Nash-Cournot o no cooperativas. Creo que no existe una compatibilización sólida, entre los equilibrios consistentes que se desprenden de la teoría convencional y las bases de partida que la sustentan. Así pues, las salidas que la teoría propone para abandonar el equilibrio Nash- Cournot, pueden presentarse más perjudiciales que beneficiosas. Esto es, suponer que el abandono de este equilibrio va acompañado de una aproximación hacia el óptimo paretiano es una suposición que se realiza exógena y arbitrariamente, y que la propia teoría convencional no puede argumentar completamente, como a continuación se intentará contrastar
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