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Tesis Doctoral

dc.contributor.advisorGil Arévalo, Jaimees
dc.creatorRamos Guerra, Enriquees
dc.date.accessioned2017-10-17T12:28:12Z
dc.date.available2017-10-17T12:28:12Z
dc.date.issued1991-10-09
dc.identifier.citationRamos Guerra, E. (1991). El Boceto en la actual obra de arte tridimensional. (Tesis Doctoral Inédita). Universidad de Sevilla, Sevilla.
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11441/65210
dc.description.abstractAcometer la realización de una Tesis Doctoral supongo será siempre un proyecto comprometido, pero para un profesional, en la teórica madurez de su vida activa, el compromiso se convierte en un reto, toda una vez que no sólo va a ser juzgado por quien se interese por el trabajo sino por sí mismo. Las dudas sobre la suficiente o insuficiente información, la expresión en un medio extraño y sobre todo la imposibilidad de contrastar los conceptos que se vierten hacen el camino más difícil, pero también más atractivo. Entre las muchas ideas, que sobre el tema de la Tesis barajé, siempre ha existido un denominador común, este fue acometer estudios sobre la tercera dimensión y del arte como proceso. Mi interés por el espacio es lógico dado que en mi trayectoria profesional he abordado este, con mayor o menor proliferación, y a través de su manipulación he llegado a la certeza de su valor cultural y la incidencia que tiene en nuestros comportamientos y costumbres. Con respecto al arte como proceso no considero el hecho artístico sólo como el objeto terminado, listo para su consumo, sino el camino y los incidentes ocurridos durante la gestación de un suceso que además continuará. Dennis Oppenheim abundaba en la idea y decía:”al parecer, sea cual fuere la habilidad de quien objetiva el pensamiento, el resultado jamás ha sido tan potente como la idea inicial. El espíritu es una especie de alto horno que jamás deja escapar su propio núcleo de la obra, ¿Por qué no invertir el procedimiento y permitir que el pensamiento se introduzca después de que la forma haya ocupado su lugar?”. Por estas razones, interpreto, es por lo que nos gusta ir a los estudios de los artistas, verlos trabajar y observar las obras sin terminar o en su auténtico comienzo, escudriñar, no solo en sus bocetos sino en la distribución del espacio y los objetos que les rodean y acompañan. En definitiva, después de este conocimiento comprendemos mejor la obra acabada porque la hemos visto en su idea inicial con la potencia y frescura que en muchos casos después pierde. Es quizás por lo que en muchos casos consideramos un boceto de Leonardo más fascinantes, no más meritorio, que un Leonardo acabado. La imaginación contribuye a conceder aún más posibilidades a la futura obra. “El arte es una promesa de felicidad”, según Stendhal, y esa promesa es aún más rica si podemos acercar, todo lo que nos promete a nuestro ideal. Con respecto a las promesas del arte podemos observar cómo concedemos a Velázquez la sabiduría de no terminar las formas para que el espectador las completase, y participar así en un final acorde con los gustos de cada cual. Entre otros objetivos que seguiré exponiendo como justificación del trabajo, pueden también citarse ciertos homenajes, como al nacimiento de la línea (al primer hombre que en algún tiempo y lugar la realizó), hacer uso de haber coleccionado durante años gran cantidad de bocetos, propios y de otros artistas, y recordar una frase de Antonio Machado que relaciono con el título de la Tesis y la idea de boceto: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. No nace ni una obra ni un artista si no es a través de la constancia, el trabajo y el interés de querer desarrollar un proyecto global o una obra concreta, que es posible nazca en un principio de manera intuitiva y acertada, pero que no será realidad si no se concreta con el esfuerzo. Esto último puede tener un paralelismo con nuestra propia existencia; somos nuestro propio boceto o proyecto pues realmente nunca llegaremos a vernos terminados como seres humanos y esa lucha es la que nos incita a seguir. En la misión esclarecedora que se le supone al arte o al artista, uno de los conceptos a sufrir análisis sería el orden social y su tabla de valores, pero en el curso del decenio 1920 – 1930, Albert Einstein escribía a su amigo Sigmond Freud que la elite intelectual no ejercía ninguna influencia sobre la historia, y que no podía ser de otro modo, ya que el poder pertenece frecuentemente a la violencia y la irresponsabilidad. Si analizamos la frase comprenderemos que es muy bello lo de la misión esclarecedora, pero de efectos a muy largo plazo. Realizadas algunas consideraciones sobre el título de la Tesis, y expuestas algunas pinceladas sobre mis creencias en el hecho plástico, sólo me queda decir que desarrollaré el tema por capítulo en los que me ayudaré de ejemplos gráficos. Al final de la Tesis expongo mi propio trabajo con suficiente material personal y poco texto al no pretender, ni la explicación, ni la justificación de este. Podría definir mi postura diciendo HICE LO QUE PUDE. Durante el trabajo he desarrollado opiniones y criterios sobre un tema que desde siempre me ha interesado. La búsqueda del camino que nos lleva a la expresión deseada. Soy consciente de que ese resultado final, no es más que la consecuencia del camino recorrido, y que éste no debe aparecer al final, con signos visibles del esfuerzo, sino como consecuencia de un trabajo sereno. El resultado, la obra, nunca responde por incompleta, al íntimo deseo del artista por lo que la búsqueda continúa, deviniendo el Arte como una forma de vida en pos de un ideal. Este ideal, es precisamente en el boceto, donde puede tener la posibilidad de acercarse a la convulsión interna del artista, al no tener los condicionantes que en muchas ocasiones envuelven a la obra definitiva. La interpretada organización del mundo, y las promesas de felicidad que el artista propone, llegan con más efectividad en un lenguaje directo, que en el complejo mundo de la obra terminada. Principal instrumento de formalizar las primeras impresiones es la línea. Abstracta invención del ser humano que ha permitido progresar tanto a niveles materiales, como en formulación de ideas. A la aparición de este concepto y a su innominado primer hombre que la trazara, he querido rendir mi pequeño homenaje, que en cuanto a la expresión plástica es la que más directamente sirve como medio de expresión en la superficie bidimensional. He realizado un pequeño recorrido por la historia de las artes plásticas, y se deduce que los primeros hombres, dada la dificultad de superficies adecuadas para ello, no utilizaban la línea como fin sino como medio. Es a partir del siglo XIV, cuando se introduce el papel de Persia, y comenzamos a tener documentación sobre el dibujo de manera abundante. El Renacimiento Italiano produce la incorporación de los artistas a un estatus superior, y por otra parte la línea y por lo tanto el dibujo, adquiere rango como medio de preparación del cuadro. De este periodo histórico provienen muchas de las creencias actuales del arte, por lo que dibujos o bocetos de artistas como Leonardo, Brunelleschi, aún son tomados como ejemplo. Criterios acuñados también en este periodo siguen vigentes, en parte por su gran acierto y en otra medida por inercia. Así la creencia general de que el dibujo de los escultores es más duro que el de los pintores, y el de los arquitectos más analítico y frio, es cierta en gran número de ocasiones pero no en todas, ni tiene por qué no variar en algunas circunstancias. En el seguimiento de los periodos históricos he procurado ser lo más breve posible, con el fin de llegar a los tiempos actuales, que en realidad son el motivo de la Tesis. En este recorrido ha merecido una mención especial un cartel de Brunelleschi, por la aportación que supone a la resolución de la tercera dimensión a través del plano. En el análisis de otros artistas, finalizo este recorrido en la obra de M. A. Ortiz, G. P. Villalta y un curioso ejemplo de Akira Kurosawa con un boceto preparatorio de una de sus películas. Gran parte de la Tesis se refiere al arte como proceso, en la creencia de que los hechos se producen, como consecuencia de sucesos anteriores y de circunstancias del momento, por lo que dedico unos párrafos a la aparición de la butaca Wassily de Marcel Breuer. Este ejemplo es aplicable a cualquier otro más próximo y puntual en la obra de cualquier autor, que adopta soluciones influenciadas por su momento histórico y por su propia trayectoria como creador. De los párrafos anteriores se deduce que el arte o la comunicación es un proceso histórico y en la particular gestación de cada obra. En esta gestación apareen dos conceptos fundamentales cuales son la emoción y la razón. Del acierto al protagonismo dado, por parte del artista, a cada uno de los conceptos depende el éxito de la obra. En esta manipulación de valores aparee a partir de Marcel Duchamp, el concepto de “Operador gráfico”, término muy usado en estos últimos tiempos, por el sentido que cada vez más tienen las artes de transformación de valores plásticos, en detrimento del trabajo artesanal. En esta formalización aparece el boceto como medio más cercano a la idea primigenia, seguida, por otros mecanismos de representación en el plano de la tercera dimensión; como son, el sistema diédrico, que tiene la virtud de representar desde tres puntos de vista situados en el infinito sin distorsión de la imagen, y modernamente los ordenadores, que tienen casi la misma utilidad pero con la ventaja de su rapidez operativa. Hacer notar que estos procedimientos de representación de la tercera dimensión, no son más que un apoyo, muy importante es cierto, pero que no eliminan, al boceto concebido de manera tradicional, que en ocasiones se ayuda del escrito, para refrendar conceptos o establecer ideas, que son difíciles de explicitar con el solo grafismo. Estos criterios tienen en Leonardo un claro ejemplo; en sus bocetos abundaba en conceptos o detalles técnicos que deseaba mantener en el transcurso del trabajo. esta tradición es seguida en la actualidad por gran número de artistas, que a mi juicio hace que los conceptos de fantasía y creatividad, que anteriormente correspondían a posturas muy diferentes con respecto a la concepción del trabajo, se acerquen cada vez más, al suponer una intelectualización de la obra. Antes de seguir desarrollando ideas, creo necesario puntualizar la diferencia conceptual entre dibujo y boceto, que según las definiciones que nos ofrecen los diccionarios, podemos resumir como obra definitiva al primero, y trabajo preparatorio al segundo, pero estas diferencias es difícil establecerlas desde fuera, de tal manera, que el único que podría determinarlas es el propio autor, que en realidad es el que operado en un sentido u otro.   La razón de haber escogido el boceto en la obra tridimensional, es porque en ésta es más fácil distinguir la representación bidimensional como tal, pues al ser anterior a su materialidad no tiene más remedio que tener valor de trabajo preparatorio, conteniendo éstos, las dudas por una parte, y el gesto creador y vibrante por otro. Es por lo que en muchas ocasiones el boceto en general permanece en la intimidad de los estudios y en otras ocasiones, el artista incluso no lo tiene en cuenta conscientemente pero está comprobado que al finalizar la obra, ésta tiene una gran similitud con la primera idea que es posible se haya desechado. Por último he desarrollado el proceso que se produce, desde la plasmación de la idea en el plano hasta la conclusión de ésta en una realidad tangible, sobre todo en las que el artista ha de ayudarse de manos extrañas para ejecutar su labor. Me refiero naturalmente a la arquitectura y el diseño en primer lugar, y a la escultura desde el punto de vista de la fundición, talla, y procedimientos de trabajo con materiales no tradicionales. Cuando la obra está representada en el plano, no es la obra, es su simulación bidimensional. Llevarla a la realizad es una labor tan importante como su creación, pues necesita oficio y voluntad por una parte, e interés de comunicación con aquellos que la ejecuten, por otra. En el renacimiento, los grandes artistas tenían tallares que trabajaban con los estrictos criterios del maestro, hoy día las circunstancias son diferentes y éstos, han sido sustituidos por empresas que pretenden hacer algo parecido pero es natural que de forma más impersonal. Labor del artista, es crear sobre la base de las circunstancias del momento, en esa realidad nos desenvolvemos todos los que, desde el plano, hemos fe materializar las tres dimensiones. Esas circunstancias hacen que los proyectos tanto de arquitectura, escultura o diseño, hayan de llegar a su ejecución lo más elaboradas posibles en el plano. Ya no es válido actuar, por ejemplo en el diseño, como en la antigüedad, sobre la base de, ensayo-error-rectificación. En la actualidad, planificar es fundamental. Diseñar se ha diseñado siempre, pero también existen avispas, llamadas Alfareras, que construyen sus habitáculos con arcillas, y con técnicas similares al enrolle. Nuestra labor es más profunda, y hemos de programar nuestras invenciones por muchas razones, una de ellas son las establecidas por LOEWY, que aunque parezcan atienden solo a razones de mercado, son más profundas. En todo este proceso hemos de tener una deferencia con los que dedicaron su tiempo a realizar proyectos experimentales. Sin la experimentación no es posible el progreso y a ellos he dedicado un apartado de la Tesis, con la ventaja de que estos proyectos se basan principalmente en dibujos y bocetos para definir sus ideas, en espera de la ocasión, de poder verlas materializadas Finalmente he recopilado bocetos realizados para la ejecución de mi trabajo. Sólo me queda añadir, que hice lo que las circunstancias permitieron en cada momento, aunque nunca me alejé en demasía de mis propios criterios. Hasta aquí el resumen de la Tesis pero creo se puede aún recopilar más en el siguiente sentido. - La Línea es una conquista conceptual del ser humano que permite la expresión de éste. - La obra tridimensional se ayuda de la representación en el plano para su previa definición. - En estos primeros grafismos se conserva mejor y más puramente el impulso creador. - La definitiva ejecución necesita de mecanismos técnicos y profesionalidad, que han de ser bien administrados. - El arte puede ser un fin, pero el proceso es un camino que en sí mismo contiene la esencia de su supervivencia.es
dc.formatapplication/pdfes
dc.language.isospaes
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.subjectCiencias de las artes y las letrases
dc.subjectTeoría, análisis y crítica de las bellas arteses
dc.subjectEsculturaes
dc.titleEl Boceto en la actual obra de arte tridimensionales
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesises
dcterms.identifierhttps://ror.org/03yxnpp24
dc.type.versioninfo:eu-repo/semantics/publishedVersiones
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses
dc.contributor.affiliationUniversidad de Sevilla. Departamento de Dibujoes
dc.date.embargoEndDate1991-10-09
idus.format.extent570 p.es

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