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Tesis Doctoral
La comunicación gubernamental en México: vinculación del poder político con el poder mediático. Análisis de la problemática actual y perspectiva histórica
Autor/es | Orta Vélez, Juan Miguel |
Director | Mancinas-Chávez, Rosalba
Reig, Ramón |
Departamento | Universidad de Sevilla. Departamento de Periodismo II |
Fecha de publicación | 2012-05-12 |
Fecha de depósito | 2017-06-09 |
Resumen | En las últimas décadas, México se ha provisto de los instrumentos más seguros y
confiables para captar la voluntad de los ciudadanos que acuden a votar en los
procesos electorales, algunas de las herramientas empleadas ... En las últimas décadas, México se ha provisto de los instrumentos más seguros y confiables para captar la voluntad de los ciudadanos que acuden a votar en los procesos electorales, algunas de las herramientas empleadas en las jornadas para elegir a sus legisladores y gobernantes, son: padrones con fotografía, boletas con medidas de seguridad similares a las del papel moneda y tintas indelebles entre otras. Paradójicamente la confianza en el Sistema Electoral Mexicano, no es coincidente con sus medidas de seguridad. Un árbitro electoral frágil genera de origen un proceso deleznable, por consecuencia, el gobierno que emana del fallo otorgado por la autoridad electoral, nace con una legitimidad endeble; el gobierno electo monitorea su posicionamiento mediante sondeos de opinión; ―el índice de popularidad le da a un Gobierno la medida del grado de control que ejerce sobre la opinión no pública, o del grado de promoción publicitaria de que está necesitada la popularidad de su equipo‖. Ya entronizado en el poder, el gobernante encuentra en la comunicación gubernamental el instrumento idóneo para lograr su legitimidad. Estamos de acuerdo con Habermas en que el Estado no puede concebirse sin legitimación. En la era moderna denominada por algunos autores como sociedad de la información, los encargados de esa legitimación son los medios de comunicación como brazos ideológicos de un sistema de gobierno. Sin embargo, como afirma Mancinas Chávez: Los medios de comunicación forman parte de una estructura mayor, un sistema de poder político, económico y financiero, donde las empresas dedicadas a la comunicación masiva se convierten en auxiliares de los sistemas de poder vigentes en cada región. 2 Partiendo del convencimiento anterior, consideramos el enfoque estructural como la mejor manera de comprender el funcionamiento del sistema político y de los medios de comunicación. Es precisamente desde una visión estructuralista, que abordaremos los vértices que confluyen en la comunicación gubernamental, ya que presumimos, que la retribución a los medios de comunicación, por el apoyo que reciben los sistemas de poder, no es únicamente económica. Al adentrarnos en el análisis estructural de la comunicación gubernamental en México, tenemos la oportunidad de extender nuestra perspectiva, más allá de lo que pudiera ser solo un acto de autoridad discrecional; los poderes fácticos, la influencia en la sucesión presidencial del 2012 y la manipulación de la ciudadanía, son tópicos que se encuentran dentro de los alcances de una publicidad oficial no reglamentada. Partiendo de la premisa, de que los medios de comunicación con mayor influencia en México, obedecen a las reglas del mercado, regidos primordialmente por su naturaleza lucrativa y que no tienen ningún empacho en beneficiarse de los recursos públicos a cambio de dirigir la opinión ciudadana en beneficio del gobernante, mediante el uso de la persuasión. ―…cuanto más se abre y se expone una opinión pública a flujos de información exógenos (que recibe del poder político o de instrumentos de información de masas), más corre el riesgo la opinión del público de convertirse en «hetero-dirigida»‖. 3 México vive un momento histórico difícil, tras dos sexenios de Partido Acción Nacional (PAN), el partido que estuvo en la oposición durante las siete décadas de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la guerra contra el narcotráfico ha convertido al país en el escenario de cruentas batallas donde muchos civiles han resultado perjudicados. En un momento coyuntural también en lo político, en 2007 se hizo una Reforma Electoral con el fin de regular la relación partidos políticos – gobierno – medios de comunicación, que no ha funcionado. Y ahora se habla de una Reforma Política en la que se considera la posibilidad de volver a la reelección, después de las luchas armadas que han dado lugar al sagrado principio del muy valorado lema mexicano ―Sufragio efectivo. No reelección‖. En un escenario como el mexicano, dominado por dos grandes grupos de comunicación principalmente, pero seguido por una serie de grupos menores igualmente poderosos, que hacen alianzas cuando conviene a los intereses de todos, el poder de los medios de comunicación es incuestionable. La influencia de los medios de comunicación en los procesos electorales es innegable, como lo define Martínez Pandiani: ―Los medios masivos se transforman en la usina de información política más consultada por los ciudadanos al momento de tomar decisiones electorales‖. La reelección inmediata es la tierra prometida para los gobernantes, México ha vivido dentro de su formación, etapas violentas para legitimarse en el poder, concepto ampliamente analizado por Max Weber; el Congreso se encuentra en el proceso de discusión y en su caso aprobación de la reelección inmediata. Esta posibilidad se enfrenta a su propio némesis, no es suficiente el vencer a los opositores políticos, es necesario convencer a la ciudadanía de la legitimidad (Habermas) y eficacia de cada gobierno y sus instituciones, ya que la Iniciativa de Reforma Política, también contempla la posibilidad de revocación de mandato, por lo que los gobiernos deberán de gozar de una buena imagen para terminar su periodo y en su caso obtener de nueva cuenta la aprobación de la mayoría para ser reelectos. La promoción de gobernantes con recursos públicos, es en su naturaleza, poco ética e incluso ilegal, de acuerdo a lo estipulado en el Artículo 134 constitucional, de tal suerte que nos cuestionamos, por qué en la actualidad se permite que un gobernador participe en una telenovela; que un presidente narre un juego de futbol; que en los noticieros se mezcle la información nacional e internacional con la agenda de un gobernante o que una teleserie policiaca promueva la imagen de una dependencia. El gasto en comunicación del gobierno federal se incrementa cada año, lo que nos lleva a cuestionarnos el resultado de la reforma electoral de 2007, que entre otros logros avizoraba economías en este concepto. Una comunicación gubernamental desbocada, que busque aplicar la fuerza del sistema a favor o en contra de una persona, o de algún grupo, no abona a un escenario de equidad en las contiendas electorales, empañando el proceso y al poder que emana del mismo. El partido político que arriba al poder, inicia su gobierno debilitado, con una gran dependencia de los medios de comunicación, inmerso en un círculo perverso, en el que los medios, primero desgastan la imagen de las instituciones y después le ayudan a fortalecerla. Evidentemente, entre menos fuerza tenga el Estado, menor resistencia opondrá ante el poder fáctico de los medios de comunicación. |
Cita | Orta Vélez, J.M. (2012). La comunicación gubernamental en México: vinculación del poder político con el poder mediático. Análisis de la problemática actual y perspectiva histórica. (Tesis Doctoral Inédita). Universidad de Sevilla, Sevilla. |
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