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PhD Thesis
El movimiento como forma de continuidad de las masas en el espacio y el tiempo, en la escultura tridimensional realizada en arcilla. Experimentación de una aplicación práctica
Author/s | García-Toral, Millán |
Director | Miñarro López, Juan Manuel |
Department | Universidad de Sevilla. Departamento de Escultura e Historia de las Artes Plásticas |
Publication Date | 1992-11-16 |
Deposit Date | 2016-12-09 |
Abstract | Tal vez comenzase a observar y a comprender, de una manera más consciente, la realidad y la belleza del movimiento cuando, hace años, un profesor me dijo al corregir uno de mis dibujos: “¡Pero qué hace! ¿Acaso no ve usted ... Tal vez comenzase a observar y a comprender, de una manera más consciente, la realidad y la belleza del movimiento cuando, hace años, un profesor me dijo al corregir uno de mis dibujos: “¡Pero qué hace! ¿Acaso no ve usted el modelo? ¿No ve que no es una estatua inerte, que está respirando, que vive? En aquel momento descubrí que los modelos no eran hieráticos ni insensibles. Que, aunque estuviesen quietos en un espacio, parados, movían reposadamente sus músculos. Podían también reír y llorar. Podían, en definitiva, expresar sus sentimientos. A partir de entonces la representación del movimiento se ha convertido para mí en un fin en sí mismo. El presente trabajo de investigación responde a una reflexión personal, de un hecho tan real y tan abstracto a la vez como es el movimiento de los cuerpos. No se trata de un problema nuevo. Ha sido y sigue siendo, tratado e investigado por todas las áreas del saber y del conocimiento. La ciencia, la filosofía, la psicología, el arte, etc., han aportado determinadas ideas de lo que significa, lo que es, la sensación que provoca, la materialización del hecho, la expresión. Y aunque mucho se ha dicho, escrito y realizado sobre él, aún sigue siendo un tema abierto a sucesivas interpretaciones. El movimiento lo sentimos, lo notamos a nuestro alrededor y está en todas partes. Todo lo que nos circunda está en continuo dinamismo: los cuerpos se desplazan, adoptan diferentes posiciones, cambian de forma. Las diferentes posiciones que pueden adoptar u ocupar los cuerpos son observadas, estudiadas y analizadas como imágenes estáticas y se les puede otorgar la cualidad de moverse o de ser movidos. Pero el movimiento, constituido como infinidad de imágenes en el espacio, no lo vemos, pues participa en él algo tan intangible y tan etéreo como es el tiempo, concepto plásticamente aún más abstracto. No es nuestro propósito adentrarnos en una problemática filosófica de si existe o no el tiempo o el movimiento, de si lo que existe es una transustanciación de materia o de si su existencia es un hecho comparable o no. tampoco es nuestra pretensión entrar a debatir problemas de corte científicos, que escapen a las pretensiones artísticas y plásticas que nos conciernen. Lo único que nos motiva es su representación y especialmente en el terreno plástico. El objeto principal de esta investigación es realizar un trabajo práctico, en el que se pretende plasmar escultóricamente el desarrollo espacial que produce una determinada masa, materia u objeto que se mueve durante un tiempo limitado, conforme a la interpretación de que todo movimiento de un cuerpo debe expresarse mediante una continuación de su forma en las ilimitadas visiones o imágenes que podríamos obtener de él. Plasmar la evolución de la masa, hecho del que, por una parte somos conscientes de su realidad y de su existencia, pero que por otra, somos incapaces de “ver” con nuestros medios. No tratamos de expresar la sensación que el movimiento de un cuerpo despierta en nosotros, algo mucho más subjetivo puesto que cada persona atiende a sensaciones diferentes e incluso contrarias, sino a estudiar de manera más objetiva cómo va ocupando libremente el espacio de dicha masa. No tratamos de ver el movimiento desde fuera, como espectadores, sino de introducirnos en él e “interpretar” lo que sucede. (Usamos el término “interpretar”, porque a pesar de querer ser objetivos al representar el acto del movimiento, ante acción tan inaprehensible como es la dinámica de un cuerpo, no descartamos la posibilidad de incurrir en ciertas formas e interpretaciones personales). Actuando de este modo obtendremos una imagen escultórica del cuerpo, no secuenciada en diferentes momentos del movimiento total, sino general de toda su evolución, resultando plásticamente una abstracción del objeto real. La MASA O CUERPO que puede moverse o ser movido, el ESPACIO por donde dicho cuerpo puede ejercer su dinamismo libremente y el TIEMPO durante el cual se ejecuta la acción móvil, son los determinantes imprescindibles para que pueda existir un movimiento. Si sólo uno de ellos no estuviera implicado en la acción, jamás podría existir y por lo tanto no podríamos percibirlo. Para poder confeccionar un estudio de campo y una metodología de ejecución de nuestra experiencia que permita aplicar la idea de la cual partimos, debemos comenzar realizando una revisión de los procedentes. Y estos nos apuntan cuestiones interesantes, que no sólo se originan en el campo artístico y sobre todo escultórico, sino también del estudio y fisiología del órgano visual, de la psicología aplicada al conocimiento y de la fotografía. Con todo, no se pretende en este trabajo hacer un tratado sobre cada una de estas áreas cognitivas, pero puesto que paralelamente estudian la dinámica de los cuerpos y puesto que han existido artistas influidos por la misma idea y han tomado las experiencias de estas ramas como teoría de aplicación en sus obras, debemos abordar el estudio de los elementos básicos que nos permitirán el obtener las nociones claves que estructurarán el trabajo. Con las obras que presentamos, una serie de esculturas realizadas en barro cocido, trataremos de elaborar unas conclusiones, con la pretensión de demostrar que para representar escultóricamente el movimiento de un cuerpo, se debe plasmar toda su trayectoria espacial, ya que todo cuerpo en movimiento recorre un espacio determinado en una unidad de tiempo (esta puede ser mayor o menor según la velocidad que lleve). Por lo tanto, la expresión y composición escultórica de este cuerpo, debe registrar la infinita cantidad de secuencias de su masa en un espacio y tiempo determinados, ya que esta masa ocupa todo el espacio de su recorrido, determinando una forma abstracta que no tiene nada que ver con la realidad aunque provenga de la misma. Hay que tener en cuenta que en el presente trabajo nos hemos señalado ciertos límites, intentando reducir así su amplitud. Estos son: a. Trabajar sólo la escultura exenta de bulto redondo, eliminado el relieve. b. Trabajar sólo con arcilla, pues cada material y sus limitaciones técnicas implican soluciones totalmente diferentes. c. Limitar el espacio y tiempo de la trayectoria y acción móvil. Esta limitación se establece ya porque nos interese un tiempo o un espacio determinado, porque tomemos un solo movimiento de una acción que se repite o porque la propia extensión de la acción sea más sugerente en una parte de la acción que en otra. El programa de actuación que seguiremos para el estudio del movimiento en las esculturas que se presentan, después de haber establecido unas ideas previas de las distintas áreas mencionadas anteriormente y en los límites fijados de antemano, es la siguiente: A. PROGRAMA A.1. Objetivo general - Estudiar plásticamente el desplazamiento de una masa o cuerpo en una unidad de espacio y tiempo. A.2. Contenidos - Movimiento horizontal lateral sobre ejes de giro cercanos o lejanos. - Movimiento vertical con ejes de giro cercanos o lejanos. - Movimiento horizontal, de delante hacia atrás o al contrario en el sentido de frontalidad de la figura representada, con ejes de giro cercanos o lejanos. - Superposición de elementos formales diferentes durante la trayectoria del conjunto de la masa. - Incisión y penetración de elementos formales en el conjunto de la masa representada. A.3. Metodología Cualquier cuerpo en movimiento, por muy simple que sea, nos permite un estudio formal claro y conciso del modo en que el conjunto de la masa ocupa todas las partes del espacio por las que pasa. Partiremos pues en nuestra experiencia de cuerpos que realicen un movimiento sencillo, que nos permitan introducirnos en la complejidad del tema. Hemos seleccionado de entre todos los temas posibles, el de la figura humana, estudiando partes de ella o la totalidad, implicándonos sucesivamente en problemas diversos. El cuerpo humano permite el estudio del movimiento ya sea en una sola dirección y sentido o en varias, ya que las diversas partes y volúmenes que componen el cuerpo puede moverse en direcciones contrarias, con variedad de ejes de giro. Incluso puede superponer unas direcciones con las otras, además de permitir la penetración de masas diferentes en unidades de espacio-tiempo distintas. Por otra parte, el cuerpo humano, por tener la condición de poder moverse por sí mismo, puede acompañarse de otros elementos o cuerpos que dependan de él o no. La diferente locomoción de cada uno de los miembros de un mismo cuerpo, nos permitirá establecer los criterios necesarios para poder abordar el concepto de velocidad. De igual forma, que para percibir las dimensiones reales de un cuerpo, debemos establecer una comparación con otros cuerpos conocidos, la velocidad de un cuerpo simple es inapreciable. Al compararlo con otro, podremos determinar cuál de los dos se desplaza más rápidamente. Se debe tener presente que en la experiencia propuesta, no podemos establecer comparaciones entre espacio y tiempo. En una película cinematográfica, por ejemplo, un objeto en un tiempo determinado recorre una cierta porción de espacio tridimensional, esta relación entre los dos permitirá establecer la ecuación que nos ayude a obtener la velocidad. En la representación plástica escultórica, las dimensiones espaciales se consideran, pero el tiempo no. es decir, la duración de la acción no se puede plasmar tridimensionalmente, pero aunque somos conscientes de que esta cuarta dimensión temporal es inexpresable plásticamente, tenemos que buscar formas y aspectos que posibiliten una cierta apreciación de la misma. Hasta cierto punto constituye una denotación de la dimensión temporal que puede llegar a ser más cultural que plástica. A.4. Objetivos operativos. - Realizar una escultura que manifieste un desplazamiento lateral. - Realizar una escultura que muestre un movimiento de atrás hacia delante. - Realizar una escultura que muestre un movimiento de abajo hacia arriba. - Realizar una escultura que muestre un movimiento de giro cercano y una superposición de elementos diferentes. - Realizar una escultura que muestre superposiciones y penetraciones de elementos. - Realizar una escultura que muestre diferentes tipos de movimientos, superposiciones, penetraciones y que sus distintos elementos experimenten diversas velocidades. Con las esculturas realizadas trataremos de argumentar las conclusiones que se desprendan del trabajo, tanto positivas como negativas, así como la proyección o comparación de conclusiones posibles en otras investigaciones dentro del mismo campo. El razonamiento en el que se basa la Tesis es el siguiente: Cuando un objeto se mueve (entiéndase también es movido), su nada se desplaza a lo largo del espacio en una unidad de tiempo, por lo que cada una de las partes de ese espacio va ocupando en un momento determinado con su masa, pasando ineludible y forzosamente por todo el camino que recorre en su movimiento. Para el estudio de cualquier movimiento debe existir una masa o cuerpo que pueda desenvolverse en un espacio durante un cierto tiempo. El cuerpo, en su movimiento, ocupará todos los infinitos puntos del espacio en el trayecto que realice a lo largo de su desplazamiento. Es cierto que muestra percepción de los objetos en movimiento (ver III.1 y III.2) no nos permite ver esa continuidad, debido a pequeñísimos espacios de tiempo en que la retina necesita descansar para poder seguir recibiendo sensaciones del exterior. Pero no podemos pensar que en ese pequeño intervalo en el que el ojo no ve, el objeto no está, pues las sensaciones recibidas por los demás sentidos nos corroboran su existencia. Por tanto, si se plantea una imagen (ya sea escultórica o pictórica) durante un tiempo limitado (una unidad de tiempo), esta debe mostrar las ilimitadas posiciones del cuerpo en el espacio, dando como resultado una masa continua. Este es, en definitiva, el camino que tratamos de investigar para llegar a una abstracción de las formas por medio de un método ordenado de reflexión intelectual. Si una masa se mueve durante un espacio-tiempo, lo suficientemente grande como para que a la masa le haya dado tiempo a recorrer un espacio interesante para el estudio, no veremos una forma clara y concisa, sino una forma irreal, que será el recorrido de esa masa en el espacio, durante la unidad de tiempo escogida, la cual será una forma abstracta, que no tiene nada que ver con la realidad, aunque proceda de ella. Puesto que somos incapaces de ver el movimiento, ya que nuestro sentido visual no está preparado para ello, como trataremos de explicar más adelante, no podemos hacer caso de este ni de la percepción, ni siquiera de la imaginación. El presente estudio se basará en un trabajo intelectual que nos permita una relación coherente entre posiciones diferentes en el espacio. |
Citation | García Toral, M. (1992). El movimiento como forma de continuidad de las masas en el espacio y el tiempo, en la escultura tridimensional realizada en arcilla. Experimentación de una aplicación práctica. (Tesis doctoral inédita). Universidad de Sevilla, Sevilla. |
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