Abstract | El consumo de tabaco históricamente se configuró en España como un comportamiento
ligado a la masculinidad tradicional, siendo una práctica mayoritariamente realizada por
varones. Sin embargo, a partir de los años 60 y ...
El consumo de tabaco históricamente se configuró en España como un comportamiento
ligado a la masculinidad tradicional, siendo una práctica mayoritariamente realizada por
varones. Sin embargo, a partir de los años 60 y 70 –y, especialmente, con la
democracia– las mujeres se incorporaron masivamente al consumo de tabaco,
conformándose el cigarrillo en un símbolo de igualdad sexual y emancipación femenina.
Actualmente, se observa en las generaciones jóvenes un acercamiento de las tasas de
consumo de tabaco entre los sexos, llegando a ser superior en las mujeres entre la
población adolescente. En esta comunicación, se examina cómo detrás de los
indicadores de aparente convergencia o igualación entre los sexos se enmascaran
procesos y nuevos resortes de desigualdad de género. Se ha empleado una estrategia de
investigación cualitativa sustentada en entrevistas en profundidad y grupos de discusión
a mujeres fumadoras y exfumadoras. Los resultados se organizan en tres planos en los
que puede articularse el género cómo categoría analítica: a) plano estructural:
organización social y división del trabajo, y acceso y control de los recursos; b) plano
simbólico: modelos sociales de éxito, normatividad de género y estereotipos; y c) plano
individual: identidades de género, expresión de los sentimientos y gestión del cuerpo.
|