dc.description.abstract | La esquizofrenia es una enfermedad mental grave con un 0.6-0.8% de prevalencia
mundial, que se inicia durante la adolescencia o adultez temprana, y presenta una
combinación heterogénea de síntomas clasificados en positivos, desorganizados, negativos
y cognitivos. Los pacientes muestran una pérdida de contacto con la realidad, aislamiento
social, disminución de la expresión de las emociones, abulia y anhedonia, así como
alteraciones cognitivas. El tratamiento actual, basado en una combinación de fármacos
antipsicóticos (AP) e intervenciones psicoterapéuticas, solo es efectivo en tratar algunos de
estos síntomas y un alto porcentaje de pacientes permanece resistente al tratamiento, por
lo que es necesario postular nuevas dianas terapéuticas que permitan avanzar en el
tratamiento personalizado de esta enfermedad.
Entre los factores de riesgo de la esquizofrenia, destacan las alteraciones ambientales
en etapas prenatales, en especial la activación inmune materna (AIM) causada por
infecciones. Por otro lado, el consumo de cannabis, especialmente durante la adolescencia,
está estrechamente relacionado con el desencadenamiento de la enfermedad. A partir de
estos hallazgos, se ha postulado la hipótesis del “doble impacto”, la cual defiende que
puede haber un efecto de acumulación de los factores alterados por el impacto prenatal y
postnatal que provoca que el riesgo de desarrollar la enfermedad aumente y supere cierto
umbral para la aparición de la esquizofrenia.
Con el fin de comprobar dicha hipótesis, se ha establecido un modelo de ratón de “doble
impacto”, basado en una AIM mediante ácido poliinosínico-policitidílico (Poly(I:C)) y una
exposición postnatal a Δ9-tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo del
cannabis. El modelo de “doble impacto” presenta un menor peso corporal tras el
tratamiento con THC y fenotipos relacionados con los síntomas positivos en machos, así
como fenotipos asociados a síntomas negativos en ambos sexos. El paradigma propuesto
provoca una reducción de los niveles de Reelina, un biomarcador de la enfermedad, en la
corteza prefrontal de los ratones machos tratados con THC con respecto al grupo de “doble
impacto”, y en los tres grupos de tratamiento con respecto a los controles en hembras,
además de una reducción del número de células positivas para la misma en los mismos
grupos. Por último, el modelo presenta una reducción del grosor de corteza en los grupos
tratados con THC, así como una disminución de la densidad de espinas dendríticas en
corteza prefrontal e hipocampo en el grupo de “doble impacto”.
Por otro lado, las alteraciones genéticas también pueden ser un factor de riesgo para la
enfermedad. En estudios previos del grupo, se observaron niveles sobreexpresados de una
desintegrina y metaloproteasa con motivos de trombospondina 2 (ADAMTS2) en muestras
de pacientes de primeros episodios de psicosis, los cuales se normalizaban tras el
tratamiento con AP. Además, se demostró la alteración del mismo gen en un modelo de
ratón establecido de la enfermedad (exposición a influenza). Para estudiar la relación entre
ADAMTS2 y esquizofrenia, centrándonos en su papel como posible metaloproteasa de
Reelina, se ha generado un modelo de ratón transgénico de sobreexpresión de ADAMTS2
en regiones cerebrales. La sobreexpresión de ADAMTS2 no afecta a la frecuencia
genotípica, a la mortalidad o al peso de los ratones, y no varía entre sexos o con la edad.
Los ratones transgénicos presentan un claro dimorfismo sexual en cuanto a su
comportamiento, mostrando generalmente fenotipos asociados a síntomas positivos y
sociales en machos y fenotipos relacionados con estrés en hembras. Se ha demostrado la
relación entre ADAMTS2 y Reelina, ya que se observa una reducción de los niveles de
expresión de la misma y una acumulación de su fragmento N-R2 en corteza prefrontal del
modelo.
Ambos modelos presentan validez de constructo y de apariencia, y recalcan la
importancia de la inclusión de los dos sexos en los estudios preclínicos de la enfermedad
debido a su claro dimorfismo sexual. | es |