Resumen | Pertenecer al mundo del teatro de marionetas, es una suerte por partida
doble, engloba mis dos grandes pasiones: la interpretación por medio de los
títeres y la creación- realización de los personajes y escenografías.
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Pertenecer al mundo del teatro de marionetas, es una suerte por partida
doble, engloba mis dos grandes pasiones: la interpretación por medio de los
títeres y la creación- realización de los personajes y escenografías.
Personajes que pueden estar construidos de una gran variedad de
materiales, formas o tamaños, que dependen de las necesidades que
requiera la puesta en escena, teniendo muchas posibilidades en un gran
mundo creativo.
Para poder contar una historia, podemos usar, desde nuestras manos
desnudas, sus sombras proyectadas, el objeto cotidiano o intervenido, y un
sin fin de figuras rígidas o articuladas en todas sus facetas, con movimientos
en un simple codo, hasta la complejidad de un rostro completo o las falanges
de las manos.
Por ello el trabajo escultórico está muy presente en esta disciplina. Se
complementan, se ponen en marcha por medio del titiritero, y en muchos
casos, la obra de arte en movimiento cobra vida propia.
Si a esto añadimos las nuevas técnicas creativas, más otras disciplinas como
el teatro de actores, la danza o la música en directo, tenemos un amplio
abanico de posibilidades.
Tan importante, como lo dicho anteriormente, es también un buen guion, la
puesta en escena, la luz , el sonido…y para ello es fundamental rodearse de
un buen equipo para que el proceso creativo llegue a buen puerto.
El teatro de marionetas es tan antiguo como la propia existencia del ser
humano, porque desde siempre hemos tenido la necesidad de contarnos
historias, tanto rituales como por puro divertimento y su evolución hasta
hoy, es fruto de nuestro avance como sociedad, de la cual depende, como
cualquier disciplina artística.
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