Encontrándome

Abstract

Encontrarse a sí mismoa veces es complicado, es más, considero que nunca terminamos de encontrarnos. ¿Acaso el ser humano siempre está perdido?¿Somos una continua búsqueda de nuestro propio ser? En ocasiones tengo dudas sobre si realmente soy lo que quiero ser o solo un intento que tiene como misión ubicarse en algún espacio en concreto. Entiendo que estoy aquí por algo y para algo y que el arte me ayuda a reflejar quién soy y por qué hago todo esto, pero en el momento en el que empiezo a romper a trozos todo lo que me rodea y lo recompongo una vez tras otra, vuelve a perder el sentido. ¿Me he encontrado a mí misma ya?¿Y ahora?¿Cuánto queda? Si algo he aprendido en este corto camino artístico, es a disfrutar de los procesos. Hace un par de años no paraba de hacerme preguntas e intentar encasillarme en un lugar: ¿por qué no tenía estilo propio y mi compañero de caballete sí? Siempre he estado rondando de un lado a otro buscando mi sitio, buscando en qué ámbito me sentía más cómoda. Hoy en día solo puedo decir que me considero un enorme collage de pequeños fragmentos de situaciones que he vivido a lo largo de mi vida; desde el compañero de clase que he tenido al lado, pasando por el pintor callejero que me crucé por Tenerife aquella tarde, hasta esa exposición que visité hace unos años y recuerdo vagamente. Todo esto son pequeños trocitos que componen el mosaico de mi ser y, por tanto, de mis obras. Así recuerdo la cita “Conócete a ti mismo”, una inscripción grabada en el templo de Apolo de Delfos, que más tarde Sócrates se apropiaría. Conocerse a sí mismo es un camino que dura lo mismo que tarda en pararse el corazón, es decir, toda una vida. Estamos en continuo autoconocimiento de nuestro propio ser y eso, desde mi parecer, es la esencia de la vida. El objetivo de este trabajo es hacer una pequeña investigación sobre el uso de la cartografía en el arte contemporáneo y las diferentes posibilidades que ofrece como medio de expresión, llevándolo al terreno artístico de mi propia obra.