La imagen tiempo del terror: una catalogación de los subgéneros del horror en el cine

Abstract

Este trabajo nace con la intención de explicar la evolución de ciertos subgéneros del cine de terror desde el nacimiento de los mismos hasta la actualidad, indagando en la relación con los contextos sociales y culturales en los que se desarrollaron cada uno, y relacionando ambos para intentar llegar a comprender el motivo de las diferentes evoluciones temáticas. Al igual que cualquier otra forma de arte, el cine se adapta a sus consumidores y al contexto social que los rodea. Aunque una obra sea personal y su significado nazca de los entresijos de la mente de su autor, se podría decir que, si nadie la observa, no existe. La relación entre el Arte y el público al que va dirigido es pues necesaria y compleja. Se podría decir que el cine es la forma de expre- sión artística que alcanza de forma más genera- lizada a todo tipo de públicos, y aunque en sus inicios no todo el mundo podía acceder a ver una película, el paso de los años permitió que se convirtiera en algo más convencional y unido a la vida diaria de casi cualquier persona. Por ello mismo, tanto su existencia como posibles cambios, se ven fuertemente afectados por los condicionantes sociales, en su deber de mantener- se al día con las vivencias de su público. Desde hace años, el cine de terror ha sido tanto una inspiración como una vía de escape para mí, y por eso mismo necesitaba entender el por qué de muchas de las tendencias en este género que constantemente se repetían en mis visualizacio- nes. ¿Por qué de repente se pondrían de moda los fantasmas en una década en concreto? ¿Por qué al parecer existen ciertas “normas” en algunos filmes para poder sobrevivir? No es ningún misterio que hay cientos de películas tremendamente parecidas que se estrenaron en las mismas épocas, por lo que necesitaba saber si este tipo de sucesos eran cuestión de tendencias marcadas forzosamente por las grandes productoras o algo más unido y representativo de lo que experimentabamos como sociedad al mismo tiempo. El género cinematográfico del terror siempre ha tenido la consideración de ser “inferior” o “chaba- cano” por mostrar actos moralmente deplorables e incomodar deliberadamente a su público sin ofre- cerles nada positivo a cambio, pero es esa libertad a la hora de crear la que le ha permitido represen- tar prácticamente cualquier situación imaginable. Y la misma que les dio un camino a seguir a unos directores que no debían temer al mostrar sus ideas, ya que no buscaban considerarse grandes artistas del cine, sino expresar todo lo que sus mentes podían imaginar sin ningún tipo de reparo.