Cromatismo: viviendas para una nueva tercera edad

Abstract

La ciudad de Marchena se enmarca dentro de la tipología de ciudad media agrícola de la campiña sevillana. Los diferentes pueblos, culturas y sucesos acaecidos en su entorno, desde la prehistoria hasta la actualidad, han condicionado la trama urbana de la ciudad y han forjado una identidad arraigada en sus habitantes, impulsada por la conservación de multitud de tradiciones propias que se alejan, por su singularidad, de las mantenidas en las ciudades de su entorno. Esta cultura de conservación de la identidad ha inspirado a los marcheneros durante años en la preservación del patrimonio arquitectónico del municipio como recuerdo constante de unas raíces propias que el paso del tiempo ha edificado como una cultura singular y característica de la propia ciudad. Marchena se encuentra situada en el valle del Guadalquivir, concretamente en la campiña sevillana, a unos 60 km. de la capital. Su población en el año 2018 era de 19.580 habitantes y su extensión de 378,35 Km2 según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía. El trabajo de sus fértiles tierras, bañadas por el río Corbones y varios arroyos como el Salado, dedicadas al cultivo del olivar (aceite de oliva y aceituna de mesa) y del cereal (trigo y cebada), ha sido tradicionalmente y en la actualidad, la base de la economía marchenera. La situación de Marchena en el corazón de la campiña sobre un pequeño promontorio y en un enclave de comunicaciones importantes (Sevilla, Écija, Antequera) ha determinado la presencia humana desde la prehistoria hasta la actualidad, su densa historia, llena de sucesos y vicisitudes han dejado en su trama urbana huellas indelebles que se han convertido con el paso del tiempo en testimonios extraños y únicos de la propia historia de la ciudad y sus habitantes.