Resumen | La Unión Europea es una de las comunidades internacionales más ambiciosas del
mundo contemporáneo y, posiblemente, también de la Historia. Ante el panorama desolador
que dejó en el continente la Segunda Guerra Mundial y ...
La Unión Europea es una de las comunidades internacionales más ambiciosas del
mundo contemporáneo y, posiblemente, también de la Historia. Ante el panorama desolador
que dejó en el continente la Segunda Guerra Mundial y el estímulo económico que supuso el
Plan Marshall para muchos países europeos se entreabrieron las puertas, primero, a una
Comunidad Europea que encontraría al final del pasillo, con el paso de los años, una Unión
más amplia y estrecha pero, también, más compleja en sus diligencias.
Este vínculo entre países se ha adentrado cada vez más en un dédalo plagado de
conflictos de intereses, una lenta y tediosa burocracia y un sinfín de discursos, tanto políticos
como mediáticos, que critican su funcionamiento, en ocasiones, señalando a blancos aislados
que consiguen integrar dentro del debate en las mismas instituciones europeas. La propia
edificación de la UE, que comienza controlando el mercado del carbón y el acero -dos
materiales fundamentales para la guerra- bajo el aliciente de la CECA pasa luego a estrechar 98
sus lazos políticos y reforzar los económicos mientras la cohesión social quedaba, por tanto,
en un plano secundario.
Lo que empezó como una unión de tan solo seis países ha evolucionado hasta reunir a
27 Estados europeos, uno menos tras la salida del Reino Unido. Este fenómeno sin igual,
donde un país miembro abandona la Unión por primera vez en su historia tras más de 40 años
en consonancia, clamaba por “recuperar el control” de una soberanía empobrecida. Pero no 99
ha sido este el único acontecimiento reciente que ha levantado sospechas respecto al futuro de
la UE: la gestión de los flujos migratorios ha copado el centro de muchos discursos,
especialmente por parte de la extrema derecha europea, y agrandado la brecha entre el “ellos”
y el “nosotros” en la Europa de la solidaridad. Todos los debates quedaron, sin embargo,
aparcados con la primera pandemia del siglo XXI que trajo, entre muchos otros momentos
insólitos en la historia reciente, la primera deuda compartida por todos los países de la Unión,
recogida en un Fondo de Recuperación negociado en el mes de julio. Mientras estas
discusiones siguen en vilo, la UE sigue buscando nuevas formas de reinventarse.
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