Tesis (Estética e Historia de la Filosofía)

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  • EmbargoTesis Doctoral
    Poesía y ontología en la antigua cultura Náhuatl (Hermenéutica de los antiguos Cantares Mexicanos)
    (2024-09-20) Millán Campuzano, Marco Antonio; Antón Pacheco, José Antonio; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    El tema central de la tesis es la búsqueda de una ontología propia en la poesía náhuatl prehispánica. El método de acceso es la hermenéutica filosófica de H.G. Gadamer, apoyado, consistentemente, por la ontología fundamental de Martin Heidegger. Se analiza, bajo esa óptica, los manuscritos del siglo XVI que contienen dicha poesía náhuatl, bajo la premisa de que, tanto el tema de la muerte, como el de la angustia, dan muestra fehaciente de que en el antiguo pensamiento de los nahuas hay una ontología que se expresa en la poesía. Asimismo, se propone un diálogo con la actualidad tecnológica que mantenga la posibilidad de una auténtica "fusión de horizontes". La tradición antigua comunica algo con sentido a la época actual, bajo la forma de una ontología poética.
  • EmbargoTesis Doctoral
    Flâneur de pueblo Camino poético, etapas y "correspondencias" de la obra de Joaquín Romero Murube
    (2024-06-10) Cueli Caro, Álvaro; Murcia Serrano, Inmaculada; Vázquez-Medel, Manuel Ángel; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía; Universidad de Sevilla. Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana
    Esta tesis doctoral analiza la figura y obras de Joaquín Romero Murube –Los Palacios, Sevilla, 1904-1969–, descubriendo su carácter de poeta paseante, «flâneur de pueblo». La investigación se centra en las obras de carácter preeminentemente poético y traza el camino y la búsqueda que lleva a cabo el autor a lo largo de su vida. Este análisis permite la definición y clasificación de su producción, dividiéndola de manera novedosa en etapas –«Campo», «Zaguán» y «Patio o Jardín»–, hallando también su intención, simbolismo y finalidad. La investigación desarrolla la relación del poeta con el «espacio» y la «ciudad» de Sevilla, centrándose sobre todo en el calificativo de la «gracia». Por medio de ella, se desarrolla una imagen de Sevilla «cosmopolita y universal», que siempre anheló el autor. También analiza su la figura del poeta flâneur, inspirada en Baudelaire, y el recurso de Proust de En busca del tiempo perdido, que Romero Murube lleva a cabo por medio de la «recuperación del espacio» en su obra Pueblo lejano. Joaquín Romero Murube es el poeta que más versos dedica a la ciudad de Sevilla en la primera mitad del siglo XX. Perteneciente a la Generación de 27, esta tesis también reivindica su figura, algo olvidada y malentendida, así como una clasificación distinta de dicha generación poética, a través de su figura y del término «Edad de plata». A lo largo de la investigación, se establecen «correspondencias», uniones poéticas, literarias y filosóficas con otros autores y filósofos, que son el medio fundamental de comparación y análisis y permiten una aproximación y una visión completamente novedosa del autor. Por último, la investigación presenta una visión de conjunto de la obra, que se caracteriza como «mudéjar» y es también novedosa. Con ella, finaliza el recorrido por poética Joaquín Romero Murube.
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Los hilvanes del aire: Sunyata y Tathata en la ontología de Nagarjuna y en las navegaciones y derivas de la escuela Madhyamaka
    (2024-04-29) García López, Agustín Mª; Antón Pacheco, José Antonio; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía; Universidad de Sevilla. Departamento de Filosofía y Lógica y Filosofía de la Ciencia
    Como objetivo general, nuestro estudio se propone profundizar en el análisis de la ;losofía de Nāgārjuna, dando cuenta de la tematización ontológica de los sūtra originarios donde se inscribe el silencio del Buddha: vocación del pratītyasamutpāda o ‘cosurgimiento interdependiente’, ámbito dinámico del interser fenoménico de las diez mil cosas, contemplado a través del doble prisma de la vacuidad universal o Kūnyatā —de acuerdo con la verdad hodierna o paramārtha— y de la presencia fenoménica o tathatā —en consonancia con la verdad cotidiana o saṃvṛti—, hallándose ambas en ausencia de cualquier substancia inherente, concepto —sólo denotativo— o absoluto, lo que conduce al nirvāṇa o la libertad, que no di;ere un ápice del saṃsāra, puesto que ambos carecen de substancia propia, fuera ésta inmanente o trascendente.
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Ilustración corpórea: pensamiento estético-gráfico sobre la tridimensionalidad en la ilustración y el diseño actuales
    (2023-11-11) Sánchez Morgado, Celia; Infante-del-Rosal, Fernando; Sánchez-Cortegana, José M.; Universidad de Sevilla. Departamento de Escultura e Historia de las Artes Plásticas; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    Cuando escuchamos la palabra ilustración, inmediatamente pensamos en una imagen sobre una superficie plana. El concepto de ilustración viene ligado a la bidimensionalidad casi de forma innata, entendiéndose como ilustración, aquello de connotaciones artísticas que aparece sobre un soporte plano. Es cierto que este pensamiento viene heredado del siglo pasado cuando la ilustración se practicaba en áreas como el grabado, el dibujo y la pintura. La ilustración corpórea es un desarrollo característico del siglo XXI, que cuenta con apenas dos décadas de existencia pero que se ha manifestado de manera notable y extensa. Por ilustración corpórea podemos entender la creación llevada a cabo por ilustradores, con consciencia de ilustradores y según criterios característicos de la ilustración y la representación gráfica, que transponen su hacer bidimensional al volumen y corporeidad. En esta práctica, se da una clara comprensión de permanencia en el medio ilustrativo, porque las motivaciones y criterios son más claramente de la ilustración gráfica que de la escultura. El presente estudio sobre la ilustración corpórea ofrece el conocimiento y, por lo tanto, la posibilidad de su incorporación como nueva terminología y espacio de identificación para los ilustradores. La ilustración corpórea ofrece una nueva tipología de producción, un nuevo eslabón en la evolución de la ilustración contemporánea que no se había identificado hasta ahora.
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Las huellas de la mística judía y musulmana medieval en autores contemporáneos hispánicos: Luce López-Baralt, Francisco Martínez Dalmases y Mario Satz Tettlebaum
    (2023-03-20) Murphy Ávila, Christine Marie; Antón Pacheco, José Antonio; Beneito Arias, Pablo; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Los peldaños de la extinción. Breviario del neopesimismo
    (2022-05-27) Naranjo Cobo, Pedro; Ordóñez García, José; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    This research was motivated by our acknowledgment of the lack of a cohesive structure in the so called ‘philosophical pessimism’. We observed that, though some ideas are generally considered pessimistic, there was not a systematization of those ideas nor a theoretical corpus of pessimism that allows us to make such a statement. The same goes for the authors considered by most contemporary philosophers to be pessimists: what appears to be some dim darkness in their intellectual approaches to existence automatically qualified them as pessimists, but we lacked a historical categorization of the differences between those authors, their philosophical systems, and, most of all, the possible connections and influences among them. That is why we considered necessary to carry out a review of philosophical pessimism in order to identify what constitutes that school of thought (or even if it can be seen as such), to propose a binary system that separates what, as far as we are concerned, are different types of pessimism that have become mutual antagonists, and finally, to systematize these a ideas in a progressive philosophical theory which could eventually culminate in a development and correction of those steps that, from our point of view, were mistaken. Our hypothesis, then, was the following: it is possible, and it should be done, to track down the pessimistic ideas of, at least, the last two centuries, in order to connect them, define a theoretical corpus and develop their components until what we consider to be their last consequences with the objective of creating an intrinsically new system of thought. We considered this hypothesis to be highly fruitful due to the small amounts of investigations regarding this topic. It is easy to imagine, as we have deeply discussed in the present essay, that philosophical pessimism is not a very esteemed subject of study, and it tends to be underrated or simply considered to be uninteresting in the modern world, where affirmative philosophy rules. However, and contrary to popular belief, we found out that many authors, from the nineteenth century Germans to the French existentialists of the twentieth century, had the seed of the modern considerations of pessimism in their philosophical proposals, which was in concordance with our hypothesis, and many of them could be perfectly labeled as pessimists, even if these authors themselves fought to not be associated with such description. Likewise, the heterogeneous condition of the matters that we have dealt with allowed us to look into the core of many authors that investigated one topic from different, and often totally opposed views. The task of occasionally redeem that confrontation in order to establish a clear connection and progression between their ideas have been as stimulating as it has been productive; that is the case, for example, of suicide and antinatalism, both of them subjects where philosophers tend to strongly disagree. While philosopher David Benatar, for example, considers that there is no life worth-starting, but also that there can be a life worth-living for those who already exists, author Thomas Ligotti criticizes that posture, claiming that no existence can be redeemed from the harm that carries with it. When it comes to the method that we have used, it must be said that we have proceeded with the properly philosophical one, that is, research, reading, elaborating what we have read, and talk to experts in those matters about our conclusions. With all that and the guidance of our director, the project of this thesis drove us through very complex texts, where three main sources could be distinguished. The first one refers to the books written by the philosophers involved in our investigation. For example, when we had to develop a chapter about nihilism, it was necessary to dig deeply into the texts of Nietzsche and Sartre, among others. Also, it seemed impossible to talk about suicide without alluding to Mainländer´s Philosophy of Redemption or Améry´s Discourse on Voluntary Death. To become familiar with the terminology used by these authors in order to fully understand the nuances of their proposals required a careful examination of the structural ideas of their philosophical systems. To that purpose, the second source was priceless. It consisted on secondary bibliography, or in other words, articles and sometimes books about other authors, where some philosophers that we considered relevant for our purpose exposed their ideas about them, or even just a clear and useful interpretation. An example of that would be the long list of articles cited at the end of the present work, that allowed us to expand our comprehension about some particular points that we were investigating. Finally, our third source is the one that we consider the most innovative: we got in touch with four contemporary authors whose works are nowadays key for approaching the matters that we were interested in. In our conversations with these authors, we exposed to them our idea of neopessimism, and asked them their philosophical insights about the cornerstones of our proposal, some of which constituted the most famous subject of investigation of the aforesaid authors, such as David Benatar´s antinatalism or Julio Cabrera´s position on suicide. Lastly, we want to summarize our results by saying that we found out that neopessimism is, indeed, a feasible idea, and in view of that, we have done our best to implement it. We hope to have configured a philosophical system that exposes to the reader an ordered theoretical corpus of what constitutes the pessimistic core, understood from a purely analytical and methodological position. Of course, we are aware of how bleak our work can seem, and we do not have any intention of defending ourselves from that observation. It is, on the contrary, our main goal to challenge the position of affirmative philosophy when it comes to existential questions that, for many decades, have been neglected in favor of academic matters that are, from our point of view, of no interest at all to the average citizen that has to decide how to conduct himself in this chaotic and meaningless universe.
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Republicanismo cívico y reforma institucional de Florencia: Maquiavelo, Guicciardini y Giannotti
    (2021-10-26) Fernández Muñoz, Jesús; Hermosa Andújar, Antonio; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    Este trabajo estudia y analiza parte de la filosofía política de Niccolò Machiavelli (1469-1527), Francesco Guicciardini (1483-1540) y Donato Giannotti (1492-1573) en lo que tiene que ver con el republicanismo y la reforma institucional y política de Florencia. La investigación se centra en las ideas políticas de estos autores y en sus análisis y reflexiones sobre las instituciones republicanas. Estos filósofos florentinos se ocuparon de examinar los diversos tipos de Estado, las formas de gobierno y su realidad política con las miras puestas en la reforma de Florencia, especialmente a partir de la salida de los Médici del gobierno de Florencia en 1494 y su vuelta en 1512. Cada uno a su modo profundiza acerca de la realidad de la política florentina con una perspectiva histórica más o menos amplia y profunda. Los tres tienen una visión negativa del ser humano, al considerar que los hombres solo actúan bien por necesidad, por lo que se hacen necesarias instituciones y leyes que contrapesen dicha maldad e impidan la acumulación de poder. El objetivo principal del trabajo consiste en analizar la parte de la teoría política de estos autores relacionada con el republicanismo y el problema de Florencia y su reforma institucional, al objeto de comprender los cambios y reformas que propone este republicanismo cívico en la situación particular que atravesaba Florencia, principalmente desde la república de 1494 y a partir de la vuelta de los Médici en 1512 en el caso de Maquiavelo y Guicciardini, y también a partir de 1527 con la vuelta de la breve república que terminó en 1530 en el caso de Giannotti. Las obras que se analizan son los Discursos sobre la primera década de Tito Livio de Maquiavelo; el Discurso de Logroño, los Recuerdos, el Diálogo del gobierno de Florencia de Guicciardini y la República de Florencia de Giannotti. Los autores reflexionan sobre la posibilidad de un tiempo nuevo para re-vivir a su ciudad a partir de un análisis del pasado, esto es, plantean una serie de reformas necesarias con el objetivo de renovar las instituciones florentinas a fin de generar los cambios necesarios para el Estado. Las enseñanzas de estos cives florentini en todos los casos implican reorganización institucional y novedades para la libertad y el futuro de una ciudad que adolece de instituciones corruptas y malas costumbres. Maquiavelo, en los Discorsi, no se refiere tanto al análisis y cambio de las instituciones florentinas y a su –posible– reforma de una manera directa como lo hacen Guicciardini y Giannotti, sin embargo, en los textos del que fuera secretario de la segunda Cancillería de la República de Florencia se encuentran los fundamentos teóricos elaborados a partir de su experiencia política y de la historia antigua, y en concreto de las instituciones romanas que en tantos aspectos considera ejemplares y que servirían de modelo para refundar eventualmente Florencia. Subdividimos el pensamiento de Maquiavelo al respecto en tres capítulos, dedicados a la política interior, la política exterior y las relaciones entre ambas. Francesco Guicciardini, por su parte, en 1512 comienza a escribir en España su discurso Del modo di ordinari il governo popolare, también conocido como Discurso de Logroño, donde propone una serie de reformas necesarias para Florencia ante la situación de corrupción política en la que estaba envuelta la república en 1494. Tanto su Diálogo como sus Ricordi los escribió en un arco temporal más amplio; en el primero reflexiona sobre los problemas políticos del gobierno popular de 1494, al modo de un diálogo platónico donde en un primer momento compara los problemas institucionales del gobierno popolare con el gobierno de los Médici. En un segundo momento realiza su propuesta de reforma del gobierno popular en una república bien ordenada con un Confaloniero vitalicio, una Señoría, un Consejo Intermedio y el Gran Consejo donde todos los ciudadanos podrían participar según sus capacidades y en justo equilibrio para el buen funcionamiento de esa república. Esto quiere decir que se hace necesario que los hombres sabios y más virtuosos ocupen indefectiblemente un lugar preeminente en esa república para la deliberación, aunque la toma de decisiones final en algunos casos esté en manos del Gran Consejo. Giannotti, en La República de Florencia, desarrolla un análisis sistemático de los problemas pasados de las repúblicas de su ciudad en 1512 y 1527, un auténtico examen exhaustivo de los errores cometidos y que propiciaron el retorno de los Médici a la ciudad y, por ende, la vuelta a la tiranía. A partir de esos equívocos propone una serie de reformas profundas para que, cuando eventualmente se constituya la próxima república, Florencia pueda mantener su libertad para siempre. Estas reformas siguen la línea maquiaveliana y guicciardiniana: Confaloniero vitalicio, Señoría, Senado, Colegios y Gran Consejo. Los tres florentinos insisten en la necesidad de que la república pueda conservar sus dominios y, por lo tanto, debe estar en condiciones para defenderlos y defenderse a sí misma llegado el caso. Las instituciones republicanas se mantendrán, en última instancia, como lo hicieran las romanas, gracias a la fuerza militar, con una política basada en un ejército propio. Dar armas e instruir a los ciudadanos será el mejor modo de defenderse y organizar internamente al Estado. La conclusión principal que se extrae del análisis de estos autores son tres principios fundamentales y básicos que comparten: 1) el realismo político (una política basada en el ser en lugar de en el deber ser, a partir de análisis empíricos e históricos con descripción y evaluación de la situación de Florencia y de su historia), 2) la propuesta de reformas profundas de las instituciones y 3) un nuevo patriotismo cívico republicano (la conservación de las instituciones depende de la responsabilidad de todos los ciudadanos con disponibilidad y capacidad para servir al bien común). Otras conclusiones significativas de este trabajo tienen que ver con la necesidad del gobierno mixto y la separación de poderes para la reforma del Estado florentino, con la finalidad de que puedan participar todos los ciudadanos según su capacidad y en igualdad de condiciones; con el pueblo como órgano garante y controlador del poder, a fin de evitar su acumulación en pocas manos; el deseo de libertad de la ciudad, patente en la igualdad ante la ley y en la importancia concedida a la seguridad y la tranquilidad, a las que se aspira a preservar de las arbitrariedades. En los tres autores se profundiza en la realidad política a partir de tres vértices o conceptos fundamentales para el pensamiento filosófico en general y para la filosofía política en particular como son historia, experiencia y razón.
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Fundamentos óntico-ontológicospara una Corpórica Lacaniana
    (2021-06-18) Rodríguez Ribas, José Ángel; Ordóñez García, José; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    Que el nacimiento del Psicoanálisis pudo darse gracias a la confluencia de la medicina, algunas aportaciones filosóficas, el espíritu de una época y la inquietud de un clínico avezado, es del todo un hecho. Y aunque S. Freud pudo beneficiarse de ciertas aportaciones de su época ante el descubrimiento de ese “ignoto territorio”, que fue el del inconsciente, prácticamente, el solo fue creando los fundamentos de un nuevo y original saber hasta verlo elevado a la categoría de nuevo paradigma. La incidencia del psicoanálisis en la historia del pensamiento iría mucho más allá de su intención original, reflejándose, a lo largo del pasado siglo en innumerables campos antropológicos, estéticos, pedagógicos, políticos etc. pero, sobre todo, el filosófico. Bien es cierto que la dirección de sus influencias terminaría siendo francamente desigual, a pesar que la obra del propio J. Lacan estaría trufada de escogidos filosofema y precisas referencias. Y todo ello porque el psicoanálisis, por su propia condición y objeto de estudio, nunca tuvo la pretensión -ni lo es ni puede serlo- de ser un sistema filosófico y menos aún, una ontología con vocación metafísica. Tanto más esto sucede con el cuerpo. Si tenemos en cuenta que Freud, despejando el estatuto del inconsciente, pudo traer para sí una nueva concepción de la corporeidad, muy diferente a la neurobiológica, entonces imperante. Con el discurrir del tiempo, el concurso de numerosos pensadores contemporáneos no solo llegó a conmover los fundamentos psicoanalíticos sobre el cuerpo, sino que le exigirá nuevos engarces, apuntalamientos, redistribuciones de sentido y significación, hasta componer un edificio que ya no fuera el exclusivo de una corporeidad psicoanalítica clausurada sobre sí misma. Ese es, por lo tanto, el motivo que anima este trabajo. Si partimos de la indagación acerca de las condiciones filosóficas (óntico-ontológicas) que fundan la corporeidad, para ponerlos en diálogo con una orientación freudolacaniana, nuestra hipótesis reza tal que: “Estaremos en condiciones de delimitar las consecuencias epistémicas, éticas, clínicas y políticas de una presunta “Corpórica Lacaniana”. El intento de la presente indagación sería, pues, el de poner a conversar, presencia a presencia, a los más variados pensadores y practicantes de la corporeidad del ser-hablante. Diálogo fecundo y productivo, sin pretensiones trascendentales pero, a su vez, variado, diverso, inacabado y sorpresivo. En este sentido, el grueso del presente trabajo consiste en una relectura filosófica y psicoanalítica de los ejes que comandan las diversas posiciones que sobre el cuerpo pudieron elaborar insignes autores en sus ámbitos. Un cuádruple movimiento textual y lectural ha sido requerido en esta indagación: -El primero, va desde la filosofía al psicoanálisis, en su creación. Aunque apenas reseñado, este último no hubiera sido posible sin la concurrencia de la primera. -Segundo. Interno al psicoanálisis: precipitando las líneas de fuerza, detenciones, puntos de sutura y evoluciones interrumpidas, impasses, que se dan en el pensamiento freudolacaniano en lo atinente al cuerpo (Capt. 8). Hablamos de los Paradigmas del cuerpo desde el Psicoanálisis (Rodríguez Ribas, 2011). -Tercero. Desde el psicoanálisis a la filosofía Para implementar un procedimiento filosófico similar respecto a algunos pensadores señalados (Capt. 9). Este es el trabajo más laborioso. Son los Paradigmas Filosóficos del cuerpo. Pues si en el segundo momento, a pesar de sus accidentes, el terreno ya estaba acotado por unos rasgos comunes -los llamados conceptos fundamentales del psicoanálisis- en este tercero, a lo máximo que podemos aspirar es a una cartografía de regiones, de islas o territorios en lo que no queda absolutamente claro que nos refiramos a la misma modelización del objeto, cuando este sea analizado. Acá, se trata de en indagar “en” la filosofía, dentro de ella, aquellos postulados que hayan tenido acción de “causa” de los principios de la corporeidad freudolacaniana. Sabiendo bien, que ni “toda” la filosofía encuentra sus “raíces” en los fundamentos corpóricos; ni toda la corporeidad encuentra sus fundamentos en “la” sola (ni en “una” sola) filosofía. De esta manera, el psicoanálisis se sumerge en la filosofía, dejándose impregnar, sin tener porqué disolverse en ella. -Cuarto movimiento. Desde la filosofía al psicoanálisis. Giro de “retorno”, de “vuelta” al psicoanálisis, de “aquel” psicoanálisis que resultó arañado, marcado, por la filosofía. En resumen. Se podría llegar a definir una Corpórica de orientación lacaniana, como el proyecto de: “un nudo conjetural -por paradojal, contingente e imposible-, resultado del engarce epistémico, clínico y político cuando el cuerpo del sujeto lacaniano resulta interpelado por determinadas filosofías, junto con el pensamiento psicosomático y (bio)político”. Para “airear” y vivificar, pero también, para interrogar algunos lugares ya vueltos “comunes” en la filosofía y el psicoanálisis freudolacaniano del cuerpo. Asimismo (y en última instancia, pues es eso de lo que se trata) para abrir nuevos horizontes al tratamiento y abordaje de la subjetividad corporizada. Este cuarto movimiento, lo encontramos en el Capt. 10.-Conclusiones. Fundamentos para una Corpórica Lacaniana. Cuyos ejes principales transcurren por derroteros como: -Epistemología de los Cuerpos Habientes. La Historicidad del Otro junto con el ser, haber, existir y tener Cuerpo ocuparán la primera parte. El unitarismo trimodal de la corporeidad. Una óntica de lo real: desde los cuerpos habientes a los diversos artefactos de lo real. -Una Clínica para los cuerpos: (psico)Somática lacaniana. La emergencia de otros goces trae aparejados nuevos problemas: una Clínica Otra. Malestares contemporáneos del Cuerpo: cuerpos debilizados, cuerpos obsesivos, posición corpórica y génesis del FPS (fenómeno psicosomático), modalidades contemporáneas de psicosis, psicosis ordinarias, cuerpos debilitados y cuerpos autísticos. Para terminar con la cuestión clínica de la continuidad o rigidez estructural de las corporeidades contemporáneas. -Una Política con los cuerpos hablantes: Ética y Biopolítica de la Defferencia. Donde dedicaremos la primera parte a versar sobre la ontología del capital y sus estragos corpóricos. La biopolítica de los cuerpos capitalistas y cuerpos Diferentes (Crip, queer), ocuparán la segunda parte; para concluir con un estudio sobre el Cuidado, como una ontología del ser-con, y la propuesta de una pragmática de la Defferencia.
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Poética mortis.Conversación hermenéutico-filosófica con muerte sin fin de José Gorostiza
    (1999) González Galván, Humberto; Díaz-Urmeneta Muñoz, Juan Bosco; Rosales Mateos, Emilio; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Creatividad y concepto: sobre las relaciones entre Filosofía y Poesía desde la conciencia trágica
    (1979-10-11) Romero de Solís, Diego; Peñalver Gómez, Patricio; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Racionalidad moderna e individualidad en la obra de Isaiah Berlín
    (1992-02-06) Díaz-Urmeneta Muñoz, Juan Bosco; Romero de Solís, Diego; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Estudio de la virtud en Platón
    (1989-05-19) Agüera Murillo, José; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    • La tesis consta de un solo volumen. en la introducción se especifican el método y objetivos a alcanzar. en sus capítulos se estudian estos objetivos pormenorizadamente en todas las obras de Platón, haciendo hincapié en aquellos aspectos que concurren, para que por medio de su asimilación, en la felicidad y equilibrio como caminos que nos han de llevar al bien. la bibliografía se recoge por capítulos y en un apartado general subdividiéndose este por materias tratadas y aspectos específicos que se contemplan en el desarrollo de la tesis. Por último en las conclusiones se recoge lo aportado como original en el trabajo del doctorado.
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Propedéutica existenciaria de la vida en común a partir del pensamiento de Martin Heidegger. Condiciones de posibilidad para una política de mínimos
    (2020-01-30) Gilabert Bello, Fernando; Ordóñez García, José; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    Nuestro propósito es dilucidar la posibilidad de un planteamiento de lo político en el pensamiento de Heidegger. Es sabido que éste estuvo vinculado biográficamente al nazismo, pero creemos que en su filosofía hay conexiones con lo político más allá de la adhesión a la política del NSDAP. Es por eso que hemos de rastrear la posibilidad de llevar a cabo una propedéutica existenciaria, que exponga la preocupación por la vida en colectividad, y es en la obra de Heidegger donde encontramos una serie de pautas a partir de las que desarrollar una política de mínimos, no desde la óptica de una filosofía política o una politología, sino desde el pensamiento acerca de los otros, de los demás con los que compartimos mundo, de la mera convivencia del uno con el otro. Siguiendo esto, usando las herramientas legadas por Heidegger, desmontaremos la política contemporánea, que creemos que no ha comprendido el sentido ontológico de lo político mismo, e iniciaremos el desarrollo de las condiciones de posibilidad de una ontología de lo político que nos permita elucubrar la construcción fáctica de una nueva política dentro de un nuevo marco ontológico existencial.
  • Acceso AbiertoPremio Extraordinario de Doctorado USTesis Doctoral
    Técnicas y tecnologías de la acción creativa frente al control social mediático: Actitudes críticas en la obra de Antoni Muntadas
    (2017-09-05) Luna Delgado, Diego; Rosales Mateos, Emilio; Díaz de Urmeneta Muñoz, Juan Bosco; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    El objetivo de esta investigación ha sido la elaboración de una lectura global y alternativa de la obra del artista Antoni Muntadas. Un proyecto inscrito en los campos de la mediología y de los estudios visuales, de los cuales ha tomado ciertos enfoques e ideas que han ayudado a aglutinar y encauzar su desarrollo, si bien su marco conceptual ha estado definido sobre todo por los parámetros heurísticos de la «microfísica del poder» de Michel Foucault. Como hipótesis de partida se consideró: por una parte, que, además de lo comúnmente señalado en la abundante bibliografía sobre el trabajo de Muntadas, un tipo de «acción creativa» como la suya –acorde con la teoría de Hans Joas–, a medio camino entre la investigación artística y la sociológica, podría constituir una herramienta privilegiada para abordar directamente la construcción de la realidad social actual (con independencia de las condiciones impuestas por el contexto artístico); y, por otra, que existiría de hecho una problemática transversal a toda la obra que justificaría la anterior hipótesis, la del control social mediático (CSM). El análisis en profundidad de una serie de trabajos seleccionados y divididos en cuatro bloques temáticos («Media landscape», «Lógica del neoliberalismo», «Síntomas de la globalización» y «Censura y vigilancia») demostraría, no solo que el CSM ha sido una preocupación constante en la práctica artística del autor desde sus comienzos, sino que esta misma guarda importantes paralelismos con la práctica filosófica de Foucault: si bien a nivel metateórico aparece en ambos casos una reflexión implícita sobre la metodología del proyecto, cuyo diseño procura siempre comprometer al espectador o al lector en la experiencia investigadora, a nivel teórico, el interés compartido por las técnicas y tecnologías empleadas en los procesos de subjetivación, que ayudan a enmarcar las relaciones de saber y de poder dentro de sus propios medios y objetivos, anima incluso a intuir en Muntadas el eco del trabajo que Foucault nunca pudo llegar a concluir. La tesis surgida entonces sería la siguiente: la progresiva reivindicación de una «subjetividad crítica» a partir de un determinado momento en la trayectoria del artista –en torno al año 1978–es el contrapunto necesario a una nueva forma de control, hoy predominante, que parece ir más allá de los diferentes modelos de normalización –en todo caso, aún activos–identificados por Foucault. La seducción de sí –como podría ser denominada esta nueva forma de control–, constituyente de un paradójico y más que factible cuarto momento de las prácticas del «cuidado de sí», encontraría sus orígenes en el proceso de espectacularización de la realidad diagnosticado por autores como Adorno, Horkheimer, Marcuse, Debord o Baudrillard, es decir, en las mutaciones mediáticas de un poder asimilado a la seducción definitoria de la sociedad de consumo, y algunas claves para su desarrollo en otros como Deleuze, Guattari, Debray, Lipovetsky, Han o Le Breton.
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Hacia una nueva teoría de la escultura a partir de las relaciones arte-naturaleza en el Land Art
    (2017-09-29) Llull Llobera, Paula; Molina Flores, Antonio; Jiménez-Blanco Carrillo de Albornoz, María Dolores; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    El cambio de rumbo experimentado por el arte en la segunda mitad del siglo XX fue decisivo en la revocación del papel secundario que hasta el momento había mantenido la escultura frente a la pintura. En este cambio de percepción ha sido esencial en el modo en el que la escultura ha abordado los temas relacionados con la naturaleza. Prueba de ello es que las espectaculares intervenciones artísticas en los desiertos de Estados Unidos y las acciones de los artistas británicos en la naturaleza a finales de los años 60 pueden considerarse la marca más reconocida del nacimiento del arte conceptual. Desde los años 80, el mundo del arte ha tendido a desarrollar una serie de prácticas que abordan grandes cuestiones de alcance global. La crisis ecológica de los últimos años ha situado en la primera línea del debate artístico la tradicional oposición entre cultura y naturaleza, y propone una reevaluación de los modelos de representación y pensamiento a la luz de las investigaciones científicas que confirman la íntima relación entre la actividad humana y la degradación del medioambiente. La presente tesis pretende investigar la evolución de las relaciones entre el arte y la naturaleza a partir del cambio paradigmático que se produce en la escultura en la segunda mitad de la década de los 60. Para ello se han tenido en cuenta dos eventos clave: por una parte, la crisis del monumento y, por otra, la expansión del campo de acción de la escultura con la incorporación de la experiencia física del espectador. Como consecuencia de estos pasos iniciales, la ya famosa desmaterialización del arte será también objeto de análisis en la medida que incorpora elementos no artísticos y da lugar a la instalación, un formato que ha sido decisivo en la vinculación de las cuestiones del medioambiente con el ámbito del museo.
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    La sabiduría como experiencia iluminativa y reflexiva: Suhrawardi y la ciencia de las luces
    (2003) De Vita, Andrea Paula; Antón Pacheco, José Antonio; García Bazán, Francisco; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    El presente trabajo tiene como objetivo presentar el pensamiento del sabio Pera, Suhrawardi (S. XII), atendiendo a su obra principal la sabiduría de la iluminación. El primer capítulo reconstruye la biografía del filosofo y el contexto histórico-escolar e
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    La mujer como metáfora artística de la crisis del racionalismo
    (2003-06-23) Godoy Domínguez, María Jesús; Díaz de Urmeneta Muñoz, Juan Bosco; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    1. Esta investigación partía de la premisa de la consideración de la mujer como instrumento comunicativo de la modernidad artística, en su primer estadio, antes de la irrupción de las vanguardias, en un momento de incertidumbre, de desengaño y desconfianza generalizada hacia el ordenamiento racional implantado por la modernidad histórica siguiendo el diseño de sociedad esbozado por los filósofos ilustrados. Se trataba de desentrañar la significación encerrada en un símbolo que se repetía con gran insistencia en el arte de la época, desde un enfoque concreto, el de acometer una lectura distinta de la ofrecida por la práctica moderna acerca de los principios teóricos de la Ilustración, cuya extraordinaria riqueza significativa garantizaba, y aún garantiza, múltiples interpretaciones, no necesariamente coincidentes con la de la modernidad histórica y, por lo tanto, como dice Benjamín, con la que “pasarle a la historia el cepillo a contrapelo”. La lectura específica de la Ilustración que esta investigación procedía a efectuar desde la esfera artística, tenía dos objetivos básicos, al entender que dos habían sido también los olvidos de la práctica ilustrada moderna derivada del Liberalismo, su concreción racional más inmediata en un orden político-económico: atender a las luces y, a la vez, las sombras que conforman la alquimia de la identidad humana y extender las garantías emancipadoras al varón y a la mujer porque tanto uno como otra son miembros integrantes de la especie humana en cuyo nombre se levanta el edificio ilustrado. La finalidad de esta lectura, si se quiere, contralectura, era dejar constancia que desde el arte, como una de tantas esferas existenciales que lo hacían simultáneamente, se abogaba también por la implantación del proyecto de sociedad gestado en el XVIII, valiéndose de un discurso propio que intentaba abrirse hueco en el sistema de pensamiento dominante a fin de que el tránsito de la ignorancia al conocimiento no supusiera merma para la felicidad humana por el avance demasiado rápido del progreso, que la barbarie no pareciera nunca menos peligrosa que la urbanidad, que los individuos no se sintieran más desgraciados cuanto más civilizados y, de modo general, que el crecimiento a nivel personal no se viera eclipsado por un aumento de necesidades ficticias o de posibles efectos nocivos para la integridad del ser humano. Todo consistía en hacer regresar la modernidad sobre sus propios pasos hasta el punto de partida, obligarse a recorrer los que nunca dio y reescribir en cierto sentido la historia contemporánea. La imagen artística de la mujer era el reflejo de este propósito. Ella refrendaba el supuesto de Cereceda cuando, al interpretar motu proprio la cita con la que Juan inicia su evangelio en el Nuevo Testamento, habla de la potestad del Verbo para hacerse carne, la capacidad del discurso para tomar cuerpo, en este caso, discurso contrailustrado, según la terminología de Berlín, o heterodoxamente ilustrado, si se siguen las indicaciones de Seoane Pinilla. 2. Para llevar a cabo el objetivo propuesto, se articulaba el trabajo en cuatro bloques temáticos fundamentales. En el primero de ellos, se ha abordado la Ilustración desde cuatro enfoques distintos, aunque conectados entre sí: político, económico, social y científico. A pesar de sus diferencias de planteamiento, la conclusión a la que se ha llegado es la misma en cada uno de los casos: el discurso enciclopedista y su intento de implantación a raíz de la Revolución Francesa suscitó amplias expectativas de convivencia humana cimentadas en la razón y en la libertad de los individuos. Pero no tardaría en ponerse de manifiesto que la formulación ilustrada, siguiendo la exigencia de la autonomía individual de carácter formal expuesta por Kant, permanecía al margen de las formulaciones de tipo individualista; entre ellas y por la diferencia o contrapunto que permitía establecer con el modelo formal, se ha subrayado la que plantea la perspectiva feminista o, si se refiere, la que denuncia la realidad en que vive la mujer, porque, por un lado, los valores revolucionarios de libertad racional e igualdad racional no parece que cuenten en su caso, por lo que su situación pone en entredicho el horizonte ético desde el que fueron pensado, y, por el otro, porque, a tenor del parentesco meramente cultural que la mujer guarda desde antaño con la Naturaleza, representa mejor que el varó la negativa al retraso de la satisfacción de los deseos, de las inquietudes y las aspiraciones íntimas del individuo, aspectos todos ellos de la interioridad subjetiva humana que, aunque diferentes a la dimensión eminentemente racional, merecen tener igualmente un desarrollo propio. En ellos radica buena parte de la grandeza de la persona humana, que se ve ensombrecida cuando no se tiene presente ese universo natural interior que coexiste con la racionalidad; pero negativa simultáneamente a la consagración a un solo valor, el de la producción, si se apura, el del progreso que lo conduce, y, de modo general, su apuesta por las necesidades de los sujetos empíricos, en este caso, las del sexo femenino, sacrificadas en nombre de una universalidad que, actuando según las directrices del criterio científico de uniformidad, desemboca en un único, falso y mecánico modelo de humanidad utilizado por el Estado liberal moderno bajo la proclama de un interés general que, a la hora de la verdad, no satisface a ningún particular o, como mucho, a la generalidad masculina, que es la que puede beneficiarse de que los principios ilustrados con contemplen de entrada a la femenina. En este primer apartado, la mujer ha asomado siempre como una oscura línea de sombra tras el orgullo ilustrado, un interrogante planteado al borde del camino que conduce al desarrollo, al avance imparable de la humanidad, para hacer ver que la historia de la liberación racional no puede ser tal si marcha en paralelo a la historia del sometimiento femenino. Esa línea de sombra y ese interrogante perduran hasta hoy, porque incluso hoy, a pesar de la sofisticada infraestructura tecnológica y científica, de la conquista nominal de los derechos cívicos de la mujer a nivel del varón, es posible plantear una dialéctica de la Ilustración tomando a la mujer como principal elemento catalizador de cualquier cultura, incluida la moderna o, lo que viene a ser igual, la que constituye el momento culmen, al menos supuestamente, de la civilización. Si en el plano teórico esta convicción produce numerosos intentos de explicación, en un plano práctico concreto como el arte, que es el que ha sido examinado en los tres bloques temáticos siguientes, se traduce en un reforzamiento gradual de los elementos sentimentales y afectivos como consecuencia de la nueva dignidad que el discurso ilustrado concede al hombre en su totalidad, no sólo en su dimensión racional, que es la que hace primar el Liberalismo y la que no brinda los resultados esperados; y como consecuencia también de la necesidad de hallar respuesta a las muchas contradicciones derivadas de la puesta en escena del ideario ilustrado, entre ellas y debido al interés que reviste para esta investigación, la marginación femenina de los hallazgos modernos. Esta intensificación elige a la mujer como motivo artístico principal. Sin embargo, su caracterización no tiene nada que ver con la acostumbrada e impulsada por una mentalidad patriarcal que se remonta hasta tiempos inmemoriales y que ahora busca en la razón el argumento con que asentar definitivamente su hegemonía. En el marco ideológico de la filosofía ilustrada y en el ámbito específico del arte, la mujer planta cara al varón a fin de desmarcarse de su condición habitual de dominada y sumisa. Este hecho desemboca en dos arquetipos femeninos claros: por un lado, el de la libertina. Situándose al mismo nivel que el seductor, que es quien venía encarnando hasta entonces la superioridad de la especie humana al detentar la titularidad del pensamiento con carácter exclusivo, este primer tipo de mujer recoge el ideal de autonomía individual para adecuar su persona a sus puntos esenciales, lo que redunda en una capacidad crítica del ordenamiento establecido, en la desautorización de los antiguos universos de valores, principalmente de cariz metafísico o religioso, y también en la formulación de nuevos conceptos a su medida, es decir, a la medida humana, que es la que la Ilustración alimenta con la revalorización de todo lo que guarda relación con el hombre y su razón. En prueba de su independencia y afirmación personal, y como garantía del goce y el éxito que con sus máximos objetivos, se vale de un importante aparato de cálculo y precisión, el que le proporciona su propia capacidad reflexiva y enjuiciadora de hechos, increíblemente desarrollada, que le lleva a imponerse a su antagonista sexual, con la consiguiente inversión de roles sociales que ello supone. La mujer libertina se presenta como algo más que una mera réplica en femenino del modelo masculino del seductor: su cercanía a la Naturaleza la inviste de una superioridad jamás sospechada por el varón en el sexo contrario, que le pide renunciar a su papel tradicional de esposa entregada y madre ejemplar. Por otro lado, hay que hablar del arquetipo de la odalisca que, como interlocutora femenina directa del varón y por una suerte de juego de espejos con el espectador, invita a disfrutar la pasión a la que ella da vida con su desnudez, de la que ha desaparecido toda antigua traza de idealismo, por lo que suscita un desconcierto inquietante en quien la observa. Como producto cultural igualmente de la etapa enciclopedista, este segundo tipo femenino pone de relieve una gran fuerza de interpelación, cuyo objetivo es que el espectador descubra dentro de sí, además de su naturaleza racional, que por supuesto la tiene y que le sirve de vertebración del ordenamiento racional moderno, otra de índole afectiva que convive estrechamente con ella formando el complejo de su identidad humana. Todo consiste en hacerla aflorar al exterior para que saque a relucir sus propias virtudes y en integrarla dentro de la persona, como hace la odalisca desafiando el paradigma de sexualidad secularmente atribuido al sexo femenino, que la excluía absolutamente del disfrute del placer. La caracterización ilustrada de la libertina dejaba detrás una cuestión irresuelta: siendo una mujer que se afirmaba a sí misma con la dominación de su oponente masculino, se sentía, sin embargo, dominada al mismo tiempo por una fuerza incontenible, la de la Naturaleza, que la llevaba de la mano por los senderos del dominio. Es decir, que, aunque liberada, se sabía a la vez cautiva de la potencia natural; era burladora, pero también burlada. Esta ambivalencia se consigue superar con los nuevos prototipos artísticos que elabora el movimiento romántico. Primeramente, el alma bella, donde se quiere simbolizar la reflexión romántica como espacio de confluencia e integración de elementos distintos entre sí como emociones, sentimientos, vivencias, recuerdos, imágenes y productos de la imaginación. Con ello se amplía la herencia racional ilustrada al incorporarlos en la persona para lograr un conocimiento más completo de la realidad exterior que, en virtud de la honda repercusión que tiene en el mundo interior, le permite al individuo el autoconocimiento de sí mismo y, por extensión, una convergencia perfecta con aquella Naturaleza que dominaba a la mujer libertina y que esta se esforzaba en vano por dominar. El románico se siente formando parte de una Naturaleza que no puede separar de su persona, ni siquiera cuando pretende conocerla reduciéndola a objeto, porque la Naturaleza se resiste a su objetivación, a la escisión de la subjetividad humana, como por el contrario si parecía que hacía el ilustrado cuando intentaba dominarla y detener su dominio. Esta sintonía con la Naturaleza le otorga al alma bella, que tiene para el romántico cuerpo de mujer, la capacidad de ir formando su personalidad sintetizando vital y sentimentalmente el cúmulo de experiencias y sensaciones que van dejando eco en su interioridad, aprendiendo de ellas y abandonando su antigua pretensión dominadora. El alma bella logra allanar el camino a la mujer entendida como espacio de lo sublime, como superación de la categoría artística de lo bello a la que habitualmente había sido vinculada: la capacidad de la mujer de excitar cada uno de los sentidos del varón –por la que este se siente en principio desbordado en su identidad racional debido a las sensaciones de todo tipo que se agolpan en su interior- y de movilizar recuerdos, sentimientos, imágenes y experiencias que ponen en funcionamiento la imaginación masculina y que llevan a constatar la complejidad subjetiva inherente a todo ser humano, tiene mucho que ver con la primacía de lo sentimental y lo impreciso que la mujer activa en el varón por medio del afecto y de la relación amorosa que invita a perder la propia identidad para recuperarla en el otro, que difumina los límites personales al buscar la reunión de dos individuos. Este afecto que la mujer despierta en el varón incita a salir de dentro para entregarse al que espera fuera, salida que permite construir una identidad más completa que la anterior tras comprobar que puede integrarse la vivencia amorosa en el interior, desde la razón que inicialmente se veía superada y con ayuda de toda la subjetividad interpelada. Esta oportunidad única que la mujer le brinda al varón, donde la disolución personal en el otro, donde la superación de todos los límites se vuelve una pieza clave, deja atrás la claridad, la precisión y la separación afín al universo de los conceptos, de la mesura, de la delimitación característica de lo bello para adentrarse en los dominios de lo sublime, que como categoría artística deviene inseparable de la mujer. Pero de lo sublime a lo siniestro romántico, que apunta a la dimensión natural extrarracional que habita en todo ser humano y amenaza con destruir su identidad racional –la misma que en lo sublime quedaba finalmente a salvo-, en la medida en que esa destrucción se advierte en la sutil amenaza de lo cotidiano pues cotidianas son las emociones menos racionales que sacuden su interior, solo media un paso. Nuevamente, la mujer hace que el varón dé ese paso al mostrarle esa región situada más allá de lo racionalmente cognoscible. La mujer como espacio de lo siniestro abre un profundo abismo en la interioridad subjetiva masculina donde la identidad estrictamente racional se ve casi literalmente incapacitada para superar dicho rebajamiento o aniquilación. Este abismo lo provoca la mujer para que el varón tome nota de que la Naturaleza olvidada y sometida bajo el yugo de la razón, de la que el sexo femenino es su mayor exponente, es más fuerte de lo que se supone, tanto como para tomarse la revancha de no ser tenida en cuenta como cree que merece, como para sobreponerse a su sojuzgamiento y someter, incluso, a su sojuzgador, echando por tierra la identidad raciona como el principal descubrimiento de la modernidad y, a su vez, la identidad ética que Kant le atribuye al género humano. Pero el autoconocimiento hacia el que conduce la mujer romántica desde la categoría artística de lo siniestro se hace estéril porque sus resultados se neutralizan mediante el rechazo de ese otro, tanto interior como exterior, que simboliza el sexo femenino, o sea, la identidad natural, que no acaba de ser encajada totalmente en el talante racional de la personalidad moderna, y la mujer, que no acaba de hacerse un hueco socialmente. En este contexto, aparece una nueva caracterización artística femenina, la de la mujer fatal. Su naturaleza enfáticamente corporal, su instinto constantemente a flor de piel, su capacidad para transgredir los cánones sexuales moralmente reconocidos, su preeminencia intuitiva en la labor cognoscitiva de la realidad, son los indicios de la nueva oportunidad que el varón tiene de reencontrarse consigo mismo y con su homóloga de especie, de descubrir la identidad volitiva subyacente a la puramente racional, que es la que lo pone en contacto con la Naturaleza, la que le hace sentirse en íntima comunidad con todo lo existente y dotar de sentido la epifanía de experiencias, sensaciones, recueros e impresiones vinculadas al mundo moderno lo que asaltan por doquier y para las que no halla explicación. Al no estar vinculada a la primacía conceptual, valor venerado por la cultura moderna del progreso, la mujer organiza e interpreta de un modo menos rígidos sus percepciones. La importancia que para ella tiene el afecto y todo cuanto guarda relación con la subjetividad menos racional es fundamental a la hora de conectarla e interpretarlas tanto más rica e independientemente que el varón, de penetrar hasta su significado más profundo, como si se tratara de una especie de profetisa o vidente que adivina lo que se esconde tras cada uno de los acontecimientos y vivencias heterogéneas de la vida moderna, las mismas que suelen pasar desapercibidas ante la mirada masculina. La mujer fatal representa además en el plano artístico un claro desafío a la sociedad racionalizada, donde el sufrimiento derivado de ella por sobredominación pone de relieve que el principio de actuación desde el que opera tiene escasa fuerza cuando se trata de darle identidad real a los individuos, que constatan así el déficit de sublimación que los sustenta y, consecuentemente, la presión del instinto, que se desata, incluso, como fuerza ciega de destrucción. Esta sal a primer plano precisamente con el universo femenino, donde se verifica una mayor presencia del deseo en la medida en que derrota a la masculinidad, o sea, al varón y su identidad engañosamente racional. En ella irrumpe con fuerza el sustrato instintivo reprimido cuando la mujer se cruza por medio, lo que quiere decir que deja de estar operativo el esfuerzo sublimador. Consiguientemente, la mujer fatal es el salvoconducto artístico para el descubrimiento de la profundidad interior, para conocer que la razón levanta su imperio sobe el sometimiento del instinto, de la Naturaleza que lo sustenta, al igual que el varón consigue avanzar posiciones a expensas de la mujer que, mientras tanto, viéndose excluida de su marcha imparable, alza su voz a fin de hacerse oír, de alcanzar que los planteamientos ilustrados acerca de la autonomía individual que la modernidad instituye no la dejen al margen. Si el ideal civilizatorio moderno exige como requisitos la inhibición de las fuerzas naturales primigenias y la discriminación femenina, la mujer fatal es una llamada de atención a desandar lo andado, a regresar hasta los orígenes, pero no con vistas a detener el avance de la humanidad, dejándose llevar por un falso ideal de arcaísmo, sino a recuperar todo aquello que quedó a un lado en el camino hacia el progreso; evitar, por ejemplo, la administración medrosa del placer sobre la que descansa la modernidad y el atraso constante, en muchas ocasiones anulación, de la satisfacción, y la exclusión asimismo de la mujer en el proyecto de construcción del mundo moderno, ocultos ambos tras la parafernalia del saber y del conocimiento; saber y conocimiento que invitan a sospechar la fragilidad extrema de una cultura incapaz de colmar las expectativas de felicidad de sus miembros, de contentar la naturaleza volitiva de los sujetos y la condición femenina de una parte de la especie, si no es ofreciendo bienes materiales que al final a nadie interesan, y no, como debiera ser, instando a integrar en la persona ese otro rostro menos racional del hombre y a sentir a la mujer como una semejante en cada una de las facetas de la vida. 3. El diálogo que la modernidad artística entabla con la modernidad histórica entre finales del siglo XVIII y las postrimerías del siglo XIX mediante la imagen de la mujer, entendida esta como recordatorio del trabajo que aún queda por hacer en pro de una identidad humana más amplia, rica y completa, y de la inclusión femenina en las conquistas cívicas modernas, acaba por conducir hasta un antinaturalismo con una orientación precisa: el distanciamiento de la realidad empírica, abandonada por ilusoria y contradictoria frente al artificio artístico y a la imaginación creativa. La intervención de esta última es ineludible en el ofrecimiento de un retrato más veras de la existencia, incluido el propio hombre, que se despoja en el plano artístico de la máscara que los tiempos modernos anteponen a su verdadero rostro. Bajo la óptica freudiana, la tendencia artística moderna rebosa significación porque destaca entre toda la estructura psíquica a la imaginación, que como actividad interior, en muchos casos indescifrable, conserva un alto grado de independencia respecto al principio de la realidad. Sus leyes de funcionamiento permiten sustraerse a las exigencias impuestas por el afán de dominio de la cultura moderna y guardar lealtad al principio del placer o, lo que es igual, a la organización subjetiva individual, previa a las necesidades de adaptación a la realidad. Como centro básico de reflexión sobre el presente, la imaginación preserva el recuerdo del pasado, o mejor, de lo que pudo ser pero que nunca fue, con vistas a la reconciliación futura del hombre con sus sueños de felicidad. Aunque esta tentativa de recuperación del ideario ilustrado puede equiparse a una utopía desde la apreciación del principio de la realidad, la imaginación insiste en que es posible, más todavía, en que debe ser real. Y lo es, desde el momento en que ella elabora un universo de percepción y compresión donde plasmarlo, en otras palabras y aplicado a este caso concreto, cuando el estereotipo artístico de la mujer se incorpora a la escena de la modernidad artística: tras ella se esconde la denuncia contra la organización de la realidad desde la lógica de la dominación moderna y, por lo tanto, una crítica contra el principio de actuación que preside su manera de instituir el principio de la realidad, es decir, contra la idiosincrasia misma de la modernidad histórica. Valiéndose de la mujer, la modernidad artística opone a esa represión institucionalizada la imagen primigenia del hombre como individuo libre que se acepta como lo que es, como criatura racional y natural; un individuo que, gracias a esa aceptación, es capaz de aceptar también a su semejante, con independencia de sus diferencias, en los beneficios que se desprenden de la implantación del programa revolucionario. Desde el despertar ilustrado de la conciencia de libertad e igualdad, no hay obra de arte que se precie que no se preocupe por la ausencia de ambos valores en la modernidad histórica. Pero la dimensión estética no puede contraatacar, como es obvio, las deliberaciones empíricas del principio de actuación por el que los centros modernos de poder añaden su componente represivo al principio de la realidad y por el que ser humano se siente cada vez más desgraciado, debido a que su campo de trabajo es sencillamente irreal. Esto implica que el arte, que la imaginación sobre la que reposa, es verdad que preserva su autonomía, pero lo es igualmente que al precio de verse privado de efectividad real. Ante la razón teórico-práctica que gobierna el mundo, la alternativa artística está de antemano condenada al fracaso. A lo largo de estas páginas ha querido demostrarse, sin embargo, todo lo contrario, que esa visión empobrecedora del arte es una consecuencia más de la sobrecarga racional del principio de actuación instituido. El estereotipo femenino que consagra la modernidad artística combate este sobrepeso gracias al sentido catártico aristotélico atribuido a la dimensión artística, sentido que se concreta en una doble función: oponer y reconciliar, en suma, purificar la existencia. Y la mujer es la artífice de esta labor purificadora y reconstructora de la existencia del hombre moderno.
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    Materialismo y espiritualismo: la crítica del materialismo filosófico al marxismo-leninismo.
    (2018-03-07) López Rodríguez, Daniel Miguel; Ordóñez García, José; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    La «tesis de fondo» de la presente Tesis Doctoral pretende enfrentar a materialismo y espiritualismo o, dicho con más precisión, a una serie de sistemas materialistas frente a otros que son o tratan de presentarse como espiritualistas. Todo ello como requisito imprescindible para criticar, desde el materialismo filosófico de Gustavo Bueno, al marxismo-leninismo. Crítica que nos lleva a considerar al marxismo-leninismo como una doctrina escatológica e incluso idealista, en tanto se pretende nada más ni nada menos que la emancipación del Género Humano y el consecuente fin de la explotación del hombre por el hombre tras la supuesta revolución mundial que nunca llegó ni pudo llegar porque las condiciones de la política real no fueron en absoluto pronosticadas con rigor. En este sentido llevaremos a cabo un ejercicio de trituración dialéctica de la revolución mundial y de la escatología marxista-leninista, así como una inversión de los esquemas de dicho sistema desde el materialismo filosófico (como, a su vez, veremos la inversión teológica consumada por Hegel frente al cristianismo y la vuelta del revés del sistema de hegeliano desde el marxismo-leninismo). También se tendrá en cuenta a otros sistemas de referencia que fueron imprescindibles para la génesis y la estructura del marxismo-leninismo, como son los sistemas de Berkeley, Espinosa y Fichte. La exposición y crítica de estos sistemas es luminosa para desembrollar la relación en los asuntos político-filosóficos del marxismo-leninismo con el idealismo. Asimismo trataremos que examinar, sin alejarnos ni un solo milímetro de la cuestión principal, la confrontación entre comunismo y cristianismo como un capítulo trascendental entre la disputa entre materialismo y espiritualismo tanto en el arma de la crítica como en la crítica de las armas de la política real. También se expone una filosofía de la historia de la Unión Soviética como colofón final a la Tesis. En dicho ejercicio veremos cómo funcionó el marxismo-leninismo no ya solamente sobre el papel sino en el escenario de la política real desde la plataforma de un Estado o, más en rigor, de un Imperio que diagnosticaremos como imperialismo generador. También daremos algunas pistas sobre la caída de dicho Imperio.
  • Acceso AbiertoTesis Doctoral
    Recepción de la música afro-americana en la composición clásica europea. El concierto en fa de George Gershwin
    (2003-06-09) Ruiz Bernal, Gabriel; Choza Armenta, Jacinto Luis; Marset Fernández, Juan Carlos; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    Esta tesis comienza con una sección biográfica de George Gershwin que abarca los capítulos primero y segundo, donde se desarrolla un estudio social de los acontecimientos que son relevantes a la composición de la obra orquestal de Gershwin, especialmente el Concierto en Fa. El tercer capítulo muestra la situación de la música tonal durante la época de Gershwin y estudia el tratamiento de las reglas tradicionales por la estética del principio del siglo XX. La sección analítica que ocupa el capítulo cuarto es una aplicación de las teorías combinadas de Heinrich Schenker, Félix Salzer y Wallace Berry, las cuales son aplicadas al primer movimiento del Concierto en Fa de George Gershwin. Los gráficos presentes en el capítulo cuarto son sumplementados con una extensa explicación verbal de los detalles que rodean las decisiones del compositor. En el capítulo quinto se estudia el papel del intérprete en el proceso comunicativo entre el compositor y el público, se examina el concepto de autenticidad y objetividad en una interpretación musical, y la responsabilidad del intérprete. Se estudian paralelismos y diferencias entre diversas formas musicales derivadas del género tradicional europeo y la música de raíz africana. Finalmente se hace un análisis de la forma "Tema y Variaciones" y se comparan con el tratamiento del tema por una improvisación de jazz. Como conclusión, se presenta un estudio de la situación actual de esta influencia entre culturas paralelas y la reacción del público al respecto
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    La liberación del arte después del fin del arte. Esencialismo e historicismo en la estética de Arthur C. Danto.
    (2017-07-11) Pérez Rodríguez, Amelia; Gutiérrez Pozo, Antonio; Universidad de Sevilla. Departamento de Estética e Historia de la Filosofía
    La aproximación al concepto de "Arte" desde la perspectiva de Arthur C. Danto permite acreditar la tesis de “La liberación del arte después del fin del Arte”, estímulo e impulso fundamental de todo el pensamiento de este crítico y filósofo del arte, según las premisas –desarrolladas en este trabajo– que apuntalan la idea de que cualquier cosa puede ser arte, aunque no todas lo son. Para que el arte no se diluya entre otras realidades, Danto propone que el ser propio del arte requiere de unas condiciones necesarias, aunque no suficientes, pero éstas no están en relación con el objeto en sí mismo ni con la manera de hacer artística, sino con la obligación del significado. Todo arte significa consciente o inconscientemente algo, por lo que la información y los conocimientos son habitualmente imprescindibles para penetrar ese significado, y es este significado lo que hace que el arte ocupe un estatus elevado por encima de la mera cotidianidad. Lo propio y distintivo de lo artístico es el significado encarnado en el objeto material, y en eso consiste la especificidad artística, en la que para Danto no hay imposiciones de estilo, dogmatismo ni exclusiones, sino condición necesaria para "ser" arte, para esa esencia universal y transhistórica del arte que él busca. El significado planea sobre todo tipo de arte, pero sólo podríamos aproximarnos individualmente a cada obra para encontrarlo, pues es cada obra particular la que determina las cualidades o propiedades a tener en cuenta para su interpretación, siendo además las posibles interpretaciones no definitivas, nunca acabadas o seguras del todo. Pero en la individualidad de cada realización está la libertad y la especificidad de lo artístico. La conjunción esencialismo/historicismo es la postura que le permite dar forma a su teoría, permitiendo explicar el momento actual del arte. Termina la historia del arte, el arte se libera, y aparece revelada su esencia filosófica, puesta en manos de los filósofos a partir de este momento. Su tesis sobre la esencia del arte parece haber surgido del interés por incluir en esta esencia el arte liberado desde los años sesenta del siglo XX, junto al resto del arte desarrollado históricamente. La estructura de esta tesis pretende mostrar el proceso que sigue Danto para dar sentido a la liberación del arte, sin que dejen de ser consideradas como arte todas sus extravagantes manifestaciones, ni las más opuestas realizaciones artísticas de la historia. Es decir, trata de mostrar que el arte libre puede encajar en el concepto de arte. La especificidad artística es la misma en las diversas manifestaciones a lo largo de la historia. Hemos desarrollado el trabajo a lo largo de cuatro capítulos, siguiendo el orden cronológico en que fueron apareciendo las principales obras dantianas. Partiendo de Warhol y Brillo Box, de donde surgió la inspiración que motivó toda la filosofía del arte de Danto, debido a la posibilidad de confundir a primera vista una obra de arte con un artículo de consumo fabricado en serie, continuamos con la búsqueda de la definición del concepto "arte" desde su paradójica postura, esencialista e historicista a un tiempo. Posteriormente desarrollamos lo que para él son las condiciones básicas para el arte, las razones que lo hacen "arte" y lo diferencian del "no arte", es decir, la obra de arte como "significado encarnado", a desvelar desde la interpretación. Por último, su historia filosófica del arte hasta llegar al fin del arte: hay un cese en la historia, un final, desde que el arte ya no tiene que definirse a sí mismo, ni depender de mandatos históricos, por lo tanto se libera y expresa con total libertad ‒sin menoscabo de su condición artística‒, puesto que ya no sirve a intereses de historia progresiva o evolutiva. De esta forma, queda perfectamente cubierta la condición artística más extravagante, bajo el manto de la libertad y de un concepto de arte no excluyente.