Tesis (Anatomía y Embriología Humana)
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Tesis Doctoral Contribución al estudio anatómico de la musculatura y fascias perineales de la mujer(1956-07-31) Aragón Gómez, Norberto; Cañadas Bueno, José María; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaSabido es por todos los cirujanos el interés que tiene el conocimiento de la inserción de cada músculo, sus variantes y anomalías, para la práctica quirúrgica o traumatológica. Pero de una manera especial, es el ginecólogo a quien más interesan esos conocimientos cuanto al periné se refiere; unas veces para la necesaria reconstitución quirúrgica de los mismos a causa de traumatismos en esta región, provocados por factores externos o por lesiones que se derivan del paso fetal durante el parto o por intervenciones obstétricas. Otras, de índole operatoria puramente como consecuencia de la existencia de tumores, malformaciones, prolapsos reconstituciones o plastias no realizadas cuando se produjeron las lesiones o desgarros, fistulas e incontinencia urinarias y tantas otras que hacen necesario un profundo conocimiento de la musculatura de esta región. Hagamos votos pues, para que nuestro trabajo sea útil, tanto a la anatomía como a la ginecología; claro y preciso después y en último término que sea representativo de un método, el de la disección, que si a priori pudiera aparentar el estar llamado a desaparecer, solo es debido a tener cada vez más limitadas sus posibilidades. CONCLUSIONES: De toda la exposición de este trabajo y como resultado de la disección practicada en ochenta cadáveres de mujeres, creemos poder deducir las siguientes conclusiones: 1. El tejido grasoso de la aponeurosis superficial a nivel de los grandes labios, es más escaso en mallas comparativamente al del resto del periné. 2. En los desgarros perineales, se daña en primer lugar el ligamento triangular y la fascia de COLLES. 3. Con los partos repetidos pierde resistencia a la tensión la fascia perineal profunda. 4. En la reparación quirúrgica de un periné debemos aproximar los bordes separados o desgarrados de esta aponeuroris, pues no basta con suturar y aproximar los músculos porque un pequeño esfuerzo pueden seccionarlos. 5. Que el apartado de fijación de las venas de la pelvis, suministrado por la aponeurosis endopelviana está muy desarrollado. 6. Cuando su desarrollo es escaso por estar la fascia también poco desarrollada, las venas aumentan de calibre siendo este un factor etiológico del varicoceles pelviano. 7. Que en las arterias por el contrario, apenas si existe una conexión laxa con ese tejido endopelviano. 8. Los músculos del periné deben figurar entre aquellos que presentan anomalías con frecuencia, ya que asi lo hemos encontrado en porcentajes elocuentes, como demostramos a lo largo de este trabajo. 9. El musculo isquiocavernoso es muy variable morfológicamente, pudiendo estar constituido de una, dos o tres ramas individualizadas y tener forma de lámina triangular unid a los otros dos músculos del mismo plano. 10. El músculo bulbocavernoso lo forman dos láminas, según lo hemos visto en el 67,5% de los casos: a la interna le asignamos el verdadero papel de constrictor del vestíbulo por faltar este en todos esos casos. 11. Este último cuando existe, creemos es el resultado de una hipertrofia muscular de las fibras circulares de la vagina que se origina, según criterio nuestro, a resulta de la insuficiente acción constrictora del bulbocavernosos al no subdividirse. 12. La hipertrofia de las fibras circulares de la vagina están en razón directa al número de partos con perinés íntegros y al contrario, son más tenues cuando no se han corregido los desgarros. 13. Dadas las diferentes situaciones que en relación al musculo transverso superficial presenta el nervio pudendo, aconsejamos para el bloqueo de este hacerlo en su parte troncular con lo que se evitaran fracasos ciertos. 14. Que el transversos profundo del periné, debe ser considerado como una unidad anatómica independiente del esfínter estriado uretral: en los casos que forman un solo musculo (8,75% de nuestra casuística) debemos considerarlo como anomalía que por otra parte, solo hemos visto en cadáveres de mujeres jóvenes y de nulíparas añosas. 15. Cuando el esfínter externo uretral se divide en dos planos, (38,75% de todos los casos), el externo adquiere su máximo desarrollo cuando falta el transverso profundo. 16. La capa media del esfínter externo del ano, en contra de la general opinión, no se inserta nunca en la punta del cóccix sino a los lados y en su parte posterior. Es además, la más voluminosa respecto a las otras dos: la de mayor movilidad por el contrario es la capa subcutánea por no tener inserciones óseas. 17. Que en igualdad de condiciones somáticas la mayor hipertrofia del esfínter externo del ano, en su conjunto, corresponde a multíparas y a los casos de extreñimientos crónicos. 18. La longitud del esfínter interno del ano, es consecuencia de la del conducto anal; siendo dicha longitud máxima entre los 40 a 60 años y en los casos de vientre ptósico, amplios genitales y prolapsos de la mucosa rectal. 19. La hipertrofia de su espesor está en razón directa de la edad; de la existencia de fisuras anales; varicosidades y hemorroides; poliposis en la luz del conducto; en las plastias del perineo posterior y en la atrofia absoluta del esfínter externo anal. 20. Que el musculo isquiococcigeo influye de manera notoria en la evolución del parto. La presión abdominal actúa en primer lugar sobre este y después sobre el elevador, llegando a suplir incluso la función del elevador cuando esta poco desarrollado, siendo en consecuencia, en estos casos, más hipertrófico el isquiococcigeo. 21. El sector pelviano del elevador es el más constantemente desarrollado: el menos desarrollo del músculo, en su conjunto, corresponde a las grandes multíparas y a las viejas. 22. El desarrollo de su aponeurosis está en razón inversa del desarrollo de este musculo al que consideramos, como una aposición de planos musculares colocados entre planos aponeuróticos que se desdoblan para cubrirlos y envolverlos. 23. Su aponeurosis es la misma que la del obturador. 24. Que su inserción en la superficie pelviana, no se produce en la línea innominada sino en la que resulta de prolongar el borde superior del agujero obturado. 25. Que anatómicamente, no puede hablarse de la existencia de plano de clivaje entre los músculos elevadores y obturadores pues ese plano, solo es cierto si lo hacemos artificialmente, previo desgarro de las uniones musculo-aponeuróticas.Tesis Doctoral Contribución al estudio anatómico-clínico de la glándula mamaria(1956-07-31) Rodríguez Alcántara, Alfonso; Cañadas Bueno, José María; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaComenzamos el estudio del desarrollo de la mama, trabajando en un material de embriones humanos de 7 a 11 mm. y observamos a partir del de 9 mm. a ambos lados del tronco una elevación de la epidermis, formada por cuatro o cinco capas de células. Hemos seguido observando este elevación epidérmica, a ambos lados del tronco en los tres embriones que oscilaban desde los 11 mm. a 19 mm. Pero al trabajar en embriones de 22 a 25 mm. comprobamos que dicha elevación epidérmica no se encontraba en la parte lateral del embrión, sino en su parte ventral. Esta traslación topográfica de dicha línea mamaria es debida al proceso de incurvación que sufre la placa ventral del embrión. Esto los fuimos observando en embriones de diferentes estadios, pero nos encontramos al estudiar un grupo que oscilaban de 30 a 33 mm. que la cresta mamaria se atrofiaba, desapareciendo las células que la forman y en donde únicamente se encontraba en todo su espesor era en la región pectoral, formando diminutas elevaciones. En este estadío hemos observado, que a la vez que desaparecen las células de la cresta mamaria, a cada lado de ésta se produce una proliferación de células pavimentosas que se encuentran separadas por una membrana del mesenquima celular subyacente. Esta masa de células son las que forman el brote del pezón. En embriones que oscilaban de 50 a 80 mm. se observa que este brote del pezón descrito, es invadido por células escamosas, las cuales hemos podido comprobar que no son tales células escamosas sino que se trata de células epiteliales diferenciadas, que forman un núcleo central. A su vez se produce la elevación de la epidermis a ambos lados debido a la proliferación del mesenquima. Las células basales que rodean al núcleo, constituido por las células epiteliales diferenciadas, forman mamelones hacia adentro; éstos son como hemos comprobado, los esbozos lactíferos, origen a su vez de los canalículos mamarios permanentes. Los brotes de los canales mamarios invaden el tejido conjuntivo subyacente y se canalizan, dando lugar a la formación de los definitivos conductos galactóforos. En las últimas fases del desarrollo de la mama los conductos lactíferos forman un conjunto de canales en forma de red. La cavidad de estos canales está revestida por tres capas de células y los extremos están cerrados por masas de células basales, que son los que más tarde dan origen a los lóbulos mamarios. Estos no se desarrollan hasta la pubertad, dando lugar en esta época a la formación de los acinis.Tesis Doctoral Fundamentos anatómicos al abordaje estereotáxico del globus pallidus(1958) Martínez Caro, Adolfo; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaTesis Doctoral Topometría del contenido neural de la fosa cerebral posterior(1960-12-23) Carnerero Pérez, Juan Manuel; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaEl presente trabajo pretende llevar a cabo un estudio topométrico de las formaciones neurales que integran la fosa cerebral posterior. Conviene tener muy en cuenta la gran frecuencia, con que esta zona craneal resulta tributaria de un abordaje quirúrgico a la vista de los múltiples procesos del ángulo pontocerebeloso, del cerebelo, del tronco del encéfalo que reclaman una terapéutica activa y como consecuencia exigen el bien cimentado estudio topográfico previo. Pero de una manera más concreta la realización de este cometido topométirco, se impone con precisión a la vista de las modernas técnicas neuroquirúrgicas, que pretenden actuar sobre estructuras específicas de dicho comportamiento. Concretamente se ha propuesto la destrucción del núcleo rojo en el mesencéfalo, o la de los núcleos dentados del cerebelo para tratar de modificar la sintomatología extrapiramidal. Como la progresiva perfección técnica y la amplificación de las bases neurofisiológicas puede en un inmediato pervenir ampliar el campo de las actuaciones neuroquirúrgicas en el ámbito neural de los elementos de la fosa posterior, se impone el establecer las bases antómicas necesarias conducentes a la obtención de estos objetivos sobre bases exactas y precisas. A la luz de estos antecedentes hemos procurado indagar en la variabilidad morfológica de los elementos neurales troncoencefálicos y cerebelosos, tratando de establecer unas referencias topométricas de la máxima constancia que permitan actuar con garantías de exactitud. El resultado de toda esta labor personal convenientemente fundamentada y respaldada en las bases bibliográficas que nos sugiere el tema, viene a constituir el substrato del presente trabajo, que nos atrevemos a elevar a la categoría de Tesis Doctoral, sometiéndola respetuosamente a la consideración del Claustro de esta Facultad de Medicina, con la pretensión de que nos sirva de base para la obtención del Grado de doctor en Medicina por la Universidad de Sevilla. CONCLUSIONES: 1. Se realiza un estudio topométrico de las estructuras neurales de la fosa posterior basado en el examen de material encefálico procedente de 40 piezas de la sala de disección. 2. Se destacan como referencias encefálicas sagitales de interés topométrico preferente en relación con la fosa posterior las comisuras blancas anterior y posterior, el vértice del receso cerebeloso y el ángulo bulboprotuberancial. 3. Las relaciones métricas de las estructuras sagitales de referencia encefálica, ponen de manifiesto tras la medición practicada en 32 casos que las mismas oscilaciones (8 mm.) se dan en la distancia comisura posterior – ángulo bulboprotuberancial, y en la distancia intercomisural; en cambios las oscilaciones máximas de 15 y 16 mm. respectivamente corresponden a la distancia que media entre la comisura blanca anterior y el ángulo bulboprotuberancial por una parte, y la comisura blanca y el receso cerebeloso por otra; quedando en cambio la distancia comisura posterior-receso y la línea ángulo bulboprotuberancial-receso cerebeloso, con oscilaciones respectivas de 10 y 13 mm. 4. Se propone un eje troncoencefálico de topografía de las estructuras neurales de la fase posterior, deducido en concreto a partir de la comisura blanca anterior, el vértice del receso cerebeloso y el ángulo bulboprotuberancial, ya que el citado eje resulta ser la bisectriz del ángulo recto formado por la comisura blanca anterior-receso y la perpendicular a esta desde el ángulo bulboprotuberancial. 5. Se destacan las ventajas de dicho eje, que a más de constituirse anatómicamente en elemento axil del tronco del encéfalo, tiene la posibilidad de ser trazado en el sujeto vivo sobre el perfil radiográfico de las estructuras previamente neumocontrastadas. 6. El eje troncoencefálico propuesto forma una angulación con la línea intercomisural cerebral, que estudiada en diecinueve casos ofrece unas oscilaciones que van desde los 92º a los 120º; mientras que en cambio el estudio angular comparativo del presente eje troncoencefálico en relación con el plano basilar óseo determinado en los mismos casos, muestra oscilaciones de 14º y 35º respectivamente. 7. Se considera la conveniencia de establecer un doble plano horizontal de referencia, según se trate de estructuras troncoencefálicas o cerebelosas; adaptándose en el primer caso el plano que pasar por el centro del trazado troncoencefáico propuesto, mientras que en el segundo se da preferencia al plano horizontal que pasa por el vértice del receso cerebeloso. 8. Se analiza comparativamente la topometría de las estructuras cerebelo –troncoencefalicas en nueve casos, mediante series de cortes cerebrales de 5 mm. de grosor, orientados sagital (2), horizontal (4), y trasversalmente (3), que sirvieron de base a la confección de los correspondientes atlas dibujados sobre papel milimetrado. 9. Las coordenadas globales de la masa cerebelo troncoencefálica proporcionan unos resultados métricos de máxima amplitud que determinados axialmente dejan englobadas las estructuras entre un plano anterior preaxial, situado a 25 mm. por delante y otro posterior, retroaxial, a nivel de los 30 mm. Lateralmente los perfiles cerebelosos quedan delimitados por un plano lateral máximo, situado a 44 mm. de la línea media. El plano límite supraaxial viene a estar situado a 22 mm. por encima del centro del sistema, mientras el infraaxial, alcanza los 35 mm. por debajo de dicho plano. 10. Con arreglo a nuestro sistema de planos de topografía, el núcleo dentado del cerebelo, que constituye una estructura de interés topométrico aplicativo, queda situado a ambos lados de la línea media, totalmente incluido dentro del correspondiente cuadrante posteroinferior, englobado en el espesor de un espacio prismático cuadrangular que queda trazado a partir del punto 0 del sistema y cuyas tres aristas fundamentales descansando sobre los ejes posteroinferiores, medirían respectivamente 14 mm. en sentido lateral, 17 mm. en dirección descendente y 16 mm. en sentido posterior.Tesis Doctoral Estudio anatomo-radiográfico de la arteria cerebral anterior(1961-12-01) Salvago Cabezón, José; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaEl estudio de la circulación encefálica ha adquirido en la actualidad una creciente preponderancia debido, de una parte, a la gran importancia y al elevado contingente de enfermos que representa la patología encefálica vascular, y de otro lado al mejor conocimiento de la morfología vascular, alcanzado gracias las técnicas angiográficas que nos proporcionan unos detalles cada vez más precisos acerca de estas estructuras vasculares. Estas circunstancias justifican con creces todo replanteamiento de estudio acerca de los vasos encefálicos desde un punto de vista morfológico. Nosotros lo hemos centrado, en concreto, al conocimiento de la arteria cerebral anterior recogiendo una casuística de cierta amplitud como para poder analizar de nuevo los rangos morfológicos y los datos de variabilidad morfológica, de base indispensable para saber discernir entre las imágenes normales y las patológicas, todo ellos recogido directamente en la Sala de Disección y orientado inmediata y simultáneamente en un sentido aplicativo y clínico a través del correspondiente estudio arteriográfico, que nos pone en evidencia los rasgos anatómicos vasculares tal como nos lo denuncia la sustancia radiológica vital. Pero al mismo tiempo hemos querido darle a nuestro estudio un criterio aún más aplicativo, adoptando un sentido topométrico, para tratar de poner nuestros resultados al servicio de las modernas técnicas estereotánicas, tratando de proporcionar una topografía de las estructuras vasculares, que es necesario tener bien presente con vista a eludirlas en la trayectoria de los abordajes estereotécnicos. La personalidad de las arterias cerebrales anteriores empieza a cotizarse clínicamente a partir de las descripciones del síndrome que desencadena en patología, bien establecido de acuerdo con FOXX e HILIMAND (1923) primero, y después por CRITOHLEI (1930). Posteriormente el estudio de las arterias cerebrales anteriores ha seguido interesando bajo este doble punto de vista morfológico y clínico y para confirmarlo están las publicaciones de GRAHIELIE y otros (1949), ocupándose de su participación vascular en el riego del lóbulo frontal, as de ESTRELBERG (1951), MORRIS y CLEMMER (1955), especialmente referidas al aspecto arteriográfico y a sus rangos de variabilidad morfológica. Los de CHAVARY et all (1955), examinando comparativamente los aspectos funcionales y clínicos en la distribución cortical de la arteria en cuestión, así como las aportaciones de LAZORTHES y colaboradores (1956), especialmente interesados por el tema en orden a establecer una correlación anatono-quirúrgica en relación con la distribución central y cortical de las arterias cerebrales anteriores. Como someramente hemos señalado con estos estudios referidos, la importancia de las arterias cerebrales anteriores es grande, no solo por lo que se refiere a su propia fisiología y patología, sino que, indirectamente, de su estudio podremos sacar datos valiosos para el diagnóstico de numerosos procesos de patología cerebral. Creemos, en este sentido, es la arteria que puede proporcionarnos más datos de interés clínico sobre toda clase de procesos del hemiencéfalo anterior. Son numerosos los trabajos últimamente aparecidos en la literatura sobre esta arteria, señalándose por algunos autores cuadros típicos de su insuficiencia de aporte sanguíneo, o de lesión e irritación cerebral por sus lesiones, hasta el extremo que tenemos hoy día casi perfilado lo que pudiéramos llamar al “Síndrome de la cerebral anterior”. JORDANO A. y LINS C.M. (1955) señalan un síndrome caracterizado por mutismo y aquinesia en un paciente que sufrió un episodio de hemorragia cerebral por rotura de un ancurisna de la arteria comunicante anterior. BARTSCHI y ROCHAIX (1954), describen un caso de trombosis de la arteria cerebral anterior, consiguiente a un ancuriana de la comunicante anterior, en el que ellos juzgan como muy típico la presentación del llamado “grasping réflex”, reflejo de aprehensión de la mano. Así como el hecho de que la movilización de los dedos de esta mano provocaba movimientos técnicos suaves de los dedos de la otra mano. MANCHI, SAGINARIO y CAMPAMINI (1957) anotan como sintomatología típica derivada de una lesión vascular de ambas arterias cerebrales anteriores, la presencia de una diplejía escapulo-crural (parálisis bilateral de los miembros inferiores y del cíngulo braquial con un cuadro de confusión y demencia frontal). En otro caso de los mismos autores en el que existía hipoplasia de la primeria porción de una arteria cerebral, conjuntamente con aneurisma de la comunicante anterior, aparecieron crisis Jacksonianas y hemiparesias del lado opuesto. ASCROFT (1951) señala la importancia de la patología de la cerebral anterior y de la comunicante anterior, en la aparición de cuadros oftalmológicos, incluso de cegueras, por compresión y afectación de vías ópticas. THIRY S. y GEREBTZOFF M.A. (1952), describen la aparición de un cuadro de somnolencia y alteración del ritmo cardíaco – aparición de un ritmo nodal con bradicardia marcada y caída simultánea de la tensión arterial—en un paciente que sufrida rotura de cerebral anterior izquierda con hemorragia en el ceptualúcidan y espacio ambaramoideo. ICNRSESCU V. MARINCHESCU C., y ONACA I. (1959), del Instituto de Neurología I.O. PAVLOV de Bucarest, señalan incluso la presencia de síntomas y síndromes que muy remotamente nos podían hacer pensar en la arteria cerebral anterior, incluso llaman a señalar anomalías cefálicas (parietales) e incluso de simetría corporal en caso en las que existían anomalías a nivel de las arterias cerebrales anteriores. CARDIIAN, WEESTER y WAYNE (1955), destacan la aparición de cambios electrolíticos a nivel sanguíneo en pacientes en los que por aneurianas se practicaron ligaduras de las cerebrales anteriores y en los que apareció en el postoperatorio, después de un periodo estuporoso, elevación de las tasas de sodio, potasio y clorhídricos, que hicieron necesario el empleo de diuréticos mercuriales. OUTES y DRICILLET LASPIUR (1955), del Instituto de Neurocirugía de Buenos Aires, observan como muchos cambios mentales en los que se hace difícil precisar en la referente a su etiopatogenia, en el fondo responden a insuficiencia en el aporto sanguíneo de las cerebrales anteriores (trombosis tec.). Vamos, pues, a título de ejemplo, como son numerosas las referencias a estas arterias. Ello. Solamente, justificaría cualquier estudio sobre las mismas, y, por supuesto, se hace acreedor con creces de nuestro interés por el tema concreto de la cerebral anterior, pues hemos tratado de encontrar alguna luz en el sitio más indicado para ello, en la Sala de Disección pues fue de aquí donde surgió una Medicina de base sólida, al tratar de encontrar el substrato de los cuadros clínicos vividos a la cabecera de los enfermos. Este trabajo, labor de cerca de tres años, lo hemos llevado a cabo en el ánimo de proponerlo como motivo de Tesis Doctoral, y a su través, aspirar al Título de Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla, nuestra máxima aspiración. RESUMEN Se estudian 100 arterias cerebrales anteriores pertenecientes a cadáveres de sujetos adultos, varones y hembras en proporción equiparable. Los encéfalos se extrajeron manualmente procurando lesionar lo menos posible las delicadas estructuras cerebrales. El estudio anatómico se efectuó valiéndonos del material e instrumental propios de toda sala de disección bien equipada. Dicho estudio fue completado mediante el estudio radiográfico de las piezas anatómicas, fotografías y croquis arteriales. En la mayoría de los casos las mediciones efectuadas se refirieron a puntos determinados del encéfalo (comisuras blancas anterior y posterior; sistema de ejes de TALAIRACH etc.). En un determinado número de casos en los que practicamos un corte sagital de la carota craneal, referimos dichas mediciones a puntos óseos. En la obtención de arteriografías utilizamos numerosos tipos de contrastes, siendo cualquiera bueno siempre que reúna, en primer lugar, la condición de su suficiente fluidos que no dificulte la progresión intravascular del mismo, ya de por sí comprometida. En general los preparados yodados nos dieron buenos resultados. Para el estudio radiográfico nos valimos de arteriografías de la Clínica que nos parecieron demostrativas. En el presente trabajo hemos tratado de dar cuerpo a la consideración global del papel desempeñado por las arterias cerebrales anteriores, estudiándolas desde distintos enfoques y siempre con vistas a su interés clínico.Tesis Doctoral Consideraciones al estudio anatomo-radiográfico de la región sellar(1962) Murga Sierra, Manuel; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaTesis Doctoral Contribución experimental a la osteosíntesis de fracturas con resinas sintéticas(1963) Hermosilla Molina, Antonio; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaTesis Doctoral Consideraciones sobre la morfología del tercer ventrículo cerebral(1963-11-01) Cañadas Villalta, José Antonio; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaExisten determinados aspectos de la morfología del Sistema Nervioso a los que merece la pena volver a prestar una mayoría atención, aún más cuando las necesidades de la Clínica así lo exigen. En relación con el Sistema Ventricular concretamente, la introducción de la Ventriculografía por DANDY (19199 hizo posible dar un gran paso en el terreno del diagnóstico y de la localización de la mayor parte de los procesos patológicos intracraneales, pero al mismo tiempo se hace fundamental el mejor conocimiento del aspecto morfológico normal ventriculográfico, lo cual lleva consigo en definitiva una más amplia compenetración con la configuración de las cavidades ventriculares. En el terreno de la Anatomía antes estas circunstancias de la exigencia que actual y las razones de fidelidad vocacional que nos ligan a las ciencias morfológicas han sido las que nos indujeron nuestra lógica predilección por un tema concreto como es el estudio morfológico del ventrículo medio. Justamente la polarización hacia esta determinada zona del sistema Ventricular nos ha impuesto otra razón también de tipo aplicativo, cual es en concreto la especial predilección que ofrecen los detalles morfológicos contrastados ventriculográficamente del ventrículo medio como base de referencia de los modernos métodos de topografía cerebral estrereométrica. Ante estos antecedentes se imponía el estudio de la morfología del ventrículo cerebral medio, pero con miras al criterio de ligazón unitaria morfogenética, es decir enlanzando los rasgos macroscópicos de la configuración adulta con las vicisitudes morfológicas de las fases embrionarias, para intentar encontrar posibles razones al “porqué” de esa forma definitiva. Por otra parte al aspecto puramente descriptivo y clásico que en los tratados de anatomía descriptivos teníamos, había que añadirle el sentido de aplicación médica actual mediante una orientación hacia la consideración de la morfología ventriculográfica de una parte y una preocupación por el factor métrico y la variabilidad individual, con objeto de contribuir también a proporcionar esa otra visión estereométrica del ventrículo medio, que tiene repercusión aplicativa en el campo de la estereotaxis cerebral. A conseguir estos objetivos hemos orientado todas nuestras actividades que han cristalizado en la realización de este trabajo, que presentamos a la consideración de la Facultad de Medicina de Sevilla con ánimo de optar a la Obtención del Grado de Doctor en Medicina y Cirugía. CONCLUSIONES 1. Se plantea un estudio del tercer ventrículo con un criterio embriológico, morfológico, aplicativo y métrico en orden a procurar proporcionar datos de interés y posible repercusión clínica. 2. Se revisan las vicisitudes formativas del ventrículo cerebral medio a través de las fases embrionarias más demostrativas, destacando las modificaciones que experimenta hasta conseguir la forma definitiva del adulto. 3. El examen embriológico pone de manifiesto que el gran desarrollo de las paredes laterales diencefálicas, dando origen al tálamo e hipotálamo fundamentalmente, es responsable de la progresiva estrechez transversal que va ostentando la luz ventricular y que alcanza su máxima expresión en la fase adulta. En cambio el menor desarrollo del techo y suelo ventriculares, contrasta con el hecho de que a sus expensas se constituyen la mayor parte de las estructuras que con su presencia accidentan y jalonan la configuración ventricular adulta (recesos, comisuras, plexos coroideos, infundíbulo, glándula pineal, etc.). 4. Se examina la configuración del ventrículo adulto a través de cortes sagitales cerebrales, que muestran los perfiles laterales del ventrículo y se completa dicho estudio, mediante la consideración reconstructiva de la cavidad ventricular, llevada a cabo en cortes cerebrales transversales macroscópicos de cinco milímetros de espesor. 5. Se revisan los perfiles laterales de la cavidad del ventrículo medio en un total de cincuenta casos con vistas a matizar sus rasgos de variabilidad. 6. En el orden métrico se seleccionan determinadas estructuras (comisuras blancas, cuerpo mamilar, receso pineal, trígono, habenular, suelo pedúncular, quiasma y agujero de MONRO) pare establecer sobre ellas una serie total de seis medidas, tres de tipo horizontal y otras tantas verticales, que en relación con las variaciones individuales, ofrecen oscilaciones métricas máximas de siete, tres u medio, ocho: siete, nueve y cuatro milímetros respectivamente. 7. En consecuencia con la variabilidad métrica puede hablarse de cavidades ventriculares de tipo grande (siete casos), mediano (once casos) o pequeño (doce casos). Y con igual criterio junto a un grupo numeroso de tipo medio (treinta y seis casos), destacan siete observaciones en las que predomina el diámetro anteroposterior y otras siete que sobresalen por su mayor altura. 8. El examen de la porción inferior o infundibular del ventrículo permite también deducir a la luz de las mediciones, la existencia de cavidades grandes (trece casos), medianas (once casos) o pequeñas (cuatro casos), e incluso poder hablar de prolongaciones infundibulares largas y estrechas (ocho veces) o cortas y anchas (seis casos). 9. Se sugieren razones embriológicas que tratan de justificar la posible desproporción entre las porciones principal e infundibular del ventrículo medio y que se fundamentan en la obliteración de la cavidad del lóbulo posterior de la hipófisis, en el cierre de los pedículos ópticos diencefálicos, a nivel del receso óptico y en el doble origen, diencefálico y telencefálico de la cavidad correspondiente al compartimento infundibular. 10. En orden a la comisura gris intratalámica, destaca su gran variabilidad, cuyas manifestaciones morfológicas van desde su ausencia a su duplicidad, pasando por las variantes de tamaño (grande; mediana o pequeña). Mientras que en un sentido topográfico, dentro de su normal situación por encima del eje comisural CA-CP, se dan también diferencias en su localización intraventricular. 11. Se destaca la mayor constancia topográfica del agujero intraventricular de MONRO y de la distancia inter-comisural anterior-cuerpo mamilar (CA-CM), deducidos en función del eje comisural como base de referencia.Tesis Doctoral Aportaciones Anatomo radiográficas al estudio de las roturas cerradas del tendón de Aquiles(1964) Iguaz Fernández, Juan José; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Calvo Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaTesis Doctoral Aspecto morfológico del IV ventrículo cerebral humano(1965-09-02) Ruiz Sánchez, Agustín; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaSe lleva a cabo una revisón del IV ventrículo en sus distintos aspectos morfológicos. Previa revisión embriológica del tema, se utiliza material procedente de 30 cadáveres humanos, utilizando simplemente las cabezas. El estudio volumétrico se consigue mediante la obtención de moldes con resina acrílica. El estudio métrico se lleva a cabo mediante la determinación en 20 casos, de los tres diámetros fundamentales de la cavidad ventricular, longitudinal, transversal y vertical. Para realizar el estudio reconstructivo planimétrico, se procede a obtener series de cortes transversales completos de medio centímetro de grosor, que se complementan con el estudio de otra de serie de hemisecciones obtenidas con criterio topográgico y referidas perpendicularmente al eje troncoencefálico. La topografía de las estructuras ventriculares y sus relaciones de vecindad, se establecen en cortes sagitales de la fosa posterior, estudiados en la realidad, fotografiados a tamaño normal. El estudio radiológico, se consigue mediante relleno aéreo en el transcurso de neumoencefalografías fraccionadas que ofrecen rasgos de normalidad morfológicas; así como mediante la mejor aportación que proporciona la contrastación positiva de las cavidades, previa introducción ventricular de preparado yodado. Se establecen las oportunas consideraciones de tipo aplicativo en orden a la morfología vital, destacando a tal fin, la importancia del plano sagital. Finalmente se llama la atención sobre el sentido anatomofuncional de las estructuras del IV ventrículo, señalando la presencia de plexos coroideos, expresión de su labor secretora y el papel de la lámina tectoria inferior como substrato de intercambio de la porción ventricular y los espacios subaracnoideos, elementos todos que juegan un destacado papel en la dinámica de la circulación céfalo-raquídea.Tesis Doctoral Estudio anatomo-radiográfico de la región raquídea cervical(1966-04-10) García Anguiano, Fidel; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaI. Tanto desde el punto de vista anatómico, funcional y radiológico la columna vertebral cervical tiene caracteres especiales que le diferencian de las otras porciones de la columna vertebral, por lo cual para su estudio requiere técnicas y proyecciones especiales. No solamente los cuerpos con la presencia de las apófisis unciformes le dan una individualidad sino que también sus apófisis transversas al estar atravesadas por las arterias vertebrales. II. Es asiento con frecuencia y participa de las malformaciones de la charnela cráneo-raquídea. III. La presencia en los cuerpos de las apófisis unciformes hace que los discos se encuentren como encasillados y de aquí la dificultad de producción de hernias puras. IV. La médula cervical está expuesta a múltiples injurias debido a las características anatómicas de esta región, su gran movilidad hace que la columna en hiperextensión haga a abombar los ligamentos amarillos que pueden comprimir a la médula. El engrosamiento cervical que llega a ocupar casi la totalidad del saco dural también facilitan las compresiones medulares. V. Las dimensiones de conducto raquídeo cervical son independientes de la morfología general del sujeto, no habiéndose encontrado relación con la talla y sexo. Los movimientos de la columna actúan y modifican el calibre del conducto, el cual, está reducido en la extensión. La rotación también provoca un estrechamiento del conducto cervical debido al movimiento de giro del atlas que se comporta como un diafragma. También los movimientos de la columna actúan sobre el tamaño y configuración de los agujeros de conjunción, los cuales en condiciones normales son suficientemente grandes en cualquier actitud de la columna para no comprimir su contenido. VI. El estudio radiológico de la columna vertebral cervical requiere técnicas y manipulaciones especiales para la visualización de los primeros y últimos segmentos. El estudio radiológico simple de la columna cervical requiere de manera absoluta tres proyecciones la antero-posterior, lateral y oblicuas derecha e izquierda. Las radiografías simples son en la gran mayoría de los casos insuficientes para la demostración de las compresiones medulares, siendo necesario cuando se sospechen hacer mielografías. VII. las verdaderas posibilidades de la mielografía son la de informarnos de lo que ocurre dentro del saco dural y en las paredes de este ósea en la duramadre. Por lo tanto en los casos de protusiones o hernias discales nos pueden informar de la existencia de ellas solamente cuando el volumen sea lo suficientemente grande que deforme el contorno del saco dural. VIII. La discografía resulta el método de lección para el estudio de los discos, es más demostrativa que la mielografía ya que define claramente la posición, el contorno y el estado del núcleo inyectado y además demuestra las alteraciones del anillo fibroso. A pesar de estas ventajas tiene grandes inconvenientes como son las vías de acceso y que deben hacerse punciones múltiples ya que la exploración no puede quedar limitada a 2 ó 3 espacios. IX. Solo la angiografía de la vertebral puede pretender localizar y precisar la importancia de las lesiones vasculares responsables de la insuficiencia vertebral, aunque su indicación sea discutible. X. Las pequeñas diferencias de calibre de una arteria a la opuesta es frecuente y no tiene valor sino excede de 0,5 a 1 mm. XI. Las compresiones extrínsecas no afectan naturalmente su segmento basilar sino a título excepcional. Debida a las características anatómicas del trayecto de ésta arteria se comprende que durante su segundo segmento o segmento intertransversario está expuesta a compresiones por parte de osteofitos procedentes de las articulaciones uncovertebrales y apofisarias, que no solamente interesa a las vertebrales sino que también a sus colaterales radiculares. Las lesiones de las arterias vertebrales afectan más a su territorio espinal que el cerebral. XII. En la producción de las estenosis del conducto raquídeo participan no solamente las partes óseas (las láminas que producen estenosis no solamente por su grosor sino que también por su dirección) sino que también los ligamentos del conducto principalmente los amarillos ya que el papel del ligamentos vertebral común posterior en la producción de estenosis es escaso o nulo. Las principales estenosis están producidas por procesos discales, las protusiones y hernias. XIII. Cuando el diámetro anteroposterior del conducto raquídeo cervical alcanza cifras de 10 a 11 mm. podemos decir que una compresión de la médula puede ocurrir. La compresión y sufrimiento del neuroeje por una protusión está mantenido y entretenido por los movimientos continuos de la columna. XIV. Son frecuentes las asociaciones de malformaciones raquídeas con estenosis, en estos casos las estenosis son completas o sea que se afectan los diámetros anteroposteriores y transversos, teniendo más interés anatómico y clínico la reducción del diámetro anteroposterior. XV. Después de los 40 años, es muy frecuente la aparición de espondiloartrosis cervicales las cuales llegan a producir no solamente compresiones radiculares como antes se creía sino que también compresiones medulares. Las cervicoartrosis modifican las lordosis fisiológica de la columna vertebral cervical, esta modificación junto con la osteoporosis son signos primordiales y primarios de esta flexión. XVI. Las hernias puras cervicales no las hemos encontrado en las columnas estudiadas, siendo por el contrario frecuentísimas las protusiones discales sobre todo a nivel de los espacios C5 y C6-7 y más frecuente las protusiones múltiples que las aisladas. CONCLUSIONES: 1. Se realiza un estudio anatómico y radiológico (radiográfico simple, angiográfico de las vertebrales, mielográfico y discográfico) de la región raquídea cervical, basados sobre la objetividad de datos obtenidos en un total de dieciséis columnas cervicales, procedentes de trece hombres y tres mujeres, comprendidos entre los 23 y 72 años, pero con un predominio de edades por encima de la cincuentena. 2. En el orden malformativo, destacamos en esta casuística, la existencia de una observación de bloque vertebral congénito de SCHMORL, por carencia del disco intervertebral correspondiente, asociado a una simultánea falta de fusión del proceso odontoideo. 3. El estudio arteriográfico vertebral bilateral, conseguido en las cuatro quintas partes de los casos, mediante el relleno retrogrado de la arteria contralateral, pone de manifiesto, que el calibre vascular oscila alrededor de los 3,25 mm., destacando además, como en cuatro ocasiones ha sido posible comprobar una diferencia en grosor de 0,5 a 1 mm., a favor de la vertebral izquierda. 4. El posible y excepcional origen aórtico de la arteria vertebral, ha sido ya valorado anatómica (ADACHI, 1928) y embriológicamente (JIMENEZ-CASTELLANOS, 1952), pero sin embargo el caso observado ahora, nos induce a destacar el actuar interés angiográfico de esta modalidad. 5. La patología vascular vertebral se ha evidenciado: a) por compresiones extrínsecas de origen cervicartrósico, responsabilizándose del aspecto angiográfico sinuoso de la arteria. b) por estenosis intrínsecas de posible etiología ateromatosa. y c) por estenosis amplias que disminuyen longitudinalmente el calibre vascular. 6. Como base para el estudio de las estenosis raquídeas, se lleva a cabo una determinación métrica, anatómica y radiográfica de los diámetros anteroposteriores y transversales del conducto raquídeo óseo, de la imagen mielográfica y de la propia médula. Las cifras de tipo medio, conceden al diámetro anteroposterior valores de 7,8 mm. para la médula y de 12,4 mm. (anatómico) y 16,5 mm. (radiológico) para el conducto raquídeo. Por lo que respecta al diámetro transversal, esos mismos valores corresponden a 13,4 mm., 22,3 mm. y 26,9 mm., respectivamente. 7. Mielográficamente el diámetro máximo del cordón espinal se corresponde a la altura de C5, ofreciendo una amplitud media de 14,6 mm. y disminuyendo progresivamente en sentido ascendente y descendente con un promedio de 1-2 mm. por cada segmento. 8. Se determinan los factores que influyen en la producción de estenosis raquídeas cervicales y sus mecanismos de actuación, objetivando a tal fin la influencia de los elementos ligamentosos y óseos y de los procesos patológicos posibles. 9. El estudio métrico del conducto raquídeo, permite hablar de conductos estrechos, cuando la amplitud de sus diámetros ofrecen cifras de 10 mm. en sentido anteroposterior y de 20 mm., transversalmente, como ocurría en una de nuestras observaciones. 10. Las estenosis raquídeas cervicales, pueden tener un valor puramente funcional, como fruto del plegamiento de los ligamentos amarillo, en la dinámica del cuello, tal como se demuestra objetivamente en nuestro material anatómico y meilográfico. 11. Se valoran las protusiones discales y discartrosis, encontradas con gran frecuencia en nuestro material (diecisiete veces), destacando las formas únicas (cuatro casos) y las múltiples (trece), así como la mayor frecuencia de estos procesos degenerativos a nivel de los espacios más bajos: seis casos en C5-C69 y seis casos en C6-C7. 12. Se destaca como estas protusiones, que fundamentalmente estenosan el diámetro anteroposterior, hacen hernias en el conducto raquídeo, responsabilizándose con gran frecuencia de mielopatías, mientras que la disposición anatómica de las apófisis unciformes, dificultan y hacen más excepcionales las compresiones específicas del agujero de conjunción. 13. El especial estudio anatomo-radiográfico de los agujeros de conjunción, ha permitido comprobar la dirección discretamente ascendente de su corto trayecto, a nivel de los tres primeros, frente a la orientación descendente de los cuatro últimos, hecho comprobado en todos los casos analizados y que coincide con la trayectoria horizontal y descendente de las respectivas raíces raquídeas. 14. Se ha practicado la discografía cervical, preconizando las vías de abordaje anterior y antero-lateral y matizando las imágenes normales y patológicas, para destacar el valor de esta técnica como proceder específico en el estudio de los discos, pero a la vez señalando los inconvenientes de su empleo.Tesis Doctoral Aportaciones al estudio de la lesión estereotáxica electrolítica(1966-04-10) Ramos Latorre, José Luis; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaEn el presente trabajo se plantea un estudio de la lesión electrolítica cerebral y de la localización y amplitud de la misma en relación con los factores eléctricos químicos y biológicos que repercuten sobre ella. Se empieza por analizar a la luz de los antecedentes bibliográficos las dificultades que ofrece el determinar una lesión en las estructuras nerviosas, pasando revista a las distintas técnicas y medios propuestos. Se vuelve a insistir en la electrolisis basados en lo reiterado de su uso y en la escasez de trabajos que enfoquen directamente el problema técnico, objeto fundamental de la presente labor que trata de analizar las características anatómicas de la lesión a la vista de las influencias de intensidad, voltaje, resistencia y tiempo de duración del paso de la corriente, así como de aquellas otras circunstancias de tipo biológico. Se actúa con lesión esterotáxica en un conjunto de 25 gatos provocando un total de 83 destrucciones, de las cuales las primeras de tipo químico permiten consideraciones comparativas. Las exigencias específicas de la destrucción electrolítica han obligado a la realización de un aparato de electrolisis que utilizando la corriente alterna la transforma en continua, la cual permite trabajar con miliamperios y cifras inferiores a los 50 v. Los animales recuperados, estudiados clínicamente y sacrificados para proceder al estudio objetivo de sus lesiones, han obligado a seccionar sus masas encefálicas referidas al sistema de planos estereotáxicos obteniendo como consecuencia una serie de datos que re recogen gráficamente en reconstrucciones planimétricas, microfotografías y fotografías de los diversos planos lesionados; sirviendo todo ello de base para llevar a cabo el estudio sistemática de las distintas lesiones, sus características y localización que al mismo tiempo al ser referidas a las condiciones eléctricas empleadas han permitido sumariar los resultados obtenidos en una serie de cuadros en los que se pretende establecer la influencia de los distintos factores que intervienen en la electrolisis.Tesis Doctoral El sindrome de disfunción cerebral minima: Hallazgos electroencefalograficos(1967) Martín de Agar Valverde, María del Carmen; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaTesis Doctoral Fascias perineales(1967-02-01) Castro Cerralbo, Joaquín; Cañadas Bueno, José María; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaCONCLUSIONES De todas las disecciones practicadas y de los estudios resultantes de las mismas, sacamos en conjunto las siguientes conclusiones: 1. El tejido celular subcutáneo, en este periné, es cada vez de más fácil aparición y abundancia, a medida que nos dirigimos hacia atrás y afuera. 2. El desarrollo de las venas superficiales, está casi siempre, en razón directa de la musculosidad o atrofia del periné. 3. En los cadáveres conservados en formol, observamos los músculos más pálidos y duros, que en los conservados con ácido fénico y glicerina, donde se presentaban los músculos más sonrosados y de más fácil disección. 4. Hemos observado predominio de las enfermedades crónica y edad avanzada, en la atrofia muscular secundaria, siendo los perinés más musculosos, en los individuos de menos edad y en los fallecidos de muerte violenta o por enfermedades agudas. 5. Consideramos desde un principio, que la fascia perineal superficial, es similar y en un todo presta continuidad a la fascia abdominal. 6. El esfínter externo e interno, no quiere decir que sean superior e inferior, separados por el elevador, sino concéntricos, uno del otro. 7. El esfínter externo del ano era muy atrófico en individuos depauperados y con atrofia muscular generalizada. 8. El esfínter externo del ano eras muy hipertrófico en individuos muy musculosos o con enfermedades digestivas, hemorroides, fístulas del ano, poliposis rectal o enfermedades generales, que habían cursado con extreñimiento pertinaz. 9. Hemos observado en un 5% de casos, la ausencia total del esfínter externo del ano. 10. La longitud del esfínter interno del ano, es máxima entre los 45 a 65 años, y mínima, por debajo y encima de éstos dos límites. 11. La hipertrofia del esfínter interno del ano obedecen a las mismas causas, que la ocasionan en el externo. 12. Las relaciones de la arteria y nervio pudendos con el borde inferior del transverso superficial, no son fijas ni mucho menos, pues a veces los vimos relacionados con el borde superior y no con el inferior, y en otras, se relacionaba el nervio con el borde superior, y la arteria con el inferior. 13. El músculo isquiocavernoso puede variar mucho, pudiendo presentarse en forma laminar, o constituyendo una o varias ramas independientes entre sí. 14. En las personas de edad avanzada, y en los individuos muy depauperados, hemos observado que las venas bulbares que emergen de la parte posterior del bulbo, son mucho más tortuosas e hinchadas, que en los individuos jóvenes o de fuerte constitución física. 15. Cuando el músculo elevador del ano, está poco desarrollado, encontramos una potente aponeurosis de cobertura y viceversa, en una proporción de un 69% y 31%, respectivamente. 16. Siempre que hemos observado, un menor desarrollo de la parte posterior del elevador del ano, hemos descubierto un mayor desarrollo del isquiococcígeo. 17. Constantemente hemos observado, que el elevador es el músculo más potente y desarrollado, envueltos en sus vainas aponeuróticas, siendo estas más o menos potentes, cuanto menos o más desarrollado, encontramos el músculo. 18. En contra de lo que creíamos, son frecuentes las anomalías que presentan los músculos del periné. 19. En todas las disecciones y preparaciones que hemos efectuado, del diafragma urogenital, hemos observado que es una unidad aponeurótica-muscular, constituyendo el músculo transverso profundo, y jamás hemos observado en él, la aparición del músculo de Guthrie y de Wilson, del que hablan algunos autores. 20. Observamos que el diafragma urogenital, en la zona situada entre la sínfisis púbica y la pared anterior vaginal, es la zona donde siempre hemos observado mayor traumatismo, cuando el conducto vaginal experimenta grandes dilataciones, sean debidas a motivos fisiológicos o patológicos. 21. Con una frecuencia grande hemos observado a la vena pudenda interna, desdoblada y enlazando a veces a la arteria pudenda interna, en la mayoría de su recorrido. 22. Coincidimos en nuestras disecciones, en señalar con algunos autores, que la inserción superior de la aponeurosis endopelviana, no es propiamente en la línea innominada, como se cree, sino a nivel de la prolongación del borde superior del agujero obturador. 23. Nos llamó poderosamente la atención, el gran desarrollo de la aponeurosis endopelviana en algunos individuos, que por su profesión, habían montado mucho a caballo, y en otros, cuya aponeurosis era menor, observábamos un aumento del calibre de las venas. 24. Siempre hemos comprobado, que las fibras de la aponeurosis endopelviana, morían casi siempre en las fibras conjuntivas de los órganos centrales, con los cuales tenían más o menos relaciones de contigüidad. 25. Asimismo nos llamó la atención, que el aparato de fijación venosa pélvica, suministrados por la aponeurosis endopelviana, está muy desarrollado, contrastando fuertemente con la laxa unión, que por el contrario tienen las arterias. 26. La tensión de las vainas vasculares pélvicas, son dependientes de la de las fascias y tejidos circundantes, no adoptando éstos, papeles de simple fijación, sino verdaderos aparatos auxiliares, en la dinámica circulatoria, de esos sistemas vasculares. 27. También hemos observado, que cuando el desarrollo de este aparato de fijación venosa era escaso, las venas aumentadas de calibre, presentaban dilataciones varicosas.Tesis Doctoral Estudio electroforético de las proteínas del L.C.R.(1967-07-31) Castellanos Mateos, Francisco; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaEn el presente trabajo se realiza un estudio de las proteínas del L.C.R. mediante la electroforesis en papel. Siguiendo el orden establecido previamente desarrollamos con brevedad las bases y fundamentos de dicha técnica, así como un resumen histórico de los autores que iniciaron el estudio de estos problemas y de los sucesivos pasos o jalones que se marcan claramente en la evolución de los mismos. El material que hemos utilizado en este trabajo han sido 110 muestras de L.C.R. pertenecientes a otras tantas personas que han acudido durante estos dos últimos años a los distintos servicios de la Escuela Profesional de Neurología y Neurocirugía de esta Facultad. La técnica seguida por la obtención de la separación electroforética sobre el papel de las distintas fracciones proteicas del L.C.R. han sido fruto de una investigación y elaboración personal mediante la cual se ha seleccionado y desarrollado el método de concentración y diálisis del L.C.R. a través de una membrana de colodión, contra suero fisiológico, por medio de la ultrafiltración al vacío, por considerarla como la más idónea, apta y menos costosa y compleja, permitiendo en fin, que la electroforesis de las proteínas del L.C.R. pueda ser una realidad en toda clínica neurológica, dejando de ser exclusiva de laboratorios especializados. Del total de casos estudiados, 10 de ellos pertenecían a persona que consideramos como normales tras una selección muy rigurosa, y estudio clínico neurológico y analítico del L.C.R. mediante las investigaciones de laboratorio ya clásicas. Con los resultados obtenidos por la aplicación de la electroforesis en papel a estos 10 L.C.R. se practicó un estudio estadístico, determinando así los valores medios, desviación y error standard, logrando con gran aproximación el proteinograma raquídeo normal, es decir, el valor medio normal para cada una las distintas fracciones proteicas y cociente albumina globulina del L.C.R. pertenecientes a las personas del medio ambiente en que nos desenvolvemos. Se realizó un estudio analítico del proteinograma raquídeo normal bajo tres aspectos distintos: Descripción de las diversas fracciones proteicas encontradas en los 10 casos examinados. Estudio de las diferencias existentes entre los proteinogramas normales del suero sanguíneo y del L.C.R., comparando sus distintos porcentajes. Así mismo hemos establecido una comparación entre los resultados hallados por nosotros y considerados como normales y los obtenidos por los investigadores que más se han preocupado en estos problemas, con indicación además de la técnica seguida por cada uno de ellos para consecución de sus estudios electroforéticos del L.C.R. Hemos aplicado la técnica descrita de electroforesis en papel a 1000 muestras de L.C.R. pertenecientes a personas afectas de diversas enfermedades neurológicas. Se han determinado en primer lugar los porcentajes de las distintas fracciones proteicas en cada uno de los L.C.R. examinados, con exposición de las curvas y tiras electroforéticas representativas de cada una de las afecciones neurológicas estudiadas. Se procedió a continuación a estudiar los resultados obtenidos mediante unos comentarios generales, destacando seguidamente los valores conseguidos para cada entidad nosológica en particular, comparándolas con los descritos en la bibliografía mundial. Finalmente se ha establecido una clasificación de los diversos tipos de curvas electroforéticas que se pueden obtener, en el L.C.R. relacionando así mismo cada uno de los tipos descritos con las afecciones neurológicas en las que se presentan, con el consecuente valor clínico que ello puede tener. El estudio de todo este material ha permitido comprobar una serie de alteraciones en el espectro proteico del L.C.R. de muchas enfermedades, en líquidos que por otra parte presentaban una marcada normalidad ateniéndonos exclusivamente a los resultados analíticos clásicos, alteraciones que nos permiten aportar datos de gran interés e importancia para el diagnóstico precoz, y diferencial de esas afecciones neurológicas, así como para el criterio de su evolución y curación, o bien, para conocer con más profundidad la intimidad bioquímica de su patogenia. CONCLUSIONES 1. La realización de la electroforesis en papel del L.C.R. hace necesaria la obtención previa de una muestra del mismo desmineralizada y con una concentración proteica 100 veces superior a su valor normal. (0,20 gr. Por mil a 2 gr.%). La concentración y desmineralización del L.C.R. puede ser conseguida simultáneamente, como hemos demostrado, mediante ultrafiltración al vacío a través de un tubo de colodión que nosotros mismos elaboramos y en el que al mismo tiempo se realiza la diálisis contra una solución de suero fisiológico. 2. La cantidad inicial de L.C.R. necesaria es de 5 c.c. para obtener una muestra con las condiciones adecuadas para acometerla a la electroforesis en papel, de 0,05 c.c. En caso de L.C.R. patológico cuyo contenido en proteínas totales está incrementando, la cantidad del mismo necesaria para su posterior concentración y diálisis puede ser aún menor, estando por lo tanto en relación inversamente proporcional el contenido proteico del L.C.R. y la cantidad que se necesita del mismo a fin de obtener la muestra adecuada con la concentración deseada. 3. Este método de concentración y de diálisis simultánea, descrito, por su rapidez, costo mínimo, falta de complejidad y escasa cantidad de L.C.R. inicial necesario, si lo comparamos con el necesitado en otras técnicas, permite su realización en cualquier laboratorio y la consiguiente aplicación de la electroforesis en papel a las proteínas del L.C.R. a la clínica diaria. 4. Los valores medios normales del proteinograma raquídeo de la población existente en el medio ambiente en que nos desenvolvemos, obtenido mediante el estudio estadístico de los resultados logrados en el examen de 10 L.C.R. pertenecientes a personas que se consideraron como normales tras una selección rigurosa son los siguientes: Prealbumina 3,7 – 5,1% Albumina 51,1 – 54,1% Globulina Alfa 1 5,6 – 6,6% Globulina Alfa 2 7,3 – 9,1% Globulina Beta 13,3 – 14,3% Globulina Tau 4,3 – 5,5% Globulina Gamma 9,3 – 10,5% Cociente A/G 1,1 – 1,3 5. En todos nuestros exámenes electroforéticos de L.C.R. normales hemos encontrado una fracción de débil concentración velocidad de emigración superior a la de la albumina y por consiguiente de inferior peso molecular no existente en el suero sanguíneo que se denomina Prealbumina, fracción V o X, y cuyos valores máximos y mínimos obtenidos han sido 5,2% y 3,1% respectivamente, siendo el valor medio de 4,4%. Igualmente, entre las fracciones Beta y Gamma hemos hallado constantemente en los L.C.R. normales la presencia de otra fracción proteica que como la anterior no existe en el suero, denominada fracción Tau, y cuya individualidad de las fracciones adyacentes es aún discutida. En nuestros 10 casos normales, la constante y clara presencia de esta fracción entre las globulinas beta y gamma, permite establecer un paralelismo entre ella y la prealbumina y conferirle a estas fracciones un marcado carácter de especificidad del L.C.R. Los valores máximos y mínimos determinados por nosotros han sido de 6,3% y 4,2% respectivamente y el valor medio de 4,9%. No hemos encontrado en los casos normales examinados relación alguna entre la cantidad de proteínas totales de L.C.R y los porcentajes de las fracciones prealbumina y Tau. 6. Estudiando comparativamente los resultados de las electroforesis en papel de las proteínas del suero y del L.C.R. llegamos a las siguientes conclusiones. La proporción de Albumina es menor, en un orden del 10% aproximadamente, en el L.C.R. que en el suero sanguíneo, considerando ambos líquidos biológicos como normales. Los valores porcentuales máximo y mínimo fueron 55,5% y 50,0% respectivamente y el medio 52,6%. Encontramos una mayor proporción de la globulina beta en el L.C.R. casi 1 ½ veces más que en el suero, dato en favor del carácter cerebrogenico de esta globulina. Los valores máximo y mínimo fueron 14,6% y 13,1% respectivamente y el medio 13,8%. El porcentaje de la fracción gamma está disminuido en el L.C.R., del orden de 0,5 veces aproximadamente, con relación al suero sanguíneo. El valor máximo obtenido fue 11,0%, el mínimo 9,1% y el valor medio 9.9%. El valor del cociente A/G que en el suero es de 1,5 disminuye en el L.C.R. en el que el valor medio hallado es 1,2 estando comprendidos dentro de los límites de la más estricta normalidad los valores entre 1,1 y 1,3. 7. Se ha aplicado la técnica de la electroforesis en papel a 100 L.C.R. patológicos pertenecientes a otras tantas personas afectas de diversas enfermedades neurológicas, y cuyas edades oscilaban entre 1 mes y 69 años. El 60% de las muestras estudiadas pertenecían a sujetos varones y el 40% restante a sujetos hombres. Un número considerable de las fracciones proteicas en estos 100 exámenes identificadas muestran porcentajes que se encuentran dentro de los límites de la normalidad. 8. La electroforesis en papel de las proteínas del L.C.R. contribuye al diagnóstico diferencial de las diversas causas etiológicas de las atrofias cerebrales, complementando el estudio neuroencefalográfico. En los casos estudiados se presenta un claro aumento de la globulina beta en las atrofias de causa degenerativa, una marcada elevación de la albumina y del cociente A/G en las debida a procesos vasculares, mientras que en las atrofias ya establecidas, los valores electroforéticos son normales. El estudio electroforético representaría una visión dinámica del proceso atrófico, que estaría en evolución, mientras que el neumoencefalográfico es el estudio estático de esas lesiones en un momento dado. Amos métodos, pues, se complementan. 9. Asimismo, este método de investigación contribuye al diagnóstico diferencial de las hidrocefalias obstructivas y comunicantes que muestran respectivamente aumento muy marcado d las fracciones Beta y Albumina respectivamente. 10. La electroforesis en papel de las proteínas del L.C.R. tiene una gran importancia para el diagnóstico precoz y diferencial de las meningitis TBC, debido a las alteraciones del espectro proteico, disminución de la Albumina y aumento de la globulina gamma. Estas alteraciones son de gran interés igualmente en los criterios de evolución y curación de estas afecciones. 11. La globulina Beta se encuentra aumentada en todos aquellos procesos neurológicos que se acompañen de destrucción de tejido cerebral, sobre todo en los de carácter degenerativo, datos ambos en favor del discutido carácter cerebrogenico de esta globulina, así como en los procesos que producen una marcada hipoxia o anoxia cerebral. 12. La globulina gamma se muestra claramente elevada en los procesos infecciosos-inflamatorios, sobre todo de tipo crónico como Neurolues, Meningitis TBC, Esclerosis múltiples y leucoenfalitis desmielinizantes, careciendo en esta última de experiencia personal. 13. En las hemorragias subaracnoideas, el L.C.R. presenta una curva electroforética de aspecto muy similar a la del suero con ausencia de las fracciones prealbumina y Tau, así como otras alteraciones en el resto de ellas, como aumento de albumina globulina gamma y disminución de la fracción beta. El cuadro electroforético varía además individualmente según la proporción de sangre mezclada con el L.C.R. 14. El estudio del grupo de las globulinas alfa muestra un aumento a vasos bastante evidente y marcado en los L.C.R. pertenecientes a personas con tumores del Sistema Nervioso o afectas de hernias discales. 15. Existe una clara diferencia entre los perfiles o curvas electroforéticas de la arterioesclerosis cerebral, que se acompaña de un gran aumento de albumina, consecuencia de la alteración de la permeabilidad de la barrera hematoencefálica y el cuadro agudo en ella frecuentemente presentado de trombosis cerebral en el que la fracción elevad aes la globulina beta, como consecuencia de la destrucción de tejido cerebral y de la formación en el mismo de dicha globulina. 16. En el resto de las afecciones neurológicas estudiadas debido al insuficiente número de casos examinados o a la inespecificidad de los resultados logrados, los valores conseguidos y los datos obtenidos no pueden ser considerados como definitivos. 17. Se propone una clasificación personal de las curvas electroforéticas de las proteínas del L.C.R. en la que se relacionan los predominios de las distintas fracciones con las diversas entidades nosológicas neurológicas en las que aparecen, con el consiguiente valor aplicativo a la clínica de la misma. Se establecen 6 tipos de curva electroforética: Tipo I o Normal Tipo II con predominio de la Albumina Tipo III con predominio de las globulinas alfa Tipo IV con predominio de la fracción beta Tipo V con predominio de la globulina gamma Tipo VI o mixto, con ausencia o disminución muy marcada de las fracciones prealbumina y Tau. 18. Finalmente a la vista de todo lo anteriormente expuesto, llegamos a la conclusión de que el examen mediante la electroforesis en papel de las proteínas del L.C.R. aporta datos de gran importancia a la clínica neurológica, máxime cuando en muchas afecciones de la misma el estudio analítico clásico de este líquido biológico no presenta alteraciones de ningún carácter, debiendo por lo tanto esta técnica de investigación convertirse en un método analítico de gran interés a considerar en el estudio de las afecciones del Sistema Nervioso, y en las que sin duda alguna creemos que en la resolución de muchos de sus ahora intrincados problemas, ocupará en el futuro un lugar muy destacado, resolución a la que esperamos y deseamos haber contribuido con nuestro modesto esfuerzo personal.Tesis Doctoral Estudio anatomo-radiográfico de la circulación arterial del miembro superior(1969) López Laguna, Ricardo; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaTesis Doctoral Estudio anatómo-radiográfico de la organización arterial del miembro inferior(1970-01-09) Rodríguez Albariño, Apolinar; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaHemos practicado un estudio anatómico y radiográfico de la organización arterial del miembro inferior, simultaneando la disección clásica en el cadáver humano con los modernos procedimientos arteriográficos, con la idea de obtener una visión lo más completa posible de dicha organización arterial, que pueda servir de base para una correcta valoración de determinados hallazgos clínicos a estos niveles. Nuestro material ha estado constituido por 100 miembros inferiores de cadáver. En 40 de ellos hemos practicado el estudio arteriográfico además del estudio anatómico. En los 60 restantes, solamente la disección. Hemos empleado, pues, un método radiográfico y un método anatómico. Una vez descubiertas las arterias femoral común, porción final de la femoral superficial y comienzo de la poplítea, tibial posterior y tibial anterior –estas últimas en la gargante del pie- inyectamos en ellas la substancia de contraste y practicamos cinco radiografías: una antero-posterior de cadera y muslo; otra antero-posterior de rodilla; otra, igualmente antero-posterior, de la pierna; y las dos últimas, lateral y antero-posterior del pie. El estudio anatómico de los 100 miembros se realiza siguiendo un criterio topográfico amplio. Primero, en el plano anterior, una región proximal que comprende las regiones anteriores del muslo y de la rodilla, y una región distal, que comprende las regiones anteriores de la pierna y del pie. Igualmente, en el plano posterior, nos ocupamos primero de su región proximal, que abarca las zonas glútea y posterior del muslo, para terminar considerando la región distal, que resume a las regiones posterior de la pierna y plantar del pie. Tras la aplicación de estos métodos a este material, obtenemos unos resultados en cada una de las arterias estudiadas. Mediante el método arteriográfico obtenemos una visión bastante completa de estas estructuras vasculares, que después comparamos con observado en la disección. Cada uno de los métodos, por separado, nos proporciona datos de interés, no susceptibles de ser demostrados con el procedimiento contrario. Pero el mayor interés lo proporciona la posibilidad de simultanearlos en el cadáver, ya que al complementarse, nos proporcionan una imagen más completa de la organización arterial. En este trabajo, pues, hemos tratado de considerar de una manera global el papel desempeñado por las arterias del miembro inferior, estudiándolas desde distintos puntos de vista y siempre con vistas a su interés clínico.Tesis Doctoral Aportaciones del electrodiagnóstico de detección a la patología neuromuscular(1970-01-14) Castilla Garrido, José María; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaEn el presente trabajo se realiza un estudio de 200 enfermos desde el punto de vista Electromiográfico. Siguiendo el orden puramente establecido, desarrollamos un resumen histórico de los distintos autores que aportaron las bases de este método exploratorio así como de los que fueron ideando nuevos medios de trabajo y sistematizando los resultados. A continuación se expuso los conocimientos actuales sobre la fisiopatología de la unidad motora necesarios para una mejor interpretación de los trazados obtenidos con el Electromiograma. El material que hemos utilizado para el estudio de estos 200 enfermos que en su mayoría proceden de la Escuela Profesional de Neurología y Neurocirugía, ha consistido en el Electromiografo de construcción francesa de marca Myocathor fabricado por la casa Alvar, y cuatro pares de electrodos bifiliares de distintas longitudes según el musculo a explorar. Dicho aparato consta de tres canales con un oscilógrafo independiente para cada uno, un altavoz y un sistema de registro fotográfico continuo. Los electrodos empleados han sido bifiliares por considerarlos los más idóneos y menos costoso para este tipo de investigación. Una vez recogido el diagnóstico clínico de sospecha el motivo de la exploración y su anamnesis, datos que dejamos reflejados en una ficha impresa, formamos un criterio de la afección y seleccionamos los músculos que pueden aportar más datos durante el examen. Describimos a continuación la técnica y sistemática seguida en las afecciones de la unidad motora y del Sistema Nervioso Central y algunas especiales como la de la Tetania latente y Hernias Discales. Seguidamente se exponen los artefactos más frecuentes de Electromiografia, en orden a una correcta interpretación de los trazados. Brevemente se hace un comentario del concepto de la Electromiografía, su utilidad basada en nuestra propia experiencia e indicaciones más propicias. Hacemos una descripción del Electromiograma normal y del patológico, tanto durante la contracción muscular como en el reposo; resaltando después las características del mismo glabalmente en la patología neural periférica, en la muscular y en la del Sistema Nervioso Central. Expuesta esta descripción y teniendo en cuenta para ello las observaciones de los distintos autores sometimos a exploración Electromiográfica a 200 enfermos, con el fin de valorar la aportación prestada a la clínica por esta técnica, en el esclarecimiento del diagnóstico definitivo y una vez aclarado este, ver si las características de los potenciales de las unidades motoras en las distintas afecciones, correspondían con las encontradas por nosotros. En seis gráficas quedan reflejados todos los enfermos estudiados, resaltando en ello entre otras facetas, el motivo de la exploración, las características de los trazados, el diagnóstico Electromiográfico y por el último el diagnóstico clínico definitivo. Posteriormente pasamos a comentar ampliamente el papel desempeñado por el electromiograma en el diagnóstico de cada enfermedad de las comprendidas en nuestras casuísticas y la expresión gráfica de algunos de los trazados más característicos. El fruto de toda esta labor investigadora ha quedado reflejado en las oportunas conclusiones que sometemos a la consideración de este digno Tribunal. CONCLUSIONES 1. Se han estudiado Electromiográficamente 200 enfermos en los que se consideró necesaria dicha exploración con fines diagnósticos. Esta casuística queda integrada por 84 enfermos (42%) con lesión en el Sistema Nervioso Periférico. En 43 casos (20%) la causa lesional radicaba en el Sistema Nervioso Central. En 30 pacientes que suponen el 15% ofrecían una patología muscular estriada, y en el resto con 43 observaciones presentaba un registro Electromiográfico considerado dentro de la normalidad. 2. En los 84 enfermos del Sistema Nervioso Periférico, tanto por lesiones específicas como secundarias, la Electromiografía aportó datos diagnósticos precisos referentes al origen neurógeno de la sintomatología, a la localización de la lesión (medular, radicular, plexicular o neural), y a la captación de lesiones mínimas no traducidas en signos clínicos. Igualmente en estos enfermos la exploración Electromiográfica tuvo un gran valor pronóstico poniendo de manifiesto la denervación total o parcial y en este último caso su grado de afección; imponiendo a la actitud intervencionista un compás de espera prudencial que dependerá de la localización de la lesión y que incluso permitirá descartar la postura quirúrgica si durante esta espera aparecen signos de reinervación y si la evolución Electromiográfica de la lesión es favorable. En el caso desfavorable se podrá imponer con anticipación el tratamiento cruento ganando meses a la atrofia y fibrosis de los músculos. 3. Destacamos entre nuestros 28 casos de lesiones traumáticas neurales, las posibilidades diagnósticas diferenciales que puede establecer la Electromiografía entre las interrupciones orgánicas (AXONOTMESES y NEUROAXONOTMESIS) y las funcionales (NEURAPRAXIA y SIMULACIONES). 4. La experiencia en toda nuestra casuística de lesiones periféricas, nos ha puesto de manifiesto la aparición de fibrilaciones en los registros y la intensificación de las mismas bajo la influencia del calentamiento de los músculos, como ya previamente habían evidenciado otros autores. 5. Destacamos como muy obtensibles la aparición de fasciculaciones y sincronismo de los potenciales de unidades motoras en los pacientes afectos de Esclerosis lateral amiotrófica, como hemos tenido ocasión de comprobar con absoluta reiteración en nuestra casuística. 6. Con orden al diagnóstico diferencial entre las atrofias neurógenas espinales y las periféricas, la experiencia Electromiográfica nos permite aportar los siguientes datos: En las atrofias periféricas la duración de los potenciales no está en relación con el grado de atrofia como sucede en las espinales. En las atrofias espinales destaca la proporción de potenciales de forma simple y de duración superior a los trece milisegundos. En relación con la amplitud media de los potenciales, mientras que las periféricas es normal, está aumentada en las atrofias espinales. Los potenciales polifásicos agrupados predominan en las atrofias espinales, en cambio en las periféricas son más frecuentes los potenciales polifásicos de agujas breves. 7. En relación con nuestra experiencia en las miopatías primarias, frente al trazado miopático común a todas ellas, destaca la aparición de descargas miotónicas en un único caso de Miopatía pseudohipertrófica de DUCHENNE DE BOULOGNE, incluyendo tanto a los músculos afectados como a los aparentemente sanos. 8. Destacamos el valor diagnóstico del Electromiograma en la Tetania latente, hasta el punto de permitirnos detectar seis de nuestras observaciones; e igualmente ponemos en evidencia en todos los casos de Tetania el valor evolutivo de esta técnica exploratoria. 9. Nuestras trece observaciones de patología extrapiramidal han permitido matizar las características electromiográficas más frecuentes del temblor Parkinsoniano y establecer con objetividad las diferencias entre la espasticidad y rigidez. 10. La exploración de afecciones de la vía piramidal, se ha traducido en trazados Electromiográficos deficitarios contribuyendo incluso con fines diagnóstico a confirmar lesiones centrales apenas sospechadas por la clínica. 11. Como resumen final destacamos el valor de la Electromiografía, que aunque situada como prueba complementaria y sin llegar a ofrecer trazados patognomónicos de determinada entidad clínica, sin embargo juega un definitivo papel en las afecciones del Sistema Nervioso Periférico y en las Musculares de doble matiz diagnóstico y pronóstico y puede prestar también una excelente ayuda en el estudio de determinados síndromes motores de origen central.Tesis Doctoral Aportaciones al estudio electroencefalográfico “de superficie” en patología extrapiramidal(1971-01-02) Gómez de Terreros Sánchez, Ignacio; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaEn el presente trabajo se realiza un estudio Electroencefalográfico “de superficie” en 159 enfermos afectos de patología extrapiramidal. Siguiendo un orden establecido previamente, realizamos un breve resumen histórico del desarrollo de la electroencefalografía y su introducción en la clínica, así como de los autores que iniciaron su estudio tanto desde un punto de vista parcial como general en la patología extrapiramidal. Las bases y fundamentos, son establecidas con una breve exposición de los tres apartados en que para un mejor estudio se ha dividido. En primera lugar se realiza un breve recuerdo anatomofuncional del sistema extrapiramidal, para continuar con los realizados sobre semiología del sistema extrapiramidal, terminando con un tercer apartados dedicado a la semiología electroencefalográfica. El material que hemos utilizado en este trabajo como ya se ha mencionado está constituido por un total de 159 casos de enfermos afectos de patología del sistema extrapiramidal, los cuales han sido debidamente seleccionados de un total de 11.000 historias; 10.500 procedentes del Servicio de Electroencefalografía de la Facultad adscrito a la Cátedra de Anatomía y Técnica Anatómica y Escuela Profesional de Neurología y Neurocirugía y 500 procedentes de los Servicios de Neurología y Neurocirugía y Electroencefalografía del Hospital Dispensario Victoria Eugenia de Sevilla (Cruz Roja Española). El método de estudio consiste en el análisis de los datos suministrados por la electroencefalograía superficial en dichos enfermos cuya exploración electroencefalográfica ha seguido unas pautas que son debidamente señaladas. En el capítulo de Resultados nos centramos en el análisis de los datos clínicos y electroencefalográficos recogidos en los 159 enfermos, realizándose una exposición tanto de los correspondientes protocolos, debidamente agrupados en apartados sindrómicos, como de los resultados obtenidos tras el estudio de los mismos. A continuación se hace un comentario general de los resultados obtenidos tras el análisis de nuestra casuística personal, comparándolos con los datos descritos en la bibliografía mundial, de la que se ha hecho una amplia revisión, para destacar, seguidamente, las correlaciones electroclínicas válidas en cada uno de los síntomas extrapiramidales. La consideración de este material nos ha permitido aportar una visión global de las características en general inespecíficas, cuyo valor se centra en proporcionar datos acerca del estado anatomo-funcional del cerebro en su conjunto, lo que repercute en una compresión global del cuadro clínico. Las alteraciones obtenidas se ponen en relación, en muchas ocasiones, no con las manifestaciones extrapiramidales en sí sino con la afectación cerebral, determinante común del trastorno motor y de las anomalías eléctricas. En muchos casos, en fin, el E.E.G. tendrá asimismo un valor pronóstico y podrá orientar hacia un tratamiento más correcto. CONCLUSIONES: 1. La Electroencefalografía “de superficie” es en la actualidad un método de exploración esencial como complemento del diagnóstico neurológico, fundamentalmente en la localización de niveles lesionales, y alcanzando su máximo valor cuando se la considera en relación con la clínica. 2. La Electroencefalografía “de superficie” en la patología extrapiramidal proporciona datos valiosos acerca del catado del cerebro en su conjunto, facilitando la compresión global del cuadro clínico. La correlación de los datos suministrados se establece, en general, no con el cuadro extrapiramidal en sí sino con el estado anatomo-funcional del cerebro, responsable común de las alteraciones clínicas y electroencefalográficas. 3. En los cuadros Parkinsonianos hemos encontrado un 41% de registros anormales. Las anomalías fundamentales obtenidas consisten en la aparición de una actividad theta difusa, de sincronización más o menos estable. La aparición de dichas anomalías es independiente de la etiología, distribución topográfica o predominio de uno u otro síntoma clínico. 4. En la Corea de Sydenhan hemos encontrado un 70% de registros anormales. Estas anomalías son fundamentalmente difusas, de tipo lento, observada durante el trazado de reposo y activadas por la hipernea. En un 19% los trazados presentan alteraciones localizadas; lo que es más marcado en los casos clínicos de hemicorea sin que, por otra parte, exista una concordancia directa entre la lateralización de la sintomatología clínica y la de las manifestaciones eléctricas. 5. Estas alteraciones electroencefalográficas encontradas en la Corea de Sydenhan son máximas en los estadios iniciales de la enfermedad, para remitir precoz e independientemente del curso evolutivo del cuadro clínico. 6. El E.E.G. en la Corea de Hunstington no presentan datos patológicos valorables, si exceptuamos una tendencia global a la desincronización, cuya valoración como signo anormal es muy discutible. 7. En los Temblores esenciales el E.E.G. es normal o presentan muy discretas anomalías, dominándolas actividades fundamentales de tipo rápido, desincronizado y de bajo voltaje, junto a discreta sobrecarga de ondas theta diseminadas a débil sincronización y amplitud. 8. En el Síndrome Atetosico observamos como tendencia general el carácter desorganizado y la desincronización de la actividad fundamental. En el 52% de los casos estudiados hemos encontrado alteraciones generalizadas o localizadas, fundamentalmente de tipo lento. Hemos apreciado una cierta concordancia entre la localización eléctrica y la lateralización clínica en los casos de hemiatetosis, sin que, por otra parte, podamos establecer conclusiones electroclínicas más sólidas en relación con la distribución topográfica de la sintomatología clínica. 9. En todos nuestros casos de Tics, tanto en los funcionales o psicógeno como en los orgánicos, el E.E.G. ha sido normal o las anomalías cuando existían eran muy discretas, difusas e inespecífica, caracterizada por una ligera sobrecarga lenta de fondo. 10. En la Degeneración hepato-lenticuar, las alteraciones electroencefalográficas, se hallan en relación con la gravedad del cuadro clínico, destacando una tendencia global a la desincronización de los biorritmos cerebrales. 11. En un 70% de nuestros casos de Mioclonias Sintomáticas hemos encontrado alteraciones electrocenfalográficas graves y diversas, en relación con la diversidad etiológica que reconocían. En un 30% de los casos hemos recogido actividades paroxísticas e hipersincrónicas en forma de polipuntas, polipunta-onda o punta-onda irregular, en descargas bilaterales y síncronas. 12. Se han estudiado cuatros casos e epilepsia con Mioclonia, tres de ellos son incluidos como enfermedad de Unverricht-Lundborg. En ellos, el E.E.G. presenta superpuestas una disrritmia lenta generalizada, expresiva de un sufrimiento cerebral en relación con el deterioro mental, y una disrritmia basal de tipo paroxístico e hipersincrónico, manifestada por frecuente descargas de polipunta, polipunta-onda o punta-onda irregulares y de elevado voltaje, de proyección bilateral y síncrona, en relación con la epilepsia mioclonica. El caso restante corresponde a una enfermedad de Kojewnikow, en cuyo registro se observan signos irritativos focales en relación con la afección cerebral. 13. En el resto de las afecciones, Hemibalismo, Distonia de Torsión y Calambre del Escribiente, no hemos encontrados alteraciones electroencefalográficas en relación con su cuadro extrapiramidal y dado el caso escaso número de casos estudiados no podemos establecer correlación alguna entre sus resultados. 14. Finalmente a la vista de todo lo anteriormente expuesto, llegamos a la conclusión de que en los diversos cuadros de la patología extrapiramidal existe un gran porcentaje de registros anormales, como lo demuestra la valoración global de nuestros resultados, según la cual, el 44% de nuestros enfermos presentaban registros dentro de los valores normales, mientras que el 56% restante eran portadores de anomalías electroendefalográficas, oscilando desde un 6,3% en que dichas anomalías eran discretas hasta el 49,7% con rasgos bicelectrícos francamente patológicos. Con ello podemos afirmar, que el estudio electroencefalográfico “de superficie” constituye una técnica, de indudable y reconocido valor en el estudio de las afecciones del sistema, extrapiramidal, complementando así, el estudio de las alteraciones anatomo-funcionales cerebrales y facilitando una compresión global de sus diversos cuadros clínicos, contribuyendo de este modo a un mejor diagnóstico, pronóstico y tratamiento, con e que deseamos haber aportado nuestro modesto esfuerzo personal.Tesis Doctoral Electroforesis de las proteínas solubles del cerebro de conejo(1971-05-01) Chacón Peña, Rafael; Jiménez-Castellanos y Calvo-Rubio, Juan; Universidad de Sevilla. Departamento de Anatomía y Embriología HumanaEn el principio de toda obra humana, surge la motivación, motor que pone en marcha la acción y la mantiene durante su ejecución, para que nuestra voluntad no decaiga. Pero, es que además de ser motivados nuestros actos deben presentar una justificación, una razón de ser, es decir un fin, que es por el que nos movemos cuando realizamos nuestras actividades. Ya en los últimos años de nuestra Licenciatura, y una vez decidido nuestro propósito, de vincularnos universitariamente, pensábamos en el camino a recorrer, en los pasos que tendríamos que dar, primero completar nuestros estudios médicos, difícil y pesada labor, que durante años debería acompañar nuestra formación. Realizar una Licenciatura, momento de apertura vital y profesional, después. Y finalmente, tras un largo periodo de incubación, de maduración, y guiado por manos eruditas, realizar nuestro Doctorado, último paso antes de adentrarnos de lleno en la vida universitaria. La Tesis Doctoral, -creemos- debe ser, primero, tembloroso e inmaduro paso y trabajo, quizás no del todo correcto y acabado, como corresponde a todo ensayo, -pues ensayo en el campo de la Ciencia es-, que a pesar de ser el primero de nuestra vida, (por lo que nos llena de gozo), posee una significación especial, en virtud de su importancia. Importancia, que viene marcada por todas las otras que nos precedieron durante años, y por la seriedad científica y dedicación de los que las confeccionaron. Nos atemoriza pues el pensar, en la labor que tenemos que intentar igualar, como casi mismo por el valor del título de Doctor al que optamos con este nuestro trabajo. Pero es que la Tesis Doctoral, como cualquier otra actividad, viene anclada en los aconteceres humanos, y por tanto sujeta a la infinidad de avatares espirituales y materiales del devenir existencial. Debe pues definirse por un, “por qué”, por un “para qué”, y por un “como”, requisitos que una vez satisfechos, tranquilizaron nuestro espíritu. El, “por qué”, ha sido definido anteriormente, cuando ofrecíamos nuestra idea de la Tesis y buscábamos una justificación. El, “para que”, importantísimo, para los que con un sentido finalista, buscamos sin cesar el fin de nuestros actos, seria, ni más ni menos, que para añadir nuestro pequeño grano de arena en el libro de la Ciencia, y al menos una modesta “coma”, en la gigantesca Enciclopedia de la Existencia humana, avivar el fuego sagrado de la vida, y contribuir mínimamente al desarrollo de la civilización y del mundo. El, “como”, es decir, el pragmatismo, pues no podemos olvidar, que la ciencia y nuestros movimientos dentro de ella, vienen limitaos por nuestros entorno histórico-social. La Cultura de nuestra época, nos ofrece una determinada deformación de la realizada, y la sociedad, nos rodea de un círculo económico, que nos delimita nuestro campo de actividades. Todo esto, al margen naturalmente, de la imposibilidad, de satisfacer ansias infinitas, en esta existencia humana, por nuestra materialidad. Debemos pues circunscribirnos a lo inmediato, a lo próximo, es decir, “a aquello que nos rodea inmediatamente”, como citábamos de Claudio Bernard al principio. Dentro ya de la decisión de la realización de la Tesis, nos encontrábamos, con diversas alternativas que nos tentaban. Realización de una Tesis Clínica, o puramente experimental, -igualmente válidas ambas-, nos inclinamos por la segunda, por una preferencia meramente, subjetiva. Más tarde la elección de una temática, nos preocupaba y como nuestras actividades profesionales se desarrollan dentro de la Escuela Profesional de Neurología y Neurocirugía de Sevilla, era lógico, que abordáremos un tema Neurológico. Algo dudamos sobre cual sería éste, y hemos de confesar que incluso tanteamos varios, antes de llegar al definitivo. Elementos decisivos de nuestra elección fueron, por una parte la observación de nuestro Laboratorio y de su instrumental, dentro del anclaje social, del que hablamos antes. Por otra, la consideración de la riqueza de aportaciones de las técnicas electroforéticas, como así mismo de su relativo fácil manejo. Finalmente, otros trabajos realizados en el mismo laboratorio que nosotros, por CASTELLANOS MATEO, en 1967, de fructíferos resultados, y amplios ecos, terminaron por inclinarnos por utilizar la Electroforesis. Ahora bien, al elegir una Tesis experimental, debíamos hacer la elección de los animales para realizarla, naturalmente tendríamos, que reducirnos a un mamífero, por su semejanza al hombre en su organización neural, y descartados otros, por su difícil manejo, (demasiado grandes), y por lo complicado de su obtención, (demasiado caros), nos decidimos por los conejos. De la conjunción de estos tres requisitos, los animales, la técnica, y el tema, surgió el título de nuestra Tesis: ELECTROFORESIS DE LAS PROTEINAS SOLUBLES DEL CEREBRO DEL CONEJO. Después de nuestra breve introducción vamos a establecer una sistemática de trabajo, que es la que vamos a seguir puntualmente en nuestras experiencias. Repartiremos en tres partes el trabajo, y trazaremos distintos capítulo en cada una de ellas. PRIMERA PARTE Capítulo 1: Una introducción somera de nuestras experiencias, sus líneas generales, y lo que se pretende con ellas. Algunos datos sobre las proteínas cerebrales. Capítulo 2: Un concepto y evolución histórica de los procederes electroforéticos. Sus aplicaciones al campo de la investigación Neurológica. Capítulo 3: Descripción de nuestros materiales fundamentales. La elección de los animales de experimentación y sus requisitos. El resto de la instrumentación de nuestro laboratorio. Capítulo 4: Los métodos, es decir las manipulaciones realizadas hasta la consecución de los resultados finales. La forma de obtención de las muestras cerebrales, su manejo ulterior. Los pasos por los que se siguió. Las distintas formas de electroforesis, (libre, en agar, papel, acetato de celulosa, etc), y la elección de una de ellas, en virtud de su fácil manejabilidad. Coloración y lectura de las curvas. SEGUNDA PARTE. Capítulo 5: Resultados, es decir los hallazgos obtenidos, su medición técnica. Capítulo 6: Estudio estadístico de los resultados, determinación de valores medios, desviaciones standard, y errores standard. Pretendemos dejar sentados unos patrones electroforéticos de las proteínas cerebrales de conejos. Capítulo 7: Comentarios sobre los resultados. Correlaciones con otras técnicas, y con los resultados de otros autores. Su utilidad, porvenir y acicate para la investigación humanas. TERCERA PARTE Capítulo 8: Conclusiones extraídas de todo el anterior estudio. Capítulo 9: Resumen del trabajo. Capítulo 10: Bibliografía utilizada, siguiendo un orden internacionalmente adoptado para su expresión. Capítulo 11: Índice. Hemos realizado, un trabajo sobre proteínas cerebrales solubles en el cerebro del conejo, habiéndose elegido 12 ejemplares adultos normales de esta especie. Se obtienen las muestras cerebrales, mediante determinadas manipulaciones, modificadas de las técnicas de otros autores. Se describen detalladamente nuestros métodos electroforéticos en tiras de acetato de celulosa, CELLOGEL, justificando su uso y si preferencia sobre otros métodos. Se describen los métodos de coloración y lectura para finalmente obtener los esferogramas en total en número de 72. Finalmente se aplican los métodos estadísticos a nuestros resultados hasta la obtención de los patrones electroforéticos normales de las distintas regiones cerebrales exploradas. A la vista de los resultados, se realiza un estudio analítico, estableciendo unos patrones electroforéticos de tipo ALFA-BETA, y BETA-GAMMA, en virtud del predominio de estas fracciones en ellos. Se establecen los índices de cada una de las fracciones proteicas y sus máximos y mínimos de cada una de las regiones. Se realiza una comparación con los hallazgos de otros autores viéndose la disimilitud de los resultados, que interpretamos en virtud de los distintos métodos y animales empleados. Se establece la individualidad química cerebral de acuerdo con los distintos esferogramas de las diversas regiones analizadas concluyéndose que la diversidad de composición proteica va unida a una diversa estructura y puede ser causa o consecuencia lejana de ella y de sus diferentes funciones. Finalmente en 12 puntos concretos exponemos nuestras conclusiones aportadas. Llegados ya casi al final de nuestra exposición, nos es obligado, trazar el correspondiente capítulo de conclusiones para unificar de una forma definitiva nuestros criterios y a la luz de los hallazgos obtenidos y de sus interpretaciones ofrecer lo que obtenemos de ellos. Todo ello, puede resumirse en diferentes puntos de detallamos a continuación. 1. Aportamos una serie de manipulaciones, (modificadas de otros autores), para la obtención de la muestra y realización del homogenizado posterior, que se muestran eficaces para extracción de las proteínas solubles cerebrales del conejo. 2. La electroforesis de tiras de acetato de celulosa, -CELLOGEL-, como así mismo nuestros métodos de coloración y lectura nos proporcionan correctos esferogramas de las citadas proteínas solubles. 3. En todos los casos de nuestros 72 esferogramas, se obtuvieron 8 bandas distintas que identificamos como: una Prealbúmina, una Albúmina, una Alfa 1; una Alfa 2; una Beta 1; una Beta 2; una Gamma 1; y una Gamma 2 Globulinas. 4. El Método estadístico aplicado a nuestros resultados, valores medios, desviaciones standard, errores standard, y valores extremos, da suficiente validez a los porcentajes hallados por nosotros, como para considerarlos como los patrones electroforéticos normales de las regiones cerebrales del conejo estudiadas. 5. Los patrones electroforéticos confeccionados, tanto para los valores medios de cada Lóbulo y región cerebral recogidos en las muestras, son los que se exponen en el cuadro de la página siguiente. 6. El hallazgo de unos esferogramas distintos y típicos de cada uno de los lóbulos y regiones cerebrales explorados es otra de nuestras aportaciones. 7. El análisis de cada uno de los esferogramas distintos de cada una de las zonas y el estudio porcentual de cada una de las fracciones nos hizo dividirlos en grupos según el predominio en ellos de cada una de las fracciones. Encontramos cuatro esferogramas del tipo ALFA-BETA GLOBULINAS, por encontrarse en ellos un claro predominio de estas fracciones en LOBULO FRONTAL, TEMPORAL, PARIETAL y TRONCOENCEFALO. Por el contrario hallamos dos esferogramas del tipo BETA-GAMMA GLOBULINAS, por claro predominio de estas fracciones en LOBULO OCCIPITAL y CEREBELO. 8. Por otra parte del análisis de los valores porcentuales diferentes para cada una de las fracciones por separado pueden extraerse otra serie de consecuencias. La Prealbúmina es la fracción que constantemente alcanza unos menores porcentajes, con un mínimo de valor medio en LOBULO FRONTAL, de 2,5% y un valor medio máximo de 3,6%en LOBULOS PARIETALES y OCCIPITALES. La Albúmina presenta su valor medio máximo, en LOBULO FRONTAL, con 16,1% y su valor mínimo de media, con 11,3% en el CEREBELO. 9. La ALFA 1 GLOBULINA; posee su máximo de media, en LOBULO TEMPORAL, con 13,8% y su valor menor de media con 10,4% en LOBULO OCCIPITAL. La ALFA 2 GLOBULINA, posee su mayor valor de media, en TRONCOENCEFALO, con un 14,7%, su mínimo de media, en LOBULO TEMPORAL, con un 13,9%. 10. La BETA 1 GLOBULINA, posee su máximo en LOBULO OCCIPITAL, con un 15,5% de media, y su media más baja en TRONCOENCEFALO, con 13,2%. La BETA 2 GLOBULINA; tiene su máximo de media, en CEREBELO, con un 15,3% y su mínima de media, en LOBULO TEMPORAL, con un 13,0%. 11. La GAMMA 1 GLOBULINA, tiene su máximo en CEREBELO, con un 16,1% y su menor valor de media, en LOBULO FRONTAL, con un 12,6%. La GAMMA 2 GLOBULINA; por el contrario, tiene su máximo en LOBULO OCCIPITAL, con una media de 12,7% y su mínimo de media por el contrario en TRONCOENCEFALO, con un 10,1%. 12. Finalmente, de la observación del hecho primordial de nuestro trabajo, es decir del hallazgo de esferogramas típicos y distintos de cada una de las zonas cerebrales investigadas, nos induce a concluir, que la distinta composición proteica, se encuentra, en relación con la distinta estructura de las diversas regiones, y que bien pudiera ser causa o consecuencia lejana, de sus diferentes morfologías y funciones.