Ponencia
Propuesta de organización de la actividad investigadora de las Escuelas de Arquitectura a través de Institutos Universitarios de Investigación
Autor/es | Sendra, Juan J.
Navarro Casas, Jaime |
Departamento | Universidad de Sevilla. Departamento de Construcciones Arquitectónicas I (ETSA) |
Fecha de publicación | 2004 |
Fecha de depósito | 2019-10-23 |
Publicado en |
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Resumen | Los departamentos de las escuelas de arquitectura, preocupados principalmente por organizar,
estructurar y planificar la labor docente en las escuelas de arquitectura, actividad que requiere cada
vez más una mayor ... Los departamentos de las escuelas de arquitectura, preocupados principalmente por organizar, estructurar y planificar la labor docente en las escuelas de arquitectura, actividad que requiere cada vez más una mayor dedicación, difícilmente puede apoyar la labor investigadora de sus grupos. Normalmente carecen de los recursos humanos, de gestión y económicos para ello. Además, dado el carácter multidisciplinar de la investigación en arquitectura y urbanismo, resulta frecuente la presencia de grupos con investigadores pertenecientes a más de un departamento. Se propone que la actividad investigadora de los diferentes grupos de investigación presentes en las escuelas de arquitectura se apoye mediante la creación o, de existir, la reorganización de un instituto de investigación, reconocido como tal por la universidad y por la correspondiente comunidad autónoma (por ejemplo, aunque existen otras opciones, un instituto universitario). Este instituto podría estar formado principalmente por investigadores de una escuela de arquitectura, o de varias escuelas (por ejemplo, un instituto de investigación politécnico), e incluso interuniversitario. Debería tener, en cualquier caso, un carácter multidisciplinar, acorde con lo que se entiende por investigación en arquitectura y urbanismo. Habría que establecer mecanismos de selección (en la que los departamentos universitarios estén ampliamente representados) para pertenecer a un instituto de investigación, de modo que sólo grupos de investigación activos (incluidos sus becarios), con producción científica, técnica o de creación artística, de calidad, formen parte del mismo. Sólo de este modo se podría estar en condiciones de competir en convocatorias de proyectos nacionales y europeos, así como de dotación de infraestructuras. Aunque esta política selectiva debería ser completada con otra que facilite la incorporación progresiva de jóvenes investigadores arquitectos y urbanistas con verdadero interés en desarrollar una labor investigadora. En la actualidad esa incorporación resulta muy difícil al no haber en muchas escuelas grupos de investigación realmente competitivos. En este sentido, los institutos de investigación deberían coordinar programas de doctorado y trabajar activamente para obtener la mención de calidad de esos programas. La incorporación del personal docente-investigador (funcionarios y contratados) de los grupos a los institutos de investigación ha de ser real, no figurada. Para ello los departamentos deben de asumir que los grupos de investigación seleccionados por un instituto de investigación, desarrollan su labor docente en el departamento, pero la labor investigadora se realiza en el instituto de investigación. La labor fundamental de los departamentos, por lo que se refiere a la actividad investigadora, será, en coordinación con el instituto de investigación, facilitar el acceso (programas de formación) de sus miembros con verdadero interés de desarrollar una actividad investigadora. Para ello, el instituto deberá establecer mecanismos de compensación (principalmente económica) a los departamentos. Por ejemplo, en el uso de sus infraestructuras y equipamientos, o si el instituto considera importante que uno de sus investigadores esté temporalmente en un centro de investigación (nacional o extranjero), de acuerdo a un programa de movilidad, y ese investigador desarrolla una labor docente. Uno de los objetivos principales del instituto de investigación, creado o reorganizado, será certificar su calidad, solicitando del organismo correspondiente nacional (actualmente ANECA está desarrollando un modelo piloto que pretende establecer en tal sentido) y/o autonómico la correspondiente acreditación y trabajando activamente para conseguirla, sometiéndose a las auditorías necesarias para mantener esa acreditación una vez conseguida. Para ello habrá de cuidar, desde su inicio, su organización y planificación, formulando claramente sus objetivos, estableciendo programas y planes estratégicos, controlando escrupulosamente la gestión, estableciendo vías para la comunicación interna y externa y teniendo muy presente la repercusión en la sociedad de su actividad, además de lo esencial: producir resultados. |
Cita | Sendra, J.J. y Navarro Casas, J. (2004). Propuesta de organización de la actividad investigadora de las Escuelas de Arquitectura a través de Institutos Universitarios de Investigación. En Primeras Jornadas Sobre Investigación en Arquitectura y Urbanismo, Sevilla. |
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