Resumen | Las sociedades democráticas claman por un buen Periodismo Social y, mientras tanto, la crisis que vive la propia profesión periodística ha acabado tapando los verdaderos objetivos de una parcela que ha encontrado un hueco ...
Las sociedades democráticas claman por un buen Periodismo Social y, mientras tanto, la crisis que vive la propia profesión periodística ha acabado tapando los verdaderos objetivos de una parcela que ha encontrado un hueco relevante lejos de la tradición y el papel.
Las prisas, la inmediatez y el escaso contraste que caracterizan hoy al que denominamos como “Periodismo de Sección” han convertido a la sección Sociedad de los diarios tradicionales en verdaderos “cajones de sastre”, donde todo vale y donde apenas están delimitados los objetivos y las líneas temáticas que pueden introducirse en estos espacios que, normalmente, deberían estar reservados para la sociedad civil pero donde, por el contrario, encontramos una agenda temática demasiado variada y centrada en líneas que apenas tienen que ver con el objetivo del Periodismo Social.
Es por ello que la red se ha convertido en una buena alternativa, la cual ofrece, de la mano de los florecientes medios nativos digitales, una nueva visión mucho más abarcativa de la sociedad en su conjunto, de colectivos que apenas tienen voz en el mundo mediático y que, por ello, toman el protagonismo en este tipo de medios que, a pesar de que no cuentan con secciones sociales propiamente dichas, si apuestan por introducir, con cierta asiduidad, piezas periodísticas que dan el total protagonismo a la sociedad civil y que no impregnan sus informaciones de cuestiones políticas o económicas, líneas que copan actualmente el panorama mediático en sus formatos más tradicionales.
Así, mayores, menores, personas con discapacidad, mujeres, colectivo LGTB, personas sin hogar, pobreza y muchos más grupos, que apenas cuentan con voz en los medios tradicionales, por suerte, han encontrado espacios relevantes en la red, que ha dejado de lado el beneficio para dar un servicio a la ciudadanía y mostrarles, así, la otra cara de la sociedad. La parte olvidada que adquiere protagonismo sin mezclarse con las líneas temáticas que marca el actual sistema de valores implantado en la sociedad.
Así, el Periodismo Social, tan necesario en las sociedades democráticas, ha encontrado una buena vía tras muchos años de indefinición de sus objetivos. La tradición del papel ha dado paso a la alternativa en la red y el protagonismo total para la sociedad civil.
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