Nueva clave de la racionalidad: la filosofía desde la Nouvelle Rhétorique de Chaïm Perelman

Abstract

Desde la Antigüedad la retórica había sido considerada por muchos pensadores como un arte de persuasión manipuladora; o como una técnica supeditada a la filosofía. La retórica se movía en el terreno de la opinión mientras que las verdades eran filosóficas. Chaïm Perelman ha contribuido en el siglo XX a la rehabilitación de la retórica, cuya completa derrota la había convertido en simple repertorio de figuras de estilo en el siglo XIX. La tradición metafísica de la filosofía, renegando de la retórica, apostó por un modelo de racionalidad, cuyo canon “matemático” instituyó el patrón a seguir por muchas de las filosofías primeras. Filosofías sistemáticas que no contemplan un modo de hacer filosofía que no encaje en el rigor lógico de la demostración. Contra este modelo de racionalidad unívoca, apremiante, fundamentada en evidencias, arremete Perelman con su Nouvelle Rhétorique, al proponer una nueva clave de racionalidad. Mostramos cómo, al identificar Perelman la retórica con la argumentación, adquiere esta la consideración de una técnica de razonamiento que se mueve dentro del ámbito de lo contingente; y que no tiene en cuenta tanto la verdad como la adhesión de un determinado auditorio. A esta nueva manera de entender la retórica, dominio de una lógica informal, dependiente del contexto, pertenece el ámbito de lo razonable, donde la filosofía se torna plural. A falta de valores absolutos, lo razonable es la marca de un razonamiento adecuado, sin el rigor impuesto por el formalismo o el campo abierto del “todo vale” de lo arbitrario. Así pues la relevancia que adquiere el razonamiento argumentativo en la nueva retórica es primordial para el pensamiento filosófico, en la medida que consolida un tipo de racionalidad más cordial y abierta, al confiar en un modo de hacer filosofía que acepta los presupuestos retóricos de los que parte y que tolera otras filosofías. Hemos argumentado cómo, desde la nueva retórica, la filosofía misma, con la nueva clave de la racionalidad, anula la distinción entre la opinión y la verdad, entre la retórica y la filosofía, “disociación” firmemente arraigada en la racionalidad metafísica; abriéndose un modo de pensar antidogmático, flexible, plural, más humano y comprensivo, donde las verdades ya no tienen una naturaleza distinta de las opiniones