dc.description.abstract | La concentración de la producción en el espacio es una característica evidente
de las economías capitalistas modernas, incluyendo el caso de la distribución
espacial de la industria colombiana. Esta tendencia de la localización dibuja
cartografías en las cuales existe una visible desigualdad territorial en materia
de número de establecimientos emplazados en un lugar determinado. Esto
plantea la necesidad de indagar acerca de las fuerzas que explican de forma
general los procesos de concentración espacial de la actividad económica.
En efecto, la concentración en el espacio se va escalonando en diversos
niveles desde zonas comerciales que surten pequeños mercados urbanos,
hasta culminar con verdaderos emporios industriales que atienden demandas
de magnitud mundial. Estos fenómenos van demarcando en el plano geográfico
áreas que fungen como centros de dinamismo económico.
El análisis más reconocido de estos fenómenos de localización de la actividad
productiva data de 1890, fruto de la reflexión economista británico Alfred
Marshall, y desde ese entonces una serie de autores han planteado sus
programas de investigación explicando la relación entre economía y
localización espacial. En este orden de ideas, la identificación de las ventajas
que poseían ciertos lugares para atraer a las industrias, constituyó uno de los
más conocidos aportes marshallianos y que ha sido aplicado ampliamente.
Posteriormente, a finales del siglo XX, una corriente de pensamiento en
economía conocida como la Nueva Geografía Económica, incorporó la tradición
marshalliana en los estudios de localización de la producción en el espacio y
propuso un conjunto de teorías basadas en el desarrollo conceptual de las
fuerzas de aglomeración marshallianas, que se encuadraron en modelos con
características muy claras: la explotación de rendimientos crecientes, el
contexto microeconómico de la competencia imperfecta y la presencia de
costes de transporte.
Precisamente, el cuerpo teórico de la Nueva Geografía Económica fue
escogido como marco de análisis para estructurar el presente estudio,
9
adaptando sus elementos de investigación a la realidad manufacturera
colombiana. Sus modelos básicos consideran la dimensión geográfica y
espacial y enfatizan que los intercambios económicos conllevan costes de
transporte, asumiendo también que la producción está sometida a economías
de escala que reducen los costes medios. En estas condiciones, las firmas
buscarán aglomerarse en el espacio con el objeto de aprovechar dichas
economías de escala y adicionalmente, se ubicarán en cercanías del sitio con
mayor potencial de mercado con el objeto de minimizar los costes de trasporte.
Este esquema teórico fue elegido teniendo en cuenta el rigor metodológico que
exhiben sus modelos básicos, la claridad con que los autores presentan las
condiciones particulares de concentración o dispersión espacial de la
producción y la versatilidad de su conceptuación para analizar la localización
de la manufactura.
Una razón adicional para basarnos en las categorías analíticas de la Nueva
Geografía Económica, fue el reconocimiento hecho a Paul Krugman, el más
sobresaliente exponente de esta línea de pensamiento, al concedérsele el
Premio Nobel de Ciencias Económicas en 2008. La entrega de este galardón
demuestra la relevancia de su contribución a la ciencia y la actualidad de los
problemas que abordan él y los autores inscritos en la Nueva Geografía
Económica.
En efecto, cuando el premio Nobel Krugman hace alusión al proceso de
industrialización norteamericano (Krugman 1992 y 2008a), aplica una serie de
conceptos y procesos que describen con mucha claridad el surgimiento de una
serie de actividades industriales, que permiten identificar fuerzas que explican
el emplazamiento de las empresas en el espacio. Los conceptos definidos y la
forma como el Premio Nobel aborda el fenómeno, definen algunas
características generales que sirven como referencia en el estudio de otros
procesos de localización industrial, particularmente en el caso colombiano.
10
Un elemento adicional que aporta el enfoque de la Nueva Geografía
Económica es que involucra la dimensión espacial en sus análisis descriptivos
y formales, por tanto es posible adoptar referencias de localización en planos o
en cartografías, razón por la cual los análisis aportan resultados interesantes.
Para la presente investigación, se consideró a La Nueva Geografía Económica
como un marco idóneo para encauzar las inquietudes personales que se
despertaron por la observación de las cartografías que representaban la
distribución espacial de la industria colombiana.
En efecto, en las representaciones cartográficas se pueden identificar
pequeñas aglomeraciones locales en actividades industriales claramente
especificadas en los términos de la economía colombiana. En el Mapa 1 se
representa el número de unidades industriales por municipio, que refleja
claramente una gran concentración de establecimientos en las cuatro grandes
ciudades del país, una menor intensidad industrial en ciudades intermedias y
pequeñas y una ausencia de establecimientos manufactureros en los extremos
sur y oriental del país. | |