Trabajo Fin de Grado
Ejercicio físico y mioquinas
Autor/es | Zumárraga Franco, Javier |
Director | Cano Rodríguez, María Mercedes |
Departamento | Universidad de Sevilla. Departamento de Fisiología |
Fecha de publicación | 2019 |
Fecha de depósito | 2020-01-15 |
Titulación | Universidad de Sevilla. Grado en Farmacia |
Resumen | El ejercicio físico supone un beneficio en la salud. El músculo esquelético posibilita este tipo de actividad física y durante su desarrollo se liberan a la sangre unas proteínas denominadas mioquinas como consecuencia de ... El ejercicio físico supone un beneficio en la salud. El músculo esquelético posibilita este tipo de actividad física y durante su desarrollo se liberan a la sangre unas proteínas denominadas mioquinas como consecuencia de la contracción muscular, que parecen estar implicadas en este beneficio. Gracias a esta función endocrina, el ejercicio físico puede constituir una terapia no farmacológica para el tratamiento de determinadas patologías. Entre las mioquinas que produce el músculo esquelético se encuentran la interleucina-6, la irisina, la apelina, la musclina y la miostatina. El nivel de expresión de todas ellas parece verse aumentado tras el ejercicio, a excepción de la miostatina, en la que ocurre lo contrario y la secreción de la musclina con el ejercicio que aún no se conoce bien. La interleucina-6 está implicada en la mejora de la obesidad, control de la ingesta y posee efecto antiinflamatorio. La irisina parece tener efectos beneficiosos en la obesidad, la diabetes y el Alzheimer. Además, favorece la neurogénesis y tiene un efecto supresor del cáncer. La apelina regula la alimentación y la digestión y, además, tiene acción vasodilatadora-hipotensora y neuroprotectora; aunque podría estar implicada en la aparición de aterosclerosis. La musclina mejora la capacidad aeróbica y la biogénesis mitocondrial en condiciones fisiológicas, pero en sujetos con síndrome metabólico hay una sobreexpresión de la misma y su función está aún por determinar. La miostatina parece que es necesario inhibirla para tratar patologías como sarcopenia, obesidad, osteoporosis y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Otras mioquinas recientemente descritas son la decorina, que favorece el crecimiento muscular, y el factor de crecimiento fibroblástico 21, que mejora la actividad mitocondrial de la célula muscular esquelética. La secreción de mioquinas por el músculo esquelético permite comprender los efectos beneficiosos del ejercicio físico. Nuevas líneas de investigación son requeridas para el desarrollo de futuras estrategias terapéuticas. |
Cita | Zumárraga Franco, J. (2019). Ejercicio físico y mioquinas. (Trabajo Fin de Grado Inédito). Universidad de Sevilla, Sevilla. |
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