Simbiosis, Centro de visitantes y de procesado de bambú

Abstract

El ser humano ha sido tan inconsciente de la repercusión de sus acciones para el planeta que estamos llegando al límite matérico del mismo. Y los arquitectos, que, creyéndose dioses, se han encargado de transformar y desplazar la materia del mundo, tienen intrínseca en su profesión la responsabilidad que los impactos que este juego conlleva.En el entorno elegido para el proyecto, estos impactos se visibilizan en forma de paisaje brutalmente transformado, huellas que se extienden por las regiones de Estremoz, Borba y Villaviçosa. Es inevitable desde nuestra profesión no plantearse la cuestión de cómo podemos revertir este problema, estas huellas en el territorio creadas por la extracción de una materia, que además únicamente produce ornamento, cuyo uso es mayoritariamente atribuible a los arquitectos. La denuncia y crítica de las actuaciones perniciosas en el territorio es necesaria para promover el conocimiento.En definitiva, este Proyecto de Fin de Grado tiene como fin poner en el punto de mira la degradación medioambiental causada entre otros, por la arquitectura.Estos espacios alterados por el hombre no tienen otra salida que, con una nueva mirada propia de nuestro tiempo,transformarlos de nuevo pensando otras opciones para reincorporarlos a la sociedad. Teniendo siempre en cuenta que la permanencia e inmutabilidad de la arquitectura, y el impacto de las intervenciones, son cuestionables en momentos en los que el devenir de la sociedad impone flexibilidad y continuo cambio. Aun así, toda intervención debe mantener siempre viva la moraleja del cuento, la enseñanza que obtenemos al contemplar un paisaje alterado por y para el hombre, como recordatorio de su capacidad de perjudicar y no como acto de superioridad.