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Tesis Doctoral

dc.contributor.advisorGiner Ubago, Josées
dc.contributor.advisorCamacho Laraña, Manueles
dc.creatorGuija Villa, Julio Antonioes
dc.date.accessioned2018-10-24T10:20:08Z
dc.date.available2018-10-24T10:20:08Z
dc.date.issued2008-04-23
dc.identifier.citationGuija Villa, J.A. (2008). Aproximación a las conductas suicidas a través de la autopsia psicológica. (Tesis Doctoral Inédita). Universidad de Sevilla, Sevilla.
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/11441/79620
dc.description.abstractObjetivos: La especificación de objetivos nos ayuda a verificar empíricamente nuestros planteamientos de partida y se convierten, desde el momento de su formulación, en el hilo conductor de nuestra investigación: 1. Determinar si los suicidas y los intentos de suicidio graves constituyen dos grupos de sujetos diferentes o representan manifestaciones de un continum al que denominamos conducta suicida. 2. Comprobar la utilidad de la autopsia para el establecimiento de un perfil diferencial entre sujetos suicidas y con intentos de suicidio graves. HIPOTESIS: Considerando nuestros objetivos y la bibliografía analizada las hipótesis que nos planteamos son las siguientes: 1. Existirán diferencias entre los dos grupos de sujetos en las variables sociodemográficas, ya que en los suicidas predominará el genero masculino, la edad avanzada, el estado civil de soltero, divorciado o viudo y el desempleo. 2. Existirán diferencias entre los suicidas y los intentos de suicidio graves en las variables de personalidad que determinan el nivel de vulnerabilidad siendo este mayor entre los sujetos con intento de suicidio grave que entre los suicidios consumados. 3. Los sujetos suicidas presentarán, en relación a los sujetos con intento de suicidio grave, menores niveles de apoyo social y de religiosidad. 4. En ambos grupos de sujetos se detectará la existencia de acontecimientos vitales previos a la aparición de la conducta suicida que serán de distinta naturaleza en los sujetos suicidas y en los sujetos con intentos de suicidio graves. 5. Existirán diferencias entre los sujetos suicidas y los sujetos con intentos de suicidio graves en lo que se refiere al mecanismo utilizado, de mayor letalidad en el grupo de suicidas que en el de intento de suicidio grave. 6. Existirá una elevada prevalencia de alteraciones psicopatológicas en ambos grupos, con un mayor predominio en los suicidas de trastornos del humor, de consumo de sustancia psicótropas y esquizofrénicos. 7. La autopsia psicológica ayudará al establecimiento de perfiles diferenciados entre los sujetos suicidas y los intentos de suicidio graves. 8. La autopsia psicológica aportará información acerca de las variables clínicas que intervienen en la conducta suicida. CONCLUSIONES 1. Las variables sociodemográficas no determinan diferencias sustanciales entre el grupo de suicidas y el de intentos de suicidio graves, ya que tan solo se han producido diferencias estadísticamente significativas en función del género: hay mayor tasa de hombres en la muestra de sujetos suicidas. Asimismo, en nuestra muestra de suicidas, y en discordancia con la bibliografía sobre el tema, no hemos encontrado un claro predominio de sujetos con edad avanzada, ni con estado civil soltero, separado o viudo ni en situación de desempleo, aunque si de ausencia de actividad laboral remunerada. Se confirma pues, parcialmente, la Hipótesis número 1. 2. Existen diferencias entre el grupo de suicidas y el de intento de suicidio grave en el nivel de vulnerabilidad y en las variables de personalidad que lo configuran. Los suicidas muestran, por término medio, menos indicadores de vulnerabilidad que la población de intentos de suicidio graves. Se confirma la Hipótesis número 2. 3. Tanto en el grupo de suicidios como en el de intentos de suicidio graves encontramos bajos niveles de compromiso religioso y de apoyo social, siendo el grupo de suicidas el que cuenta con menos personas de confianza. No se confirma la Hipótesis número 3. 4. Tanto en el grupo de suicidios como en el de intentos de suicidio graves encontramos un elevado número de sujetos que han experimentado acontecimientos vitales en el año previo a la conducta suicida. Sin embargo, hay notables diferencias en la naturaleza de dichos acontecimientos: mientras en los suicidas predominan aquellos de características interpersonales (vinculados a las relaciones de pareja) en los intentos de suicidio graves predominan los relacionados con la vida cotidiana, la salud o las cuestiones personales. Se confirma así, la Hipótesis número 4. 5. Existen diferencias entre el grupo de suicidio y el de intento de suicidio grave en cuanto al mecanismo utilizado, siendo de mayor violencia e irreversibilidad los utilizados por el grupo de suicidas. Se confirma así, la Hipótesis número 5. 6. Ambos grupos presentan, a través de autopsia psicológica, una elevada prevalencia de alteraciones psicopatológicas, si bien existen notables diferencias en la prevalencia de las distintas entidades diagnósticas. Así, en el grupo de sujetos suicidas predominan los trastornos depresivos y adaptativos mientras que el grupo de sujetos con intentos de suicidio graves predominan los trastornos esquizofrénicos, los trastornos de personalidad y el consumo de sustancias. Se confirma así parcialmente la Hipótesis número 6. 7. Es especialmente destacable el que en más de la mitad de los sujetos suicidas no existiera diagnóstico psiquiátrico previo, lo que nos indica la escasa detección de la psicopatología que acompaña a los actos suicidas por parte de la asistencia sanitaria. 8. Las diferencias entre los sujetos suicidas y los sujetos con intentos de suicidio graves n se limitan al diagnóstico psiquiátrico sino que incluyen otros aspectos clínicos. De tal manera que los sujetos suicidas se caracterizan por un historial psiquiátrico (cuando aparece) de menor evolución y entidad, menos intentos previos y modificaciones en hábitos relacionales, laborales y lúdicos. Además presentan cambios en el estado de ánimo que se detectan especialmente en los días previos al acto suicida. 9. Se confirma que la autopsia psicológica es útil para diferenciar entre sujetos suicidas y sujetos con intentos de suicidio graves. En cuanto a las características de estos perfiles comprobamos que el grupo de sujetos suicidas está formado principalmente por hombres que conviven con familiares, que no están trabajando y tienen, como mucho, estudios primarios. Tienden a presentar escasa tolerancia a la frustración, con problemas para mantener su autoestima en situaciones adversas, por lo que presentan una tendencia a emitir conductas evitativas o de escape. A nivel de integración social, muestran rasgos de retraimiento durante su desarrollo y, en la actualidad, aunque integrados presentan dificultades para el establecimiento de relaciones sociales íntimas y profundas. En el año previo al suicidio han vivenciado sucesos estresantes, vinculados a las relaciones de pareja. A nivel clínico, destaca la presencia de cuadros depresivos y adaptativos, generalmente de corta evolución; en los días previos a la conducta suicida presentaban cambios en el estado de ánimo incrementándose el aislamiento social. Utilizan mecanismos especialmente violentos e irreversibles. Por su parte, el grupo de intento de suicidio grave se caracteriza por una igualdad en la distribución por género, estar mayoritariamente constituido por personas que no trabajan y que solo tienen estudios primarios, sin que en la actualidad realicen actividad laboralmente remunerada. Entre los rasgos de personalidad destaca la elevada presencia de indicadores de vulnerabilidad. Así, de manera similar al grupo de suicidas, presentan escasa tolerancia a la frustración, con problemas para mantener su equilibrio personal ante situaciones conflictivas, pero a diferencia de ellos, muestran mayores niveles de impulsividad, con dificultades para reflexionar y anticipar las consecuencias de sus actuaciones y para mantener el control sobre sus emociones. Los intentos previos de suicidio son frecuentes. En su mayoría presentan un historial de trastornos psicopatológicos de larga evolución, por lo que de forma reiterada han sido hospitalizados y reciben tratamiento médico especializado. Presentan un amplio espectro de entidades diagnósticas, con mayor prevalencia de cuadros esquizofrénicos. Normalmente utilizan como mecanismo suicida la ingesta medicamentosa en su domicilio o en un lugar próximo a él. Se confirma así la Hipótesis número 7. 10. La autopsia psicológica permite poner de manifiesto la psicopatología de los sujetos suicidas, con escasas aportaciones a los diagnósticos previos que presentaba la muestra de intentos de suicidio graves. Resulta por tanto de mayor utilidad y eficacia en la investigación del suicidio consumado que en el intento de suicidio grave. Se confirma, pues, parcialmente la Hipótesis número 8.es
dc.formatapplication/pdfes
dc.language.isospaes
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.titleAproximación a las conductas suicidas a través de la autopsia psicológicaes
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesises
dcterms.identifierhttps://ror.org/03yxnpp24
dc.type.versioninfo:eu-repo/semantics/publishedVersiones
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses
dc.contributor.affiliationUniversidad de Sevilla. Departamento de Psiquiatríaes
idus.format.extent276 p.es
dc.identifier.sisius6001777es

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