Escuela y espacio de comercio botánico, práctica del bricolaje, Avenida de la Borbolla, Sevilla

Abstract

El Parque de María Luisa (1914), primer parque urbano de la ciudad de Sevilla, acoge en su extremo norte uno de sus principales atractivos: la Plaza de España. Este conjunto arquitectónico fue diseñado por el arquitecto Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929. De forma semielíptica en planta, abre sus brazos hacia el parque, dando así la espalda al entorno que lo rodea, generando un vacío urbano, fragmentado, tierra de nadie. La estrategia de actuación tiene por objeto resolver con una propuesta integral, la configuración de este límite del parque y ejercer de transición a la ciudad. Se opta por generar un gran espacio, donde tendrán cabida actividades públicas, semipúblicas y privadas. En esta intervención se incluye el antiguo pabellón de Telefónica de la Exposición iberoamericana, cuyo uso queda vinculado al proyecto, dedicándolo a Museo Botánico. El ámbito de actuación está delimitado al norte por la avda de Portugal y al este, por la avda. de la Borbolla. Son dos vías con una gran densidad de tráfico rodado, que generan un entorno agresivo. Al oeste, por el edificio de la Plaza de España, separada de la parcela de intervención por una vía de servicio de poco tránsito. Al sur lo delimita un acceso peatonal del propio Parque de María Luisa y al Pabellón de Telefónica, que se incluye en la propuesta. Se desarrollan tres ámbitos de actuación, que quieren establecer una jerarquía de usos. Una plaza pública en el extremo norte, que recoge/ acoge el paso del viandante y le invita hacia el interior. Bajo esta plaza se proyecta un aparcamiento subterráneo, demandado por los ciudadanos de la zona, y para uso de público en general. La plaza a través de la configuración geométrica de unos parterres y la disposición de la zona arbórea genera unos espacios entre ellos alejado de la agresividad del entorno. No obstante, se genera un eje de paso norte-sur orientando el acceso al segundo ámbito, donde se plantean dos edificios de uso comercial y docente. Una vez estudiado el entorno consideramos que debía configurarse como un único espacio que recoja y conforme toda la esquina del parque. Todo ese nuevo espacio conforma un edificio existente (Escuela de jardinería y centro de estudios medioambientales) asociado al jardín de Blancanieves que se utilizaba como zona de prácticas. El uso de esta se traslada al nuevo edificio dejando el edificio existente con uso vinculado a un público más general donde el programa sería museo botánico, salas polivalentes, talleres para niños…, todo con una temática relacionado con la botánica y vegetación. El jardín seguiría asociado al antiguo pabellón pudiéndose crear visitas guiadas del museo botánico y manteniéndose, a su vez, como zona de prácticas de los alumnos. En el otro extremo de la “lengua” se plantea un espacio público sobre una bolsa de aparcamiento que pretende solucionar la demanda de aparcamiento. Con su configuración se abre a la ciudad, al edificio de plaza de España y a su vez te invita a un espacio más doméstico, te hace partícipe del nuevo espacio creado entre ambas piezas. (Plaza queda reflejada geométricamente por el parking). En la plaza y a lo largo de la intervención aparecen una serie de especies arbóreas elegidas concretamente, por su geometría y estética, para cada zona ayudando a crear un recorrido y alzado también continuo y enfocar la mirada en puntos concretos creando sensaciones según en la zona en la que te encuentres. Respecto al centro de educación vial, manteniendo su uso educativo, establecemos la educación botánica unificando así los usos existentes con los de nueva creación. Este nuevo edificio se plantea como dos piezas lineales desplazadas entre ellas de forma orgánica. Ya una vez en el interior de las piezas es donde se produce una mayor ordenación, más racional. Serán dos edificios que se vuelcan principalmente hacia la plaza interior potenciando el eje longitudinal, de dos plantas con una discreción donde no quite protagonismo a la Plaza de España y se alinea con la antigua Escuela. Es un edificio donde prima la longitudinalidad, el más cercano a la avenida de la borbolla, una de las avenidas con mayor tráfico, es de un mayor ancho creando así una barrera ante una pieza, aunque más alargada, delicadamente más fina. Además en la pieza de mayor anchura albergará un uso docente más puntual mientras que la otra pieza tendrá un uso comercial, es decir un uso más público. Debido a esto se encuentra más alejado de la avenida acogiendo en uno de sus extremos un núcleo de conexión con el aparcamiento subterráneo y una zona de ocio abierta a la plaza. Con este planteamiento se mantiene una conexión continua del edificio existente con el de nueva planta.