Antitrombina III. Estudio comparativo de tres técnicas en diferentes poblaciones

Abstract

Se conoce hoy día el sistema de coagulación como una serie de reacciones en cadena, de unas sustancias de tipo enzimático sometidas a diversos controles de carácter bioquímico que actúan como inhibidores fisiológicos en diferentes puntos de ese sistema enzimático. Uno de los principales inhibidores fisiológicos es la Antitrombina III; el objeto de este trabajo es estudiar y comparar las diferentes técnicas, hoy día conocidas, usadas para determinar tanto la actividad biológica como la antigénica de esa proteína. Es igualmente objeto de este trabajo estudiar las alteraciones de la Antitrombina III en diferentes estados patológicos y correlacionar esos resultados frente a una amplia población normal. Estudiaremos, así mismo, la posible influencia de la edad, sexo y grupo sanguíneo ABO en los valores de la Antitrombina III. Por último analizaremos la utilidad, sensibilidad y eficacia de una técnica recientemente introducida en nuestro país, que determina la Antitrombina III, por un método amidolítico y que no ha sido aún usada en determinados cuadros patológicos. Todos los resultados de este trabajo han sido sometidos a un análisis estadístico. Comenzaremos haciendo un resumen del sistema de la hemostasia, una descripción de los inhibidores de la coagulación y un estudio detallado de los conocimientos actuales sobre la Antitrombina III. La Antitrombina III es un inhibidor fisiológico de la coagulación cuyo papel, desde un punto de vista clínico, puede resultar de gran valor, aunque muchos de sus aspectos permanecen, en la actualidad, sin aclarar. La literatura médica mundial ofrece escasas referencias sobre aumentos en los niveles de la Antitrombina III y resulta excepcional que estos pacientes lleguen a presentar accidentes hemorrágicos. Son más numerosos los casos en los que se observa una disminución en la Antitrombina III, aunque la significación clínica y pronostica de estos hechos no sea completamente comprensible, excepto en el caso de los déficits congénitos de Antitrombina III. Desde una perspectiva puramente técnica, las determinaciones de Antitrombina III se pueden realizar mediante la Técnica Coagulativa y la Técnica Inmunoelectroforética de Laurell. Tomando estos puntos como básicos, hemos desarrollado el presente trabajo en el que se ha determinado la Antitrombina III en 200 individuos (divididos en varios grupos) por medio de las técnicas antes citadas y por una nueva técnica que mediante un método amidolítico (Sustratos Cromogénicos) permite determinar la actividad funcional de la Antitrombina III. El desarrollo del trabajo nos ha permitido comprobar la correlación entre las diferentes técnicas y los aspectos a considerar en cada una de ellas. Hemos tratado de comprobar los efectos de la edad, sexo y grupo sanguíneo ABO sobre los valores de la Antitrombina III. Este trabajo ha permitido evaluar que modificaciones sufren los valores de esta proteína en el curso de diferentes estados patológicos. Con este planteamiento hemos obtenido unos resultados que nos permiten afirmar que la técnica de Sustratos Cromogénicos es más adecuada que otros procederes de ensayo, para determinas la Antitrombina III. Así mismo hemos comprobado que en diversos estados patológicos se producen descensos en los niveles de Antitrombina III, que pueden tener un valor patogenético importante en el desarrollo de complicaciones tromboembólicas. CONCLUSIONES En este trabajo en el que hemos estudiado comparativamente los resultados de tres técnicas para la determinación del Inhibidor Fisiológico de la Coagulación, Antitrombina III, aplicados a un grupo de individuos normales y a grupos de individuos en diferentes estados, hemos llegado a las siguientes conclusiones: 1. En referencia a las tres técnicas aplicadas: a) La Técnica Coagulativa se ha mostrado como la más complicada de realización, poco reproducible y escasamente sensible, por lo que la consideramos como la menos adecuada para la determinación de la Antitrombina III. b) La Técnica Inmunoelectroforética de Laurell, mide la proteína por un método inmunológico, independiente de su actividad funcional, por lo que es una técnica complementaria obligada, a la vista de las discrepancias existentes para varias proteínas biológicas entre su cuantificación antigénica y la funcional. c) La Técnica de Sustratos Cromogénicos, por su sencillez de realización, reproducibilidad y sensibilidad, nos parece la más adecuada para la determinación funcional de la Antitrombina III. 2. Los parámetros fisiológicos, edad y sexo, no ejercen una influencia significativa sobre los niveles plasmáticos de Antitrombina III. 3. A diferencia de los resultados descritos por otros autores, los individuos normales con grupo sanguíneo A estudiados por nosotros, muestran valores de Antitrombina III similares a los encontrados en otros individuos normales con diferente grupo sanguíneo en el sistema ABO. 4. Los pacientes con Cirrosis Hepática, presentan un descenso en los valores de Antitrombina III, especialmente con la aplicación de la Técnica de sustratos Cromogénicos (media aritmética más baja de todos los grupos evaluados). Por el contrario, los pacientes con Hepatitis Vírica Aguda estudiados, muestran valores normales, por lo que consideramos importante el profundizar en este aspecto del estudio, por si pudiésemos utilizar la determinación de la Antitrombina III, como sencillo parámetro biológico, para detectar la evolución cirrótica de una Hepatitis Vírica. 5. Los pacientes sometidos a tratamiento anticoagulante con Antivitaminas-K, presentan una discreta elevación de los valores de Antitrombina III, la cual, es especialmente significativa cuando se aplica la Técnica de Sustratos Cromogénicos. Este incremento se cree debido a una disminución del consumo de Antitrombina III y se apunta como una posibilidad terapéutica para pacientes con déficits congénitos de Antitrombina III. 6. Los pacientes de Procesos Neoplásicos –exceptuando Leucemias- experimentan un descenso significativo en los niveles de Antitrombina III, medidos con la Técnica de Sustratos Cromogénicos, lo cual puede tener una importancia causal en la elevada incidencia de fenómenos tromboembólicos que presentan estos enfermos. 7. Los pacientes que sufren Procesos Tromboembólicos, sin causa predisponente conocida, presentan unos valores ligeramente inferiores, aunque no significativos, de la Antitrombina III, en relación con los individuos normales. Individualmente, hemos obtenido varios casos con descensos muy apreciables, sin que se pueda concluir, que ello es la causa o la consecuencia de los procesos. El hallazgo, en este grupo, de un paciente con trasplante renal y valores muy elevados de Antitrombina III, es muy interesante, pues coincide con una descripción similar, realizada por otros autores y, en la actualidad, tiene un significado desconocido. 8. En los pacientes Leucémicos, hemos encontrado unos valores de Antitrombina III, similares a los de la población normal, salvo en un caso de Leucosis Promielocítica Aguda con Coagulación Intravascular diseminada, en que la encontramos muy disminuida. 9. Las mujeres sometidas a tratamiento con Anticonceptivos orales, sufren un descenso significativo en los niveles de Antitrombina III, medida con las Técnicas Coagulativa y de Sustratos Cromogénicos, mientras que no existen modificaciones significativas, cuando se realiza la valoración antigénica mediante la Técnica Inmunoelectroforética de Laurell. Este descenso de la actividad de la Antitrombina III, puede ser uno de los factores causales del aumento de la incidencia de fenómenos tromboembólicos en este grupo de personas. 10. No hemos detectado variaciones, fuera de los límites fisiológicos, en la tasa de Antitrombina III, con ninguna de las tres técnicas, en mujeres embarazadas, estudiadas durante los últimos 4 meses de gestación. 11. Los resultados obtenidos en este estudio, además de mostrar la superioridad de la Técnica de Sustratos Cromogénicos sobre las otras dos técnicas utilizadas, por las razones antes apuntadas, y de comprobar que, en realidad, miden aspectos distintos de la proteína no absolutamente correlacionables entre sí, han ofrecido una visión de conjunto acerca de las variaciones incidentes en una serie de grupos patológicos, que presentan perturbaciones en la coagulación sanguínea. El descenso significativo de la actividad de la proteína en enfermedades que cursan con alta incidencia de fenómenos tromboémbolicos, sugiere que tal descenso probablemente tiene un valor patogenético importante. En tal sentido se postula que la cuantificación de la Antitrombina III, puede tener un valor pronóstico y, a veces, diagnóstico, en este grupo de enfermedades que constituyen una causa importante de morbilidad y mortalidad en nuestros días.