Los usos de la plata en la evolución del paso de palio entre los siglos XVIII y XIX: estudio de un caso sevillano

Abstract

Durante siglos, la religiosidad popular cristalizada en las hermandades y cofradías fue aquilatando el fenómeno de las estaciones penitenciales. Este proceso, que no se ha detenido y aun hoy sigue en curso, ha sido lento y lleno de vicisitudes concernientes al campo artístico. En efecto, la capacidad más destacada del arte es la de dar solución en cada lugar y cada momento a determinadas exigencias, respuesta a las necesidades y satisfacción a los menesteres de quien lo demanda, lo hace posible y también de quien lo recibe, esto es, su destinatario. La fórmula de éxito con la que se materializaron estas estaciones penitenciales tuvo dos elementos esenciales: los cofrades participantes en las procesiones y las imágenes de Cristo y de la Virgen que formaban parte de los cortejos. Con el tiempo, la manera en la que se disponían estas imágenes fue complicándose, evolucionando de ser transportadas en unas sencillas andas o parihuelas a lo que hoy en conjunto y por extensión se denomina “paso”. En el ámbito sevillano este proceso ha sido especialmente destacado por la riqueza artística con la que se ha desarrollado, configurándose como un complejo aparato escenográfico que es a la vez marco y soporte para las imágenes, así como espacio donde se despliegan toda una serie de elementos ornamentales e iconográficos que realzan y completan el conjunto.