Control del tratamiento con anticoagulantes orales en pacientes con fibrilación auricular

Abstract

La fibrilación auricular es una situación clínica cada vez más frecuente. En su curso evolutivo puede derivar en un conjunto de complicaciones severas, causantes de deterioro clínico, ingresos hospitalarios, secuelas y potencialmente muerte. Está constatado este aumento de la morbilidad y la mortalidad como consecuencia de la fibrilación auricular. En particular las más temidas complicaciones serían el ictus , la insuficiencia cardiaca y la demencia vascular. Desde hace años la terapia anticoagulante se ha demostrado eficaz para prevenir este desarrollo evolutivo y sus temibles consecuencias. En particular se ha estandarizado el tratamiento preventivo con anticoagulantes antagonistas de vitamina K, como son el acenocumarol y la warfarina que hoy toman una gran mayoría de los pacientes con fibrilación auricular. Es conocido el estrecho margen terapéutico de estos medicamentos y asimismo la posibilidad de interacciones, tanto alimentarias como farmacológicas. Debido a ello el conocer el grado de control de la anticoagulación con AVK es objeto de preocupación general. Por este motivo se ha diseñado este estudio, que se ha realizado en el ámbito de la Atención Primaria, en concreto en el Centro de Salud de Bermejales en la ciudad de Sevilla. Durante el período del estudio, desde 1 de Febrero a 15 de mayo de 2017 se han reclutado 99 pacientes que cumplían las condiciones de inclusión, 58 de ella mujeres y 41 hombres. La edad media superaba ligeramente los 75 años. A todos ellos se les ha pasado un cuestionario de hábitos alimenticios, se le han hecho al menos tres determinaciones de INR y se les ha calculado el Tiempo en Rango Terapéutico (TRT), además de comprobar la medicación crónica que tomaban diariamente. Se han definido dos grupos, uno de pacientes controlados, que alcanzaban o superaban un TRT de 65% y otro de pacientes no controlados que no alcanzaban esa cifra. Se ha observado un mejor grado de control en las mujeres que en los hombres. Asimismo se ha visto una mayor influencia de los factores alimentarios en la interacción con los antagonistas de la vitamina K. Así los alimentos ricos en vitamina K, el alcohol y sólo un grupo farmacológico que es el de los antidiabéticos orales han empeorado el control de los pacientes. Los otros grupos farmacológicos, hipolipemiantes, antihipertensivos, psicofármacos e inhibidores de la bomba de protones no han empeorado dicho control. La prevalencia entre sexos en la ingesta de alimentos o fármacos no ofrece grandes diferencias, salvo en el caso del alcohol donde el porcentaje de hombres es muy superior al de mujeres. Esto podría justificar la diferencia de control de anticoagulación encontrada entre ambos sexos. Parece necesario identificar a los pacientes con mal control con los antagonistas de la vitamina K, para valorar otras opciones terapéuticas, como podrían ser los nuevos anticoagulantes.