Morbimortalidad neonatal en el embarazo gemelar tratados con drogas beta-simpaticomiméticas

Abstract

El embarazo gemelar ha sido catalogado por algunos autores como BOTELLA (1967), como una situación límite entre lo fisiológico y lo patológico. No considerándolo totalmente patológico por ser la norma en la mayoría de los mamíferos y tener cierta frecuencia en la especie humana.

Se produce en todos los países y en todas las épocas. SANCHEZ ARCAS (1973), en sus anotaciones históricas sobre el embarazo gemelar, nos comenta los nombres de los dioscuros “Castor y Polux” gemelos de Helena, producto del comercio carnal adúltero de Júpiter con Leda. Anfión y Lethus, hijos gemelos asimismo de Zeus y Antiope. Rómulo y Remo, hijos de Marte y la vestal Real Silvia.

En el transcurso de la historia, la literatura médica ha registrado casos curiosos: Los de Isabel Mott entre los siglos XVIII y XIX que parió cuarenta y dos hijos en cuarenta y dos años alternando partos de un solo feto con embarazos gemelares. SANCHEZ ARCAS (1973), comenta que en 1808 BOER, cita el caso de una mujer italiana que tuvo once partos múltiples de los cuales tres fueron gemelares, seis triples y dos cuádruples habiendo dado a luz un total de 32 hijos.

En nuestros días BOTELLA (1967), señala el conocimiento de una pareja, que en nueve embarazos han reunido dieciocho hijos.

El embarazo gemelar y múltiple ha sido motivo de comentarios religiosos y sociales. En el siglo XV la Iglesia consideraba a la preñez gemelar y múltiple, dentro del marco de la honestidad de la mujer y la consideraba como una manifestación divina.

En países como Australia y en casi todo el continente africano la gemelaridad se ha considerado como hecho del mal augurio, hasta el extremo de la que en algunas regiones se abandonaban a los recién nacidos y a las madres en las repudiaba por prostitutas.

En un sentido totalmente opuesto; en otros pueblos era motivo de fiesta y se rendía homenaje al padre. O en el caso del embarazo múltiple servía de exhibición en las ferias, como ha sido recogido por un pintor del siglo XVI.

En la actualidad, el embarazo gemelar preocupa al obstetra, no solo por los riesgos inherentes a él y que ya preocupaba al a Obstetricia Clásica. Las toxemias se observan con más frecuencia que en los embarazos únicos. Son más frecuentes la incidencia de anemias, infecciones urinarias, hidramnios, etc., e incluso se han descrito complicaciones graves como la rotura pancreática observada por ROTH (1959), y la rotura de bazo citada por BEDOYA (Jr) y col, (1973). Pero además, hoy es admitido por todos los obstetras, que la generalidad es una fuente importante de fetos de bajo peso, y por consiguiente estos embarazos van acompañados de una norbimortalidad fetal y neonatal alta, y aunque no sea solo esta la causa (son más frecuentes las anomalías de la estática fetal, las intervenciones obstétricas, etc.) es un factor fundamental a tener en cuenta. De aquí que, actualmente se nos plantee de forma acuciante el problema de los nacidos del embarazo gemelar por la alta proporción de fetos de bajo peso y por la elevada morbimortalidad fetal y neonatal que ello conlleva, lo cual nos obliga a considerar antes de la exposición de nuestro trabajo las peculiaridades del embarazo y parto gemelar y de las distintas modalidades terapéuticas que han sido empleadas por los distintos autores con el objeto fundamental de disminuir la morbimortalidad fetal y neonatal.