PhD Thesis
La recepción transnacional de la televisión como impulso a las migraciones. Un estudio de campo en poblaciones marroquíes
Author/s | Benítez Eyzaguirre, Lucía |
Director | Sierra Caballero, Francisco
Valle Rojas, Carlos del |
Department | Universidad de Sevilla. Departamento de Periodismo I |
Publication Date | 2011-02-25 |
Deposit Date | 2017-02-27 |
Awards | Premio Extraordinario de Doctorado US |
Abstract | Una vocación de comprensión transcultural orienta esta tesis, la única posible en medio de los flujos de la comunicación y las migraciones que multiplican las zonas de roce y conexión que, para los individuos y las sociedades, ... Una vocación de comprensión transcultural orienta esta tesis, la única posible en medio de los flujos de la comunicación y las migraciones que multiplican las zonas de roce y conexión que, para los individuos y las sociedades, supone el encuentro permanente con la diversidad y la incertidumbre. La comunicación y la movilidad son los ejes transversales de este trabajo pero también son los que han conducido el camino hasta aquí: una vida profesional sobre la comunicación, el periodismo y la televisión, un interés investigador por estos campos y los de la sociología y las migraciones, y la comprensión del mundo en movimiento a través de la pasión por los viajes y el encuentro cultural. Ahora que el planeta está cruzado por estos flujos, sólo hay un lugar común para el encuentro: el ‘paisaje mediático’ (Appadurai, 2001) que, como el ‘continente invisible’ de Ohmae (2000), podría ser el nuevo espacio social con una nueva organización, estructura y funciones en red que se dimensionan por la comunicación y la conexión (Castells, 2009: 43-44). Y ése es el lugar al que presto interés: Los migrantes están conformando mundos anónimos, cotidianos, socialmente invisibles e incluso denostados, que corren paralelos a los grandes procesos de mundialización de las economías y de la comunicación (Santamaría, 2002: 185). En este contexto, las cuestiones sociales también tienen que liberarse de la territorialidad impuesta por los Estados-nación y encaminarse hacia un ‘cosmopolitismo metodológico’: “La globalización, cuando se lleva a su conclusión lógica, significa que las ciencias sociales deben refundarse como una ciencia basada en la realidad de lo transnacional, y ello desde el punto de vista conceptual, teórico, metodológico y organizativo” (Beck, 2004b: 50). Así, los movimientos de población y las comunicaciones son fenómenos cuya dinámica supera los corsés de la territorialidad de los Estados, porque el poder se concentra en dos niveles diferentes pero alejados de su lógica: lo local y lo global. El contenido de las industrias de la comunicación marca hábitos, significados, identidades y estilos de vida de poblaciones locales en una tendencia hacia los horizontes más amplios que describe la movilidad: la comprensión del desplazamiento en el mundo, una percepción sobre los beneficios singulares y colectivos de la migración a la hora de ampliar las expectativas de vida que se visualizan mínimas en sus tierras de origen. El modelo de comunicación transnacional abre enormes diferencias y desigualdades en la comprensión del eje Norte-Sur, a la vez que se estimula la ilusoria idea de un mundo de fronteras abiertas –especialmente para los productos y las comunicaciones–, que impulsa la voluntad de cruzarlas. No hay que perder de vista que las motivaciones para la migración no sólo se encuentran en las explicaciones económicas y en la toma de decisiones racionales –incluso las decisiones se conforman en el sistema de información–, es decir, no dependen de variables económicas exclusivamente. Hay lugares en el mundo donde el hambre, las miserias o los desastres no llevan a la migración hacia el Norte rico y, en ocasiones, ni siquiera estimulan movimientos de población interregionales. Es difícil explicar por qué muchos migrantes que han tenido éxito en el país de destino deciden volver a su lugar de origen luego de estar muchos años en el extranjero. Más aún, si la migración estuviera determinada exclusivamente por diferencias salariales, entonces deberíamos esperar grandes flujos de países en desarrollo hacia países desarrollados y muy poco movimiento entre países desarrollados, pero ninguno de tales patrones se da en la práctica. (PNUD, 2009: 14) Pero incluso para el supuesto de la decisión racional, hay que considerar los efectos de las patologías de la comunicación y la información sobre los impulsos migratorios. Por su complejidad, el estudio de las migraciones debe contemplar múltiples teorías explicativas –aunque ha dominado la investigación sobre las causas macroeconómicas y las grandes teorías clásicas sobre los factores de expulsión y atracción ligadas al fenómeno laboral–. Hasta hace pocos años, no se ha abierto a los procesos de decisión y apenas se ha investigado sobre la configuración imaginaria de los migrantes y los procesos comunicativos. El cambio desde una sociedad industrial, organizada en función de la ética del trabajo hacia una sociedad de consumo de dimensiones globales, nos lleva a pensar que hay más factores en la sociología del consumo, en los estilos de vida y los paisajes mediáticos, que en la lógica laboral. Este conjunto de elementos –visto desde el contexto de los medios masivos– focaliza la investigación en la economía política de la comunicación, entendida muchas veces como una antítesis de los Estudios Culturales pero que, siguiendo la propuesta de Mosco (2006: 57-58), también plantea una perspectiva social, en cuanto a cambio, procesos y relaciones. Así, los intereses de ambas corrientes convergen y difuminan sus fronteras disciplinares vistos los focos de atención en la mercantilización como un proceso de generación de valor, la espacialización como modelo de análisis de lo transnacional, y la estructuración social por el impacto mediático (Mosco, 2006: 66). Economía Política y Estudios Culturales serían perspectivas complementarias y convergentes respecto al imaginario producido por los medios de comunicación. No sólo las teorías comunicativas, el impacto cultural y la construcción de las identidades pueden contribuir a esclarecer explicaciones para el complejo fenómeno migratorio: también se trata de someter a las audiencias transnacionales al contraste de teorías sociológicas como el ‘efecto demostración’, sobre el comportamiento social que trata de simular patrones de consumo de grupos o individuos que de forma real o psicológica se interpretan como superiores. Las representaciones mediáticas y las estrategias publicitarias, en su búsqueda del control social, estimulan el consumo a través de la simplificación y la condensación, los estereotipos y discursos que se ponen al servicio de los intereses económicos o políticos. La atracción de los migrantes hacia los mundos opulentos se ha estimulado a través de un flujo de promesas para los hombres y mujeres olvidados, promesas para trabajadores que ya no son necesarios pero que viajan seducidos por mensajes que, en realidad, buscan su integración en el consumo recorren un itinerario no deseado por los Estados y la lógica del poder. En la globalización, los flujos de la comunicación y de la movilidad han alcanzado una intensidad y una dinámica que se imponen de forma imparable como una necesidad: impulsan el libre comercio, sacralizan la libertad de consumo, planean con espíritu de control de hombres y mujeres, sobre su trabajo y su destino. La supremacía de la difusión de programas y películas del primer mundo en todas las televisiones del planeta invade las aldeas africanas y muestra a Europa –y en, general, al Norte– como un escaparate del éxito de la sociedad de consumo y de la modernización. A través de la tecnología –que también permite otros modelos de comunicación–, se llega a los rincones más desolados del planeta y se superpone un modelo cultural de forma unidireccional, con el dominio de un nosotros engrandecido y un ellos minimizado. La repercusión de estas representaciones de eficacia publicitaria encierra para los habitantes del Sur promesas de un nuevo estilo de vida, inalcanzable en sus tierras, y un reclamo para la migración. El consumo de ese estilo de vida es la única respuesta posible a una forma de comunicación unidireccional que se ha impuesto en los medios transnacionales, espectacular y desmovilizadora. La globalización ha transformado este mundo en complejo, multidimensional, diverso, plural, subjetivo, y se muestra en claves emocionales e individualistas. Es así como se construye el eje sujeto-realidad-conocimiento que ha servido para elaborar el marco teórico de la investigación sobre el binomio comunicación-migración; este eje coincide con la construcción de significados de los migrantes, con la visión de las expectativas sobre la migración, con la imagen del destino, así como con los mundos sociales en los que se insertan. Por eso, este estudio trata de indagar en la subjetividad de los individuos en la que se conforma la realidad, pero también en impulsos vitales de gran potencia como son la emoción y la imaginación. Así se orienta la lectura dinámica e integrada de su visión del mundo, de sus discursos y expresiones sobre la televisión, los planes de la migración, la evaluación de los riesgos, los logros y los costes. Para atender a las lógicas de la globalización multidimensional y de los vectores que la difunden, pero a la vez a los intereses y aspiraciones de los candidatos a la migración, nos hemos planteado un enfoque sistémico con el que abarcar las dinámicas y transformaciones de los individuos y las sociedades, así como la integración disciplinar necesaria que abarque lo complejo de las interacciones y las reconfiguraciones personales e identitarias que se registran entre la movilidad y la comunicación. Las mediaciones, interacciones y la realimentación de los discursos necesitan de la visión amplia que aportan los Estudios Culturales pero también de los efectos de la psicología social, la comunicación, la antropología, la economía, la sociología o la semiótica. Todo ello no nos puede hacer olvidar las limitaciones y características de la investigación derivadas de este punto de vista, marcado por una fuerte identidad eurocéntrica (blanca, europea, de arraigo local, con un gran desconocimiento de la lengua árabe, con inquietud por las migraciones y la sociedad del conocimiento, todo ello desde la orilla rica del Estrecho) para tratar de entender las migraciones humanas desde el conocimiento específico en la materia, pero también desde el periodismo como actividad profesional de más de veinticinco años, desde la sociología, y desde un espíritu del viaje por los rincones de este inmenso, plural y complejo mundo, lleno de vida, como un experiencia vital. Una mirada que se complementa con otros hechos cotidianos como el consumo de televisión desde una perspectiva crítica cuando tratamos de comprender sólo con las imágenes, con las palabras que las acompañan, con los estereotipos que manejamos, el mundo sin horizontes de los pequeños poblados africanos, densos y repletos de tiempo, escasos para el futuro que asoma en el desfile de las imágenes, contradictorios en su visión temporal del mundo… En esas ambigüedades nos movemos cuando nos planteamos estudiar las actividades cotidianas de los hombres y mujeres marroquíes ante la pantalla de televisión y frente a sus sueños migratorios, la inquietud que el mundo externo les plantea, el retrato anodino de su tierra que les llega por la pantalla, las prácticas de sus vidas, la riqueza de sus experiencias. En este espíritu, tratamos de evitar las reducciones y la simpleza; sus lógicas, tan contradictorias como las nuestras y las de nuestro mundo. El objetivo central de esta tesis es investigar la relación entre los contenidos mediáticos, a través del imaginario que produce en los individuos, y el impulso a las migraciones, en un trabajo de campo sobre la recepción de los mensajes de las televisiones transnacionales en poblaciones de Marruecos. Se trata de indagar si existen elementos en la emisión y/o recepción de los mensajes televisivos que actúan como estímulos para el fomento de un proyecto de movilidad en función de las expectativas despertadas, y cómo estos mensajes contribuyen a las interacciones sociales y a la construcción del imaginario migrante. El ‘paisaje mediático’ ha acelerado la percepción de los procesos de intercambio, la circulación de imágenes, mercancías, mundos posibles, personas y discursos con diferentes trayectorias y ritmos; los puntos de conexión –y, por tanto, de fricción– se han multiplicado exponencialmente por el impacto de los medios de comunicación y la movilidad, así como por las transformaciones sociales y del conocimiento que originan. Ese paisaje estimula el imaginario, fomenta el desarrollo económico, pero también canaliza contradicciones: de una parte, como dispositivos de control de ciudadanos por parte de los intereses de los mercados y, de otra, en forma de resistencias y emancipaciones, de oposición alternativa. Los impactos locales de estos fenómenos, especialmente en las zonas más olvidadas del planeta, alcanzan un enorme interés para conocer sus efectos, los cambios y las dinámicas que suscitan y, en especial, su relación con el imaginario migrante de Marruecos, todo ello con el encuadre de los Estudios Culturales y el Análisis Crítico del Discurso. Hemos considerado que hay dos movimientos esenciales para aproximarnos al objeto de estudio y al conocimiento de la realidad de estos hombre y mujeres marroquíes: uno, cruzar el Estrecho de Gibraltar y compartir con ellos la pantalla de televisión, los discursos sociales, la vida cotidiana, la comida, las costumbres, marco de comprensión de los flujos audiovisuales, y el otro, proyectar nuestra observación o descripción de sus puntos de vista desde dentro, tratando de acercarnos al origen de esos discursos y de decisiones relacionadas con la migración para entenderlos en su contexto. Por eso, este trabajo se desarrolla a partir de un estudio de campo en el que se integran distintas fuentes de información compuestas por entrevistas en profundidad, encuestas y grupos de discusión sobre la recepción transnacional de la televisión y la relación con las migraciones. Con este material, obtenido en los lugares de origen de los migrantes, que es donde se registran las interacciones de la comunicación en su contexto social, buscamos aproximarnos a una evaluación de ese impacto, así como la creación de los mundos imaginarios que impulsan a la migración. La cuestión que se plantea es si los cambios fomentados por la imaginación y la creación de valor, imprescindibles en la economía de lo inmaterial, impulsan nuevos modos de vida y actúan como elementos de atracción de una mano de obra más desregulada y precarizada hacia los países del Norte que los estimulan. Esta investigación tiene otros objetivos complementarios que se detallan a continuación: 1.- Estudiar las motivaciones que tienen los individuos para emigrar relacionadas con la comunicación. El vínculo entre migración y comunicación se plantea como un campo de gran productividad para la investigación social, ya que sus vectores tienen las dinámicas sociales más densas de la actualidad. 2.- Analizar la relación entre el modelo televisivo hegemónico, unidireccional, mercantil, patriarcal y eurocéntrico, y la configuración de una idea de partida en el proyecto migratorio. Buscar los impactos que produce en la configuración identitaria de los candidatos y candidatas a la migración un modelo televisivo que se mantiene al margen de la interculturalidad. 3.- Investigar la recepción de la televisión y de los mensajes informativos, publicitarios, documentales, cinematográficos, informativos, programas de variedades, o deportivos, a través de un trabajo de campo, para valorar el contexto en los lugares de salida de migrantes marroquíes hacia Europa. 4.- El estudio de la experiencia y el consumo mediático en su contexto, así como de los aspectos interrelacionados en la construcción del discurso migratorio, es decir, los canales por los que fluye la información y las interacciones que se consolidan en una apuesta vital. 5.- Indagar las percepciones y el imaginario sobre las expectativas y las oportunidades de futuro de un modelo de vida ligado a la territorialidad del nacimiento en Marruecos, frente al sueño construido por la seducción de los ‘paisajes mediáticos’ de la opulencia, del consumo, del bienestar y del desarrollo 6.- Conocer su visión de la representación mediática de la migración, tanto en las televisiones marroquíes, occidentales y árabes, así como su asociación a los discursos sociales sobre el fenómeno migratorio, si detectan falsas expectativas o algún modo de ‘efecto llamada’. 7.- Incorporar el estudio de las emociones, la subjetividad y la imaginación al análisis de la decisión de emigrar, en función de la relación de los productos audiovisuales que se consumen en estas zonas. Dentro de la globalización cultural, la construcción de los significados de los productos audiovisuales se articula entre emisor y receptor aunque cada uno de estos campos está fuertemente condicionado por lógicas culturales de lo local: adquiere una enorme importancia el factor geoespacial en la producción del mensaje, así como en su recepción. Supone una comunicación sesgada por las relaciones de poder, por su unidireccionalidad, en la que los efectos de la disolución del espacio y del tiempo alteran la esencia cultural de las sociedades que conforman la audiencia mediática con un impacto mayor y más veloz que el que se registra en las dinámicas identitarias. El modelo de comunicación transnacional abre enormes diferencias en la percepción de las diferencias entre el Norte y el Sur, a la vez que difunde un mundo sin fronteras en el recorrido permanente de los flujos de la comunicación, los productos y en los viajes. La movilidad establece dinámicas multiplicadoras, traslada de un lugar a otro los beneficios singulares y colectivos de la migración como alternativa a la percepción de escasas oportunidades de lo cotidiano. La hipótesis principal de esta tesis se apoya, por tanto, en la influencia de los medios en el proyecto migratorio: Las propuestas identitarias y de estilos de vida de la televisión transnacional y los medios de comunicación de masas generan redefiniciones en los individuos que los aproximan a convertirse en candidatos a la migración. La interrelación entre mensajes, migrantes y norte se apoya en mitos movilizadores propuestos por los medios. Los flujos de ‘paisajes mediáticos’ deslocalizadores abren horizontes en los que las posibilidades de consumo se limitan al de un determinado estilo de vida que los mass media presentan como modélico: “Para los emigrantes, tanto la política de la adaptación a sus nuevos medios sociales como el estímulo a quedarse o volver, son profundamente afectados por un imaginario sostenido por los medios masivos de comunicación, que con frecuencia trasciende el territorio nacional” (Appadurai, 2001, 22). Además, la investigación se apoyará en estas otras hipótesis secundarias: 1.- Incluso para las teorías que mantienen que la migración se interpreta dentro de los supuestos de la racionalidad económica, es necesario considerar que los efectos de desinformación, la sobreinformación y manipulación mediática sesgan la percepción y limitan las posibilidades de una decisión racional –cuando no crean falsas expectativas–. Sólo la información precisa y veraz sobre la realidad de la vida de los migrantes en los mundos opulentos del Norte, sobre el devenir cotidiano de los trabajadores y ciudadanos, puede contribuir a las decisiones racionales al respecto. 2.- La construcción mediática de las migraciones ha contribuido a las explicaciones del fenómeno en situaciones poco normalizadoras y que excluyen la historicidad y la experiencia cotidiana. Muchos de los retratos de la migración realizados por la industria audiovisual reflejan una promesa de integración de los extranjeros como nuevos ricos no europeos. 3.- Los estereotipos mediáticos promueven la adaptación y la integración hacia sus propuestas. Los individuos en su transformación identitaria y los grupos culturales tienden a adaptarse a esas propuestas, en especial en ausencia o escasez de productos culturales y audiovisuales propios que generen referentes de identidad alternativos. 4.- Las interacciones comunicativas y las mediaciones contribuyen al sistema de información sobre el proyecto y hay que interpretarlas como variables que influyen también en la decisión de migrar. El cruce de los discursos locales, privados y públicos puede contribuir a esclarecer estas explicaciones, así como la tendencia de los migrantes retornados a confirmar la realidad producida por los medios. La información de los compatriotas también introduce sesgos en función del modelo comunicativo vigente. 5.- Los ‘paisajes mediáticos’ son una expresión del mundo desterritorializado que se superpone a los efectos de la globalización en las nuevas tecnologías, los medios y los transportes. Los flujos diluyen el concepto de frontera e invitan a cruzarlas como un reto a los Estados-nación que se blindan en la construcción de sus límites territoriales. 6.- La globalización ha desarrollado un nuevo modelo productivo basado en lo inmaterial, en que el trabajo y las mercancías se fluidifican y logran valor de su inmaterialidad. Los procesos culturales estimulan una creciente atención por la identidad, la subjetividad y el imaginario que no se ha atendido desde las teorías migratorias en su potencia explicativa del impulso al desplazamiento. El imaginario simbólico determina nuestra realidad y tiene un enorme poder movilizador. La incorporación de las motivaciones no materiales y simbólicas estimuladas por el modelo comunicativo son un complemento imprescindible a las teorías de los movimientos de población. 7.- En la sociedad de consumo, o de hiperconsumo, la sobreexposición a mensajes publicitarios y a discursos que estimulan la adopción de modelos de vida, por encima de la materialidad de la compra. La pérdida de la centralidad del trabajo en la organización de la vida cotidiana en las sociedades occidentales, lleva a entender las migraciones también como una integración en el consumo y el ocio, gracias a los procesos culturales que participan de la conformación de la realidad. 8.- En un modelo hegemónico de la comunicación muy influido por la publicidad y el consumo, la relación entre comunicación y emociones está muy estudiada por esta industria. Sin embargo, es necesario trasladar esa inquietud a otros campos de las motivaciones de los individuos. Aplicado a un contexto de recepción como el de muchas poblaciones africanas, las posibilidades de consumo se limitan al de un determinado estilo de vida que plantean como modélicos los mass media. 9.- Incorporar el estudio de la imaginación y las emociones al proceso de decisión de los migrantes. El modelo neurobiológico propuesto por Damasio mantiene que una persona sin emociones tomaría decisiones irracionales. El proceso decisorio se apoya en un sistema evaluativo de las oportunidades y las expectativas en función del contexto personal y social. Todo ello, con el planteamiento de que la comunicación y las migraciones son un elemento esencial del desarrollo humano, con una visión crítica que contribuya a la detección de problemas y a la propuesta de soluciones, con el análisis plural, social y humano que aportan los Estudios Culturales. La orientación trata de integrar las migraciones, dentro de los fenómenos de la movilidad, en una experiencia social con una visión colectiva y plural en pro de la integración de todos los vectores, eso es, contando no sólo con la investigación académica, sino también con la sociedad civil, las políticas públicas en la gestión, los medios de comunicación y, desde luego, las comunidades de migrantes. El texto en que se recoge esta investigación tiene una estructura compleja fruto, de una parte, del objeto de estudio en su concepto amplio de apertura epistemológica así como las direcciones que se han seguido en el proceso de conceptualización, en la recogida de datos, en los sentidos que se otorga a las dimensiones de la ubicuidad y la asincronía que desestabilizan las certidumbres urdidas en relación con el poder territorial. Por eso, en ocasiones, los argumentos y la organización interna de esta tesis presentan redundancias y dobles sentidos en la dirección de lectura, ya que se ha buscado y se ha intentado plasmar la estructura rizomática en la que se expande la imaginación, en la que abrimos las ideas en su proyección hacia los paisajes mediáticos. En esta clave también hay que entender algunos de los términos que se utilizan en su redacción para plasmar el objeto de la investigación y el papel de los informantes. Este puede ser el caso de la palabra migrante, que resume la posición y predisposición hacia la movilidad, desde una perspectiva global. Los desplazamientos trazan direcciones y redes que luego encuentran su sentido –y suele ser en su ida y vuelta, con lógica interactiva para la comunicación– en función del momento, del instante en que se analiza. La atemporalidad difumina las rígidas jerarquías pero también la ubicuidad hace desaparecer los prefijos en los que se ha consagrado una estigmatización adicional de la movilidad, más allá de la de sobra conocida relacionada con la migración. Cabría entender que en realidad los informantes de esta investigación son –como tantos otros– seres en movimiento que dibujan un tránsito permanente, cuyo término más preciso sería la transmigración. En cada estela que queda tras la movilidad, hay un surco que marca la posibilidad de repetir el recorrido en cualquiera de los sentidos posibles para reconstruir las redes con nuevos y fluidos puntos de vista y relatividades. Esta perspectiva se ha buscado para incorporar una mirada transfronteriza hacia los fenómenos transnacionales, fluidos, en que ha estado centrada la atención durante el largo recorrido de la investigación. El conflicto surge con la dificultad de encontrar soluciones denotativas con las que alcanzar elementos y conceptos consagrados en nuestra comprensión del mundo y que evolucionan hacia la pérdida de valor como son Norte, Sur,Occidente, Central,Periférico, a los que recurrimos con las estrategias de simplificación y orden con las que debemos presentar los resultados. La intención es, desde luego, lograr una mirada de pájaro que sobrevuela el estrecho de Gibraltar y no situarnos ni en un lugar ni en otro, sino en el de los flujos que constituyen la trama de lo social, la única dimensión espacial en la que nos reconocemos y, por otras vías, reconstruimos la comunidad, ahora que la ubicuidad lo ha traspuesto todo. En el espacio de los flujos, el movimiento es relativo tanto que la importancia del espacio geográfico va desapareciendo poco a poco al igual que los informantes de este trabajo no son, en la mayor parte de los casos, migrantes en sentido estricto pero sí son migrantes de la imaginación, que se predisponen hacia ‘paisajes mediáticos’ en los que reencantan su mundo cotidiano. En los contactos que se establecen por la comunicación y la movilidad, el encuentro cultural adquiere una dimensión de especial atención. Por eso, la investigación y la búsqueda de referencias quiere plasmar un criterio transcultural que evite el eurocentrismo y muchos de los sesgos que por esta vía se registran. Como quiera que no estamos libres de ataduras, atavismos y etiquetas, se habrán pasado desapercibidos algunos automatismos sobre los que nos gustaría que desde la lectura se nos advirtiera. Las páginas que siguen a esta introducción se agrupan en función del material recopilado, con espíritu exhaustivo, en otros seis capítulos en los que a veces en doble dirección y sentido se repasan los argumentos principales detectados en la conversación y la indagación sobre el imaginario de los candidatos a la migración. Con el título “De la globalidad y de la teoría”, capítulo 2, se marcan las pautas que orientan la selección teórica en la que se apoya el trabajo. Así, en primer lugar, “Los supuestos de la investigación” repasa la perspectiva de la Teoría de la Complejidad, la Teoría sistémica, el encuadre transdisciplinar, la integración de la subjetividad y la intersubjetividad, la imprescindible transversalidad de género, los patrones para el entendimiento cultural desde la multiculturalidad a la transculturalidad, y, por último, la incorporación de las emociones y de la ambivalencia como sistemas reguladores de muchos fenómenos que acompañan las conexiones que se establecen en la comunicación y la movilidad. Un segundo apartado del capítulo 2, acerca los “objetos críticos” como elementos del cambio social de la globalidad: el imaginario, la movilidad, el consumo, la identidad, las fronteras y la ciudadanía. A través de valores transversales como el desarrollo, se integran en el vocabulario con que se crean las diferencias, los estigmas y también con las que se ‘reencanta’ el mundo. En tercer lugar, se aborda los aspectos más fructíferos de la relación entre comunicación y movilidad. Como binomio se hace productivo, de una parte, hacia el capital social; de otra, hacia el desarrollo; pero también hacia la investigación científica por su alta productividad epistemológica: la comunicación transcultural mediada, la mediación transcultural, la vinculación entre las redes de comunicación y las redes de migración y, por último, en el transnacionalismo migrante y su expresión comunicativa del transnacionalismo mediático. La exposición teórica continúa con atención a los ‘paisajes mediáticos’ en los que se ensancha el horizonte de la ubicuidad y la asincronía, para terminar con un apartado dedicado al discurso y a la investigación sobre las migraciones y la televisión que repasa la elaboración de los discursos y su relación con el poder como sistemas reguladores de las sociedades de acogida, así como las construcción mediática de la migración y la investigación cualitativa sobre la cuestión. Con el título “De lo local y de Marruecos” se aplican muchos de los conceptos al terreno de la investigación, con aportación de datos significativos sobre el papel que juega el país en las migraciones, su evolución, las redes, proyectos, estrategias, así como una investigación sobre el peso de los conceptos relacionados con el género en la constitución social marroquí. El apartado “Los efectos de las migraciones en Marruecos” abre un análisis de variables políticas, sociales y de gobernabilidad en el país respecto a la construcción de la ciudadanía, a la fortificación de la frontera o a la productividad de identidades políticas y religiosas y el refuerzo de la Otredad. Este segundo capítulo se detiene también en el otro elemento constitutivo del estudio, los medios de comunicación y la política comunicativa marroquí que se repasa desde los esquemas de comunicación y desarrollo. Después da paso a la construcción de los imaginarios tanto sobre Marruecos como sobre los destinos migratorios, así como un estudio sobre la representación mediática de la migración de esa nacionalidad. Por último, nos aproximamos al contexto de las interacciones comunicativas desde una visión de las audiencias sobre los productos transculturales, los usos de la televisión, la interpretación, la creatividad, resistencia y mestizaje de la recepción, para buscar elementos clave de la producción social informativa. El capítulo se cierra con algunos apuntes sobre la interculturalidad y los valores culturales en el Mediterráneo. En el capítulo 4, “De las coordenadas y del método”, comienza el desarrollo del trabajo de campo con su correspondiente encuadre metodológico y la valoración que merece a efectos del análisis ya que se detallan las técnicas y los criterios que se han utilizado para elaborar la guía de tópicos, para abordar la diferencia cultural y las estrategias en la selección de los informantes. Tratamos también de dar coordenadas geográficas dentro de los desplazamientos de población que se registran en Marruecos para enriquecer las aportaciones con estas variables. El encuadre del análisis y el modelo interpretativo cierran las aportaciones sobre la metodología. Con “Cartografía y derrotero de análisis”, capítulo 5, se abre el estudio del material recopilado durante la realización del trabajo de campo en primer lugar como una descripción cuantitativa y comparada de esos hallazgos, según criterios de densidad, para clarificar los mapas mentales que se registran alrededor de la movilidad y el imaginario de los candidatos a la migración. A continuación, se profundiza en las relaciones más significativas que la tecnología digital facilita para contribuir a enriquecer con esas aportaciones el planteamiento y las hipótesis de la tesis. Con estos indicios y un procesamiento sistemático de la información desde la perspectiva que se había definido en las hipótesis y objetivos de la investigación hemos procurado extraer los resultados más elocuentes. En segundo lugar, el derrotero de análisis nos permite establecer nuestro propio rumbo interpretativo con sus consistencias y paradojas que muestran la complejidad de los resultados y la posibilidad de múltiples interpretaciones que se enriquecen por contraste, paralelismos e indefiniciones. El panorama que se muestra abre nuevos interrogantes a la investigación, planteamientos con los que espero contribuir a la producción científica de la vinculación entre la comunicación y la movilidad, un territorio que se agranda en la globalidad. Las conclusiones y las propuestas para tratar este binomio, así como su vinculación con la producción de la subjetividad propia y de los informantes se desarrollan en el capítulo “Balance, rumbo y resultado”. |
Citation | Benítez Eyzaguirre, L. (2011). La recepción transnacional de la televisión como impulso a las migraciones. Un estudio de campo en poblaciones marroquíes. (Tesis Doctoral Inédita). Universidad de Sevilla, Sevilla. |
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