Prótesis coledocianas de dacrón, colecistectomía y hormonas anti-inflamatorias

Abstract

La Cirugía de nuestro tiempo pasa por unos momentos de transición de una etapa eliminadora y patogénica que nos ha precedido a una etapa reconstructiva y de sustitución de tejidos y órganos bien homólogos, autólogos o heterólogos. Cabría pensar que en un futuro, si se logra aminorar la reacción antigénica, una parte de la Cirugía será de tipo biológico y de sustitución en la que los tejidos, órganos e incluso complejos anatómicos muy diferenciados, como la cabeza (DEMIKHOF) se podrán trasplantar a voluntad. En el momento actual, y dentro de este apasionante capítulo ocupan un lugar preferente los injertos en todas sus variedades estructurales (óseas, cutáneas, nerviosas, vasculares, coledocianos, etc.) y de origen (homólogos, autólogos, heterólogos). Dentro de estas ideas es lógico el interés sostenido por nuestro maestro el Profesor GARCIA DIAZ en estos problemas de los injertos, cuya utilización en la clínica humana plantean aún multitud de problemas que necesitan ser afrontados y solucionados en el campo experimental. Como testimonio de este interés y en una línea lógica de continuidad, han ido apareciendo en nuestro Servicio una serie de trabajos experimentales iniciados ya por GARCIA DIAZ en “Plastias del colédoco con Ivalón” y por PERA BLANCO-MORALES en “Valoración de los injertos arteriales de Ivalón”, trabajos continuados más tarde por PERA MADRAZO en “Plastias de colédoco con DACRON” y por RELIMPIO en “Prótesis arteriales de DACRON y hormonas anti-inflamatorias”. Siguiendo este criterio y pretendiendo perfeccionar en lo posible los resultados obtenidos, y con ánimo de profundizar más en el problema, ha sido planteada nuestra Tesis Doctoral. Conclusiones: 1º. En la línea de los trabajos anteriores realizados, algunos de ellos como Tesis Doctoral, hemos seguido planteando los problemas quirúrgicos y de investigación que exigen las intervenciones sustitutivas sobre el colédoco. 2º. El material utilizado en esta serie para la sustitución parcial del colédoco en perros, ha sido el DAGRON, que se ha mostrado en cuanto a resistencia, tolerancia, y permeabilidad apto para este tipo de cirugía. Solamente hemos encontrado dificultad para injertos vasculares, al fino colédoco del animal de experimentación. 3º. La sutura término terminal del trozo de tubo de DACRON interpuesto en el colédoco se ha mostrado correcto. En los casos de fracaso que quedan recogidos en los protocolos experimanetales, siempre se pudo identificar un error en la confección de la técnica. 4º. El principal objeto de nuestro trabajo fue el tratar de modificar, atemperar, y suavizar la reacción local ante el injerto, para reducir la respuesta derivada del síndrome local de adaptación, respuesta inespecífica pero constante ante toda prótesis. No valoramos lo que significa fenómeno inflamatorio, adherencial secundario a extravaciones biliares en la zona injertada. 5º. Para modificar esta reacción hemos utilizado la administración per-operatorio y post-operatoria de corticoesteroides. 6º. No hemos tenido que lamentar ninguna irregularidad en el proceso de cicatrización general de las heridas operatorias, antes al contrario, hemos podido comprobar una mejor calidad de la cicatrización en los animales operados, y en el animal testigo en el que hicimos control mediante suturas en distintos tejidos. 7º. La colecistectomía simultánea al injerto sustitutivo de DAGRON en colédoco, hecha con la finalidad de acelerar el paso biliar por la zona de injerto, no añade ningún factor determinante o modificativo de los resultados obtenidos en otra serie en la que no se practicó la colecistectomía. 8º. La acción de los corticoesteroides sobre el hígado y el páncreas no ha significado asimismo ninguna alteración sobre la estructura y pancreáticas examinadas microscópicamente. 9º. El empleo de corticoesteroides proporciona una mayor tolerancia a la prótesis manifestada por la ausencia de la reacción peritoneal fibrosa hiperplásica y la notable disminución de procesos adherenciales después de la primera intervención. 10º. En los animales tratados con corticoesteroides la zona injertada se ha mostrado sin tendencia a la estenosis, permeable, y sin coagulaciones biliares internas. Estos extremos fueron comprobados mediante colangiografía. 11º. El estudio histopatológico de hígado, páncreas, colédoco y zona injertada demuestra una cicatrización correcta con un grado moderado en los fenómenos reaccionales hiperplásicos, y notable disminución del grosor de los tejidos conjuntivos diferenciados por dentro y por fuera de la prótesis. 12º. Como resultado de nuestro trabajo experimental, creemos estar en condiciones de afirmar que el uso de corticoesteroides en la cirugía reconstructora biliar humana de mostrarse de indudable eficacia para moderar los cuadros fibrosos y estenóticos tardíos.