Reflexión sobre la transformación del concepto de obra de arte en la segunda mitad del s.XX

Abstract

La obra de arte comunica siempre un estado mental (Yvars, 2005), si bien el arte genuino se aventura con frecuencia en escenarios imprevisibles en los que es además posible desahogar el sentimiento. De esta forma, desde un punto de vista conceptual, la obra de arte aparece inmersa en un contexto que la hace legible, para dejarnos ver, a partir de ese momento, la componente racional-irracional que lleva aparejada. Así, por ejemplo, el expresionismo abstracto norteamericano de los años cincuenta se decantó por pinturas radicales en las que no se respondía a ningún propósito figurativo prefijado de antemano, lo que significaba una cierta ruptura con la tradición occidental de pintura temática.

The artwork always communicates a mental state (Yvars, 2005), although the genuine art ventures often in unpredictable scenarios in which it is also can relieve the feeling. Thus, from a conceptual standpoint, the artwork appears immersed in a context that makes it readable, to let us see, from that moment, the rational-irrational component that entails. For example, US Abstract Expressionist fifties he opted for radical paintings that do not respond to any predetermined purpose Figurative beforehand, which meant a certain break with the Western tradition of thematic painting.