El yo a ensayo. Autoconsciencia e identidad en Michel de Montaigne

Abstract

Los ensayos de Michel de Montaigne constituyen un particular ejercicio de la autoconsciencia por la cual un individuo, a caballo entre la Edad Media y la Modernidad, intenta apropiarse de su existencia y construir una sólida identidad personal. Pero el proyecto de los Ensayos, lacerado desde su origen por el escepticismo, parece no conducir más que a una serie de desencuentros, pues Montaigne se m uestra incapaz de identificar firmemente su autoconsciencia con una substancia determinada. Sabe que es cuerpo, pero sabe tabmién que su cuerpo no sólo responde a sus designios, sino que se haya inscrito en el orden del mundo. Sabe que es alma, espacio interior, pero sabe también que ese espacio está poblado por otros con los que habrá de convivir. Intenta reconocerse en su carácter, pero sólo encuentra formas ajenas, rasgos espontáneos o heredados que no lo representan a él, sino que más bien parecen sobrevivir a través de él. Sabe que es quien es porque pertenece a una comunidad y a una cultura que le dice lo que tiene que pensar y lo que tiene que creer, pero, precisamente por eso, siente que esa cultura no es él mismo, sino un cúmulo de prejuicios de los que habrá de librarse. Quiere reconocerse en sus acciones, en sus proyectos, en sus logros, pero es demasiado consciente del peso que tiene la fortuna en los acontecimientos. Quiere reconocer su propia imagen en su libro, encontrarse reflejado en él, aunque sabe que el lenguaje es un arma de doble filo, que la retórica es una red traicionera capaz de arrastrar las palabras hacia sí dejando al yo, una vez más, vacío y desnudo. Este yo que, estoicamente, aspira a desarrollar su autoconsciencia en un acto solitario de ensimismamiento irá aprendiendo progresivamente que, en el seno más íntimo de su propia identidad, ya está constituido, desde el primer momento, por la relación con sus otros. Les Essais aparecen así como la apuesta de una consciencia humana por la posibilidad de comprenderse a sí misma y al mundo a través de las relaciones que los dotan de sentido, y no negando éstas en pos de una identidad autosuficiente.