Implantes retinianos

Abstract

El ojo está formado por múltiples estructuras complejas, perfectamente complementadas entre sí para generar el fenómeno de la visión. Cualquier desajuste en la vía visual puede tener implicaciones negativas que van desde la pérdida parcial de visión hasta la ceguera total. En las enfermedades degenerativas de la retina como la Retinosis Pigmentaria o la Degeneración Macular Asociada a la Edad, la pérdida visual se produce de manera progresiva e irreversible, limitando cada vez más la vida de millones de personas que las padecen. En estos casos, la retina externa va perdiendo su función debido al deterioro gradual de sus células fotorreceptoras. Desgraciadamente, en la actualidad estas patologías no disponen de un tratamiento efectivo para su cura, por lo que se está investigando en diferentes estrategias terapéuticas que podrían ralentizar la progresión de la misma. Una de ellas es el desarrollo de dispositivos electrónicos capaces de restaurar parte de la visión perdida, reemplazando la zona afectada. Estos dispositivos pueden ser implantados en la subretina, la epirretina o en el espacio supracoroideo. Un requisito principal para su implantación y posterior éxito es que el circuito neuronal retiniano debe estar mínimamente conservado para hacer posible que la información captada por estos implantes alcance la última estructura del sistema visual, el cerebro. La visión artificial obtenida con estos implantes puede considerarse un complemento para mejorar las condiciones de ceguera o baja visión. Los programas de rehabilitación son imprescindibles en la mejora de las habilidades del paciente, ya que les ayuda a ganar calidad de vida e independencia.