Editorial ZYX. Catolicismo obrero frente al franquismo

Abstract

La editorial ZYX nace en los turbios años del tardofranquismo. En una época en la que el régimen aún se encontraba fuerte, no fueron pocas las personas que lucharon por alcanzar la libertad que hasta entonces se les negaba. Desde numerosos ámbitos políticos y sociales, se desarrollaba una oposición clandestina e incansable, profundamente comprometida con su tiempo y su prójimo. Si ampliamos la mirada, podemos observar que es bien conocida la labor de la resistencia a lo largo de la Historia, en sus diferentes formatos y contra diferentes regímenes (todos ellos autoritarios). En el caso español, la figura del antifranquista ha sido estudiada desde distintas perspectivas. Se ha hablado, por ejemplo, de los maquis, de los históricos socialistas y comunistas y demás personalidades que de manera destacada expresaron abiertamente su rechazo a Franco. Sin embargo, ha pasado desapercibida la historia -o historias- de tantos que se salieron de la “oposición hegemónica” a la dictadura franquista, si es que pudiera hablarse de algo así. Ese es el caso de la editorial que nos ocupa, ZYX, una sociedad anónima editora nacida en 1963 con el objetivo de continuar y expandir las labores de promoción del pueblo que hasta el momento venían desarrollando los militantes obreros cristianos. De espíritu católico y revolucionario, sus páginas quisieron ser el altavoz de la disidencia silenciada. Sus fundadores, inspirados por las corrientes intelectuales anarquistas y por la teología de la liberación, pretendieron sacar a la luz las inquietudes de un sector de la izquierda de raíces complejas y diversas. Este trabajo quiere ofrecer una aproximación a la historia de ZYX y de sus integrantes, prestando atención a cuestiones como su organización interna, sus principios filosóficos e ideológicos y la huella, hoy prácticamente olvidada, que dejó en la sociedad. Todo ello, estudiado desde un enfoque memorialista, pues entendemos que la recuperación del legado de ZYX debe ser parte de los esfuerzos que deben hacerse para enriquecer nuestro conocimiento del pasado. La memoria colectiva necesita de la Historia, entendida esta en toda su complejidad, incluyendo, por tanto, aquellos elementos que por una causa u otra han quedado ocultos.