El modelo de soft power de Corea del Sur. La creación de Hollywood antes que Estados Unidos

Abstract

Tras la invasión japonesa, la segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea, Corea del Sur se convirtió en uno de los países más empobrecidos del mundo, pero en menos de un siglo ha conseguido convertirse en la cuna de la tecnología. Esta nueva posición necesita de mayores esfuerzos que aseguren su permanencia y sabiendo que el país asiático no tiene recursos naturales que explotar, es obvio que la solución vendrá de la mano de la tecnología. Pero, ésta no tiene ningún impacto internacional. Sin embargo, a finales de los 90 todo el mundo del entretenimiento coreano comenzó a exportarse en forma de KDrama, dando lugar al Hallyu u Ola coreana, la cual fue una perfecta arma de poder blando. Pero, el Hallyu no solo tenía aplicación a través de los dramas, es por ello que Lee Soo-man desarrolló una fórmula para la exportación musical, convirtiendo al K-Pop en la siguiente Ola de influencia coreana. Esta nueva Ola sí consiguió tener un mayor impacto en mercados occidentales. Aunque, los trabajos de Lee fueron un éxito, parece que en los últimos años BTS, grupo el cual no pertenece a la empresa de Lee, ha conseguido verdaderamente hacerse un hueco en el mercado musical occidental. El impacto del grupo no se traduce solo en una desorbitada venta de discos, sino que ha conseguido situar en el mapa a Corea y ha difundido su cultura, haciendo así más fuerte y reconocida la marca nacional del país.