Resumen | Dentro del grupo de equipamientos que se construyeron en los pueblos de colonización destacan tres, que se describen, para el caso similar de la Dirección General de Regiones Devastadas, como ejemplos del control de la ...
Dentro del grupo de equipamientos que se construyeron en los pueblos de colonización destacan tres, que se describen, para el caso similar de la Dirección General de Regiones Devastadas, como ejemplos del control de la dictadura sobre la población: los ayuntamientos, las iglesias y las casas cuartel de la Guardia Civil. Especialmente estas últimas arquitecturas eran la representación directa de la represión militarizada del Estado, tan necesaria en un contexto aislado y de nueva creación. En cambio, el número de casas cuartel que se llevaron a cabo por el Instituto Nacional de Colonización fue muy limitado, debido a que estos núcleos eran de población reducida y se insertaban en regiones que ya cubrían este servicio. Será la provincia de Badajoz la que alcance el mayor número de ejemplos: Guadiana del Caudillo, de José Luis Fernández del Amo (1955); Valdivia, de Manuel Mondéjar Horodiski (1969) y Valdebótoa, de José Mancera Martínez (1969). En todos los casos, la casa cuartel se construyó varios años después del pueblo, por lo que se caracterizará por situarse en los bordes y no dentro de su centro cívico, lo que ha enfatizado aún más ese carácter marginal asociado a dichos equipamientos. La importancia de estudiar estos ejemplos reside, por un lado, en su bajo número, ya que refuerza esa idea de cierta libertad con la que actuó el Instituto Nacional de Colonización frente a otros organismos como la Dirección General de Regiones Devastadas. Por otro, en su arquitectura, ya que son representativos de la evolución que siguieron las casas cuartel de la Guardia Civil a nivel
nacional durante las décadas centrales del siglo XX, fundamentales para la conformación de esta tipología. De las iniciales soluciones en torno a un patio central y una imagen doméstica, como en el caso de Guadiana del Caudillo, se acabaría pasando a propuestas más abiertas, sin ningún esbozo del carácter militar del complejo y con una estética más cercana a la ensayada en los propios pueblos, como así ocurre en Valdivia y, especialmente, en Valdebótoa, en donde se erige uno de los ejemplos más significativos de esa arquitectura de raíces racionalistas, tan característica del Instituto Nacional de Colonización.
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