Resumen | En la actualidad, vivimos en un tiempo donde todo se encuentra en continuo cambio. Este cambio afecta a todos los sectores, tanto los laborales como los que no lo son. Esto es debido a la globalización. La globalización, ...
En la actualidad, vivimos en un tiempo donde todo se encuentra en continuo cambio. Este cambio afecta a todos los sectores, tanto los laborales como los que no lo son. Esto es debido a la globalización. La globalización, genera una mentalidad de mejora continua en las empresas, para adaptarse a los cambios que se producen y poder ser competitivas en el mercado global con sus productos. Ya lo dijo Arie de Geus: “La capacidad de aprender más rápido que los competidores puede ser la única ventaja competitiva sostenible” (de Geus, 1988). Y es que, en la actualidad, la formación y actualización de las empresas es clave en cada sector. Concretamente, en el sector de la construcción, son muchas las empresas que tras la crisis económica producida en el año 2008, han comenzado a actualizar sus procesos, y a formarse con el fin de obtener ventajas frente a sus competidores más directos. Esta época de crisis, puso de manifiesto la necesidad del sector por actualizar la gestión de sus procesos de trabajo y de hacerlos más eficientes. Entre las grandes preocupaciones de las empresas constructoras se encuentra la gestión de sus proyectos. Principalmente, cuando estos no cumplen los plazos de tiempo y costes marcados en proyecto. En este sentido, surgen nuevas metodologías de gestión de proyectos, para ayudar a las empresas en la realización de sus proyectos de forma eficaz y eficiente. Entre las nuevas metodologías de gestión de proyectos surgidas se encuentran Building Information Modelling (BIM), Project Management (PM) y Lean Construction cuyo objetivo es planificar y gestionar de forma coherente, siguiendo una misma metodología, cualquier tipo de proyecto. Otra de las metodologías más recientes es la ágil, nacida en el año 2001 en el sector del software. El empleo de la metodología ágil implica flexibilidad y capacidad de dar respuesta a los problemas que pueden surgir y mayor adaptabilidad a los cambios. Además, ser ágil es saber integrar las herramientas de información y empleados en el proceso de producción. El principal objetivo que se persigue con esta metodología es satisfacer las necesidades del cliente involucrándolos en el proceso de desarrollo del producto (Loiro et al., 2019).En el sector de la construcción, el desarrollo de proyectos es complejo, dadas las condiciones cambiantes de cada obra. Dos proyectos nunca se realizan en las mismas condiciones, ni con el mismo equipo, ni siquiera en el mismo emplazamiento.Por estos motivos, se plantea la realización de este trabajo, aplicando la metodología ágil a ciertos proyectos de construcción, dado que en muchos se producen revisiones durante su ejecución. Esto provoca aumento de costes, tiempo y en algunos casos disminución de la calidad de estos. Por otro lado, aclarar que este trabajo no busca el rechazo de las metodologías tradicionales frente a las nuevas metodologías, como puede ser la metodología ágil, sino la comparación entre ambas y el análisis de la posibilidad de implantar nuevas metodologías en el sector de la construcción.
|