Resumen | Este trabajo explica la conexión entre la historia local o microhistoria, la venta de
Alcalá de Guadaíra al marqués de Villanueva del Río en 1646 y su enajenación a Carlos
III en 1761 y la macrohistoria o historia general ...
Este trabajo explica la conexión entre la historia local o microhistoria, la venta de
Alcalá de Guadaíra al marqués de Villanueva del Río en 1646 y su enajenación a Carlos
III en 1761 y la macrohistoria o historia general que contextualiza la anterior, teniendo
como punto de unión la Casa de Alba. Esta fue la dueña de la villa entre esos años pero
con intermitencias debido a los diversos pleitos entablados por Sevilla contra la Casa de
Alba pero también a la influencia de las circunstancias en que se desenvolvió la política
nacional y sevillana.
La villa de Alcalá de Guadaíra pertenecía al alfoz de Sevilla desde que se hizo el
Repartimiento de esta en 1253. Por lo tanto, existía una vinculación territorial y jurídica,
entre ambas poblaciones. Además Alcalá abastecía de agua a Sevilla y era una de las
principales suministradoras del pan de la capital.
Felipe IV debido a las necesidades económicas que tuvo como resultado de los
numerosos y graves conflictos bélicos que se desarrollaron durante su reinado, procedió,
entre otras cosas, a la venta de alcabalas y lugares para allegar dinero y pagar los
crecientes gastos.
En 1645, se ofreció vender las alcabalas de esta villa cuyo primer postor fue Tomás
de Mañara. El segundo postor fue Antonio Álvarez de Toledo, marqués de Villanueva del
Río y duque de Huéscar. Este ofreció, para hacerse con las alcabalas, comprar además la
jurisdicción de Alcalá. En 1646 esta pasó a pertenecer al estado de Villanueva del Río ,
dentro de la Casa de Alba pero Sevilla recurrió esta decisión ganando el pleito en 1648.
Sevilla se opuso porque a lo largo de la primera mitad del siglo XVII, como
resultado de la política de ventas llevada a cabo por la Corona, había perdido en torno a
un 65% de su territorio y la administración de las alcabalas de los lugares de su tierra. El
cabildo de Alcalá de Guadaíra no quiso aceptar las condiciones del régimen señorial
porque afectaba a la pérdida de la autonomía que hasta entonces había tenido.
El marqués recurrió ante el Consejo de Hacienda y obteniendo de nuevo en 1652,
la villa alcalareña aunque esta pasó otra vez a al dominio de Sevilla en 1655. En el primer
caso ¿pudo influir que Fernando Álvarez de Toledo, VI duque de Alba participara en la
guerra de Portugal? En el segundo caso, ¿el motín de la calle Feria de Sevilla de 1652
hizo ver la necesidad de que Alcalá, una de las principales suministradora de pan de
Sevilla, permaneciera dentro de su órbita? El duque de Alba recurrió esta sentencia, pero
¿el apoyo que proporcionó a D. Juan José de Austria, tuvo algo que ver con que a partir
de 1677 le fuera entregada la villa?
Cambio de siglo y de dinastía. Felipe V necesitaba armas para la guerra que se
estaba librando en territorio nacional. Antonio Martín, IX duque de Alba, vendió las que
poseía en el castillo de Alba de Tormes a cambio de pagar lo que todavía se estaba
debiendo por la compra de Alcalá.
En 1761 Fernando de Silva, XII duque de Alba se había ganado fama de intrigante
y adulador debido a que hizo caer a Ensenada, intentó formar gobierno durante la
enfermedad de Fernando VI, etc. De todo esto estaba enterado Carlos III.
Durante el período de tiempo en que los duques de Alba fueron señores de Alcalá
esta nunca dejó de intentar poner límites a su gobernanza. Los Borbones como resultado
de la política absolutista quisieron recuperar lo enajenado. Carlos III ¿aprovechó la
denuncia que los capitulares alcalareños hicieron de la mala práctica de la justicia por
parte de su señor? o bien ¿Fernando de Silva pensó en vender aquellos lugares de los que
obtenía menos rendimiento económico y que le daban problemas en su administración?
Ambas hipótesis pueden coincidir. El duque no fue lo único que vendió y con lo obtenido
saneó las finanzas de su Casa, construyó palacios e invirtió en tierras donde puso en
práctica las nuevas ideas fisiocráticas, etc. ¿Vemos en ello, una mentalidad “moderna o
capitalista”? ¿O es simplemente una tendencia de toda casa nobiliaria que busca nichos
tradicionales de renta para legarlos a los descendientes? En el fondo, es la lucha por la
supervivencia y continuidad del linaje de los Alba.
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