Resumen | La atmósfera como concepto biológico es esa capa que envuelve la Tierra y se siente
atraída a ella, gracias a la gravedad. Sin embargo, olvidándonos del campo biológico, a
la idea de atmósfera se le ha dado una gran ...
La atmósfera como concepto biológico es esa capa que envuelve la Tierra y se siente
atraída a ella, gracias a la gravedad. Sin embargo, olvidándonos del campo biológico, a
la idea de atmósfera se le ha dado una gran importancia en otros campos a lo largo de
la historia. Se ha usado para intentar explicar algunos factores en el ámbito artístico,
filosófico o arquitectónico.
En el marco de la filosofía, la noción de atmosfera está ligada sobre todo a Hermann
Schmitz. En su libro “Der Gefühlsraum”, publicado en 1969, desvincula el carácter
meteorológico de este concepto, para asociarlo a los estados de ánimo.
En la arquitectura podemos mencionar a Peter Zumthor y su libro “Atmósferas:
Entornos arquitectónicos. Las cosas a mi alrededor.” En este libro se recoge una
conferencia, impartida por él mismo, en el año 2003. En él plantea qué es la calidad
propiamente arquitectónica, y se pregunta el motivo por el cual algunos edificios
conmueven mucho más que otros. Para Zumthor, la atmósfera está asociada a una
sensibilidad emocional, una percepción que captamos de manera muy rápida, en
cuanto nos paramos frente a algo. “Se produce cuando entro a un edificio, veo un
espacio y percibo una atmósfera, y en décimas de segundo, tengo la sensación de lo
que es.” Zumthor, P. (2019). Atmósferas. Editorial Gustavo Gili.
En el ámbito artístico, a lo largo de la historia, se ha usado este concepto con fines
estéticos. Estaríamos hablando de esa capa que recubre los cuerpos, en una obra de
arte, que tiene la capacidad de contar historias por sí misma y transmitir sensaciones.
Como si tuviera vida propia. Es un concepto algo más abstracto, que incluso se
relacionaría con lo místico, irreal, difuso o lo prohibido. Lejos de lo cotidiano, visible y
material. Walter Benjamin relaciona este concepto con el aura. Para él, el aura es una
correspondencia que se da entre el espectador y la obra de arte.
Según Smitch, las atmósferas son entendidas como algo que sale a tu encuentro.
Relaciona la atmósfera con experiencias cotidianas, y no tanto con una definición.
Según él, las atmósferas flotan en el aire, como si se tratase de algo etéreo, e incluso
divino, que llena el vacío entre los objetos, y los embelesa. Estamos sumergidos en
atmósferas, cada espacio posee un ambiente en concreto. Y de forma más o menos
consciente, éstas nos afectan en nuestro día a día. La atmósfera cálida de una noche
de verano. La paz de un campo en silencio, un momento de tensión, una calle repleta
de gente… Cada espacio genera una determinada atmósfera y, por consiguiente, una
determinada sensación en la persona afectada.
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