Valoración clínica de la concentración electrolítica intracelular

Abstract

CONCLUSIONES: 1. El método propuesto por LOSSE y WEHMBYER para la medición directa intracoritrocitaria de electrolitos, ha resultado en nuestras manos, un método fácil y exacto, que nos ha permitido estudios seriados en diversas enfermedades. 2. La concentración, en sujetos normales, de sodio intraoritrocitario es de 12,3 mEq/l., siendo de dispersión 1,47. 3. La concentración, en sujetos normales, de potasio intraoritrocitario es de 93 mEq/l, siendo la dispersión muy amplia. 4. En sujetos normales el cociente Na(E)/Na(I) es 11,5 – 1,84. 5. La concentración intraoritrocitaria de sodio no se modifica con la edad, en los sujetos normales. 6. En la hipertensión arterial esencial, existe un aumento en la concentración del sodio intraoritrocitario que es estadísticamente significativa (16,9 mEq/l). 7. En la que respecta al potasio intraoritrocitario, la mayor dispersión impide obtener conclusiones significativas. En nuestros enfermos, hipertensos esenciales estudiados, la concentración se mantenía dentro de límites normales. 8. El cociente Na(E)/Na(I), en los enfermos de hipertensión arterial esencial, es significativamente más bajo que en los normales (Na(E)/Na(I)=8,3). 9. En la hipertensión nofrogenica, pero sin retención uroica la concentración de sodio en el homatio, no se modifica (Na(I) = 12,2 mEq/l n=10). 10. En el cor pulmonale crónico se produce un aumento de la concentración del sodio intraoritrocitario. Hemos obtenido en estos enfermos las concentraciones más altas en nuestra experiencia. 11. La concentración de Na(I) en los enfermos de cor pulmonale crónico, va de acuerdo con la evolución clínica, de tal forma que va descendiendo hasta concentraciones normales a media que el enfermo se recupera. En aquellos enfermos en que no se consiguió una remisión clínica absolutamente satisfactoria, la concentración de sodio en el hematíe, aunque descendió, nunca alcanzó los límites considerados por nosotros como normales. 12. Estas variaciones hemos de ponerle en relación, en primer lugar con lacoidosis fundamentalmente respiratoria de estos enfermos, en segundo lugar con la anoxia y en tercer lugar con posibles alteraciones endocrinas. 13. La mejoría clínica y el descenso de la concentración intraoritrocitaria de sodio, han coincidido con la administración de corticoides. Interpretamos este hecho, a través de la mejoría de la bronconeumopatía crónica por los este roidos. 14. La concentración de potasio intracelular, en el cor pulmonale crónico, ha cursado a) inversamente a la concentración de sodio en forma llamativa en dos enfermos, b) inversamente pero en forma moderada en tres enfermos, c) independiente en el resto. 15. La concentración extracelular tanto de sodio como de potasio, no ha presentado características notables, estando sus variaciones en función de la administración de diuréticos y sales de potasio. 16. La concentración de sodio intraoritrocitaria, en los enfermos de cirrosis de hígado, se ha mantenido, en líneas generales, dentro de la normalidad. 17. La concentración de potasio intracelular, en los cirróticos se han mantenido igualmente dentro de cifras normales, si bien, en los límites inferiores de la normalidad. 18. Hemos encontrado frecuentemente concentraciones bajas de sodio plasmático, siendo interesante hacer constar, el curso clínicamente malo, de aquellos enfermos en que la hiposodamia fue más intensa y mantenida. 19. La potanomia ha sido baja en casi todos los enfermos, siendo interesante hacer constar, en los enfermos con mal curso clínico, la no recuperación a pesar del tratamiento con sales de potasio.