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Tesis Doctoral

dc.contributor.advisorMartínez Pérez, Felipees
dc.creatorCaballero Martín, Juan de Dioses
dc.date.accessioned2018-09-19T10:05:55Z
dc.date.available2018-09-19T10:05:55Z
dc.date.issued1986-10-24
dc.identifier.citationCaballero Martín, J.d.D. (1986). Hospitalidad en Écija desde el siglo XVI. (Tesis Doctoral Inédita). Universidad de Sevilla, Sevilla.
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/11441/78636
dc.description.abstractAl iniciar el Estudio de los Hospitales con la Investigación de su número, formas de actuación etc, de cuantos hubo en la Ciudad de Écija desde el Siglo XVI, tuve una sensación amarga, al comprobar verdaderamente había un vacío histórico en todo cuanto se había escrito de esta Muy Noble y Muy Leal Ciudad; al principio tenía delante de mi solo tinieblas, puntos oscuros que no encadenaban bien para comprender lo poco que encontraba entre los escritos que conocía. Recuerdo que lo primero que hice siguiendo mi intuición fue dirigirme a la Biblioteca del Rectorado, y en la parte de investigadores solo encontré una ficha que hiciera referencia a los Hospitales de Écija, esta fue de un libro del Padre Martín de Roa titulado “Écija sus Santos y su Antigüedad” y fechado en 1629. Pero este hacia solo una pequeña referencia de cuatro hospitales con sus dotes y dedicaciones. Después me fui al Archivo Municipal de Écija, en donde no había –hoy se está terminando de llevar a cabo- un verdadero clasificador de libros, legajos y pergaminos. Lo mismo me sucedió con el Archivo que hay en el Palacio de Peñaflor, donde cuando conseguí entrar con una autorización, mis desconsuelos aumentaron al coger los libros y ver como se me desmoronaban en las manos, deteriorados por la carcoma y el paso de los años, así como la mala conservación. No contento con esto, me fui al Archivo del Palacio Arzobispal y allí encontré algo más, sobre todo referente a los libros de visitas a Hospitales. Gracias a la insistencia empecé a encontrar unos cuantos libros de censos que daban cuentas de diecisiete hospitales en el Archivo Municipal; con esto y con los libros de visita y de cabildos, me puse a hacer el hilado de aquellos cabos que al principio me parecieron una labor inacabable. Poco a poco, los legajos que había cogido entre mis manos por primera vez, me parecieron más coherentes, más servibles para los intereses de investigar el porque de aquellas aperturas de Hospitales en cada manzana, donde las cofradías o hermandades dedicadas a una labor puritana, hospitalaria, comenzaron a reunir capitales, censos de casas, olivares, gallinas, etc, para el “sustento y curación” de aquellos pobres y lisiados enfermos. En aquella época –Siglo XVI- todos los gremios de artesanos, solían constituir una cofradía o hermandad a la que daban el nombre de Hospital y siempre bajo la advocación de un santo y en el que celebraban las reuniones propias de la profesión; ello nos explica que la denominación de Hospital era impuesta por el carácter religiosa que envolvía a la cofradía. Dicha denominación de Hospital no significaba que fueran puramente sanitarios, como ocurre en nuestros días, sino que todos, a pesar de sus aspectos diferenciales, se consideraban ligados a una ordenación social determinada. La proliferación hospitalaria fue debida a la mentalidad religiosa que predominaba entre sus habitantes y el miedo que sentían por algunas enfermedades como la peste y a su posible contagio –en un capítulo interior inserto una especie de certificado médico en el que en 1583, el licenciado Fernando de Santander, mandado por un diputados, aconseja que cualquier persona que haya estado en tierras apestadas, no debe entrar en tierra sana hasta pasados treinta días – a los fenómenos catastróficos, a la pobreza y a las invasiones de peregrinos que acudían para concentrarse en la ciudad o de paso para otros lugares. Conforme me adentraba en el mundo de los fundadores nobles y cofrades, comprendía que lo único que en un momento dado de sus vidas les podía llenar su espíritu y por que no decirlo, aumentar su vanagloria, era la creación de asilos u hospitales, donde de alguna manera, su hacienda sirviera para hacer bien entre tanta miseria como reinaba en aquella época; donde las propiedades de casas dentro de las Ciudades eran repartidas entre cuatro o cinco nobles, ya que cada uno contaba con varias calles en su haber. He podido comprobar como estos nobles, cofrades o hacendados de aquella época, tenían el suficiente poder como para saltarse a la torera, las órdenes dadas por Felipe III, el Rey más poderoso del mundo en aquella época, y como tardaron casi tres siglos en Écija para dejar que se fusionaran en otras, aquellas fundaciones y así perdieran su “prestigio y noble caridad” entre las gentes. Todo esto a pesar de que se veía a la reducción hospitalaria, como la única salida para que se solucionaran en parte los problemas económicos, que al final redundaban en los pobres enfermos, viejos y lisiados. En Sevilla, la reducción tardó bastante menos, pero en Écija, tal vez por estar más retirada aún del poder central, duró como he apuntado antes la total reducción a un solo Hospital –era lo que verdaderamente necesitaba esta ciudad- casi tres siglos. En este trabajo, aunque lo que se hable sobre la reducción hospitalaria y otros problemas sean muy paralelos a lo que ya hay publicado de otras ciudades, si creo que dará a luz nuevas referencias de los casi veinte hospitales y algún que otro asilo o casa de misericordia que he podido encontrar. Lo único que he encontrado escrito –y que muy amablemente me dejó- fue una tesina de Don Antonio Morales en la que solo se habla del Hospital de San Sebastián y una mención nominal de los demás hospitales. De estos alrededor de veinte hospitales habrá bastantes diferencias en cuanto a lo que he encontrado sobre ello, de unos se hablará más y de otros bastante menos al no haber encontrado gran cosa en los Archivos y al haber desaparecido estas hermandades, totalmente herméticas al exterior, tal vez porque se temía precisamente a la investigación de sus cuentas, administraciones y secretos que existían en cada una de ellas y que podían acelerar la reducción a un tiempo anterior al que fue. CONCLUSIONES Se puede decir que Écija, entra dentro de las líneas matrices que marcaban la época, en cuanto a Hospitales se refiere. Tal vez bastante completas, al haber sido una gran ciudad, y al haber estado en el paso de peregrinos y de caravanas que tomaban la dirección Madrid-Sevilla o viceversa, en la que por aquel entonces era la ruta del oro dentro de la península. Estancia pues de sujetos Ilustres, d Reyes, Príncipes y Nobles; y así mismo de todos los personajes que arrastraban consigo. Estancia también de militares en la ciudad más los que cogía de paso. Todo este arsenal de sujetos importantes en aquella sociedad, atraía a los pobres de todos los puntos inimaginables, como hemos comprobado por la estancia en los Hospitales; pero sobre todo, procedentes de la parte sur de Castilla y de toda Andalucía y Extremadura. Esto nos explica como se desarrollaban con tanta profusión las casas de caridad, llamadas hospitales. Hemos encontrado datos de más de veinte hospitales en la ciudad de Écija; de algunos de ellos no sabemos más que la existencia, comprobada por respectivos libros de censos. Pero de algunos, sabemos bastantes cosas, entre ellas la dedicación y especialización en cuanto a enfermos e refiere, y así tenemos comprobado que por ejemplo, el hospital de Santa Florentina, estaba dedicado al hospedo de pobres forasteros transeúntes; que el hospital de la caridad y niños expósitos, era para la crianza de estos niños huérfanos o abandonados de Écija y pueblos comarcanos; el hospital de Santiago de los Caballeros, era también para socorro de pobres pasajeros y peregrinos, así como de convalecientes, el Hospital de San Pedro, San Pablo y San Juan de Dios, era un hospital de convalecientes, al que le llegaban procedentes del de La Concepción o de San Sebastián; más tarde fue el Hospital Militar. El Hospital de la Concepción o de Unciones (Fundación de Sancho de Rueda) estaba dedicado a dar unciones, a cura de “bubas” o de “umores gálicos”. El Hospital de Nuestra Señora de la Asunción y San Juan Bautista, para ancianos pobres; el Hospital de San Pablo y Santo Domingo estaba destinado para cura de distintas enfermedades, y por primera vez encontramos alusión a que se acogían a mujeres “en cinta”. La Casa de Misericordia, tenía siete departamentos: el 1º, era para hombres parados (y se les daba trabajo), el 2º, era para mujeres paradas de la misma suerte. El 3º, para niños huérfanos. El 4º, para niñas huérfanas. El 5º, para hombres vagos y viciosos. El 6º, para mujeres mendigas o viciosas que no prostitutas, y el 7º, para prostitutas. Todo esto suponía albergar a unas 500 ó 600 personas y enseñarles un oficio; dándoles alimentación y a la mayoría cama. El Hospital de la Concepción (“Hospitalario”). Fundación de Juan Fernández Galindo de Rivera, estaba dedicado a todo tipo de “enfermedades de Calentura”. Y el Hospital de San Sebastián, estuvo dedicado a acoger a todo tipo de enfermos, aunque logró gran fama como Hospital para la curación de bubas. Todos estos hospitales, de los que unos fueron refundidos al final del Siglo XVI y otros a principios del Siglo XIX (en la 2ª unión o definitiva), tenían una misión mejor o peor cumplida; pero desde luego necesaria, y es más, no acierto a comprender porque los que estaban bien situados económicamente y a que nivel sanitario y administrativo funcionaban, teniendo además una cierta especialización, como se demuestra con el de unciones por ejemplo, cuyas necesidades pecuniarias eran evidentes o en los que infinidad de problemas no dejaban que la labor para la que se habían fundado se desarrollara, que se anularan; pero de otros no, y siempre existiría la pregunta ¿hubo algún interés económico, gubernativo, administrativo, eclesiástico, o porque no decirlo, de tipo real, para que se llevara a cabo la refundición total en un solo Hospital, que como he querido comprender no era del todo necesaria? Yo no he encontrado explicación alguna a esta incógnita.es
dc.formatapplication/pdfes
dc.language.isospaes
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.titleHospitalidad en Écija desde el siglo XVIes
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesises
dcterms.identifierhttps://ror.org/03yxnpp24
dc.type.versioninfo:eu-repo/semantics/publishedVersiones
dc.rights.accessrightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses
dc.contributor.affiliationUniversidad de Sevilla. Departamento de Medicinaes
idus.format.extent352 p.es

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