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Tesis Doctoral

dc.contributor.advisorAznar Reig, Antonioes
dc.creatorPeral Molina, Vicentees
dc.date.accessioned2017-02-10T11:07:36Z
dc.date.available2017-02-10T11:07:36Z
dc.date.issued1964-09-10
dc.identifier.citationPeral Molina, V. (1964). Valoración del balistocardiograma en el viejo tras las pruebas de esfuerzo.. (Tesis doctoral inédita). Universidad de Sevilla, Sevilla.
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11441/53983
dc.description.abstractCon la mayor supervivencia, el número de personas que ha rebasado los sesenta años, se incrementa a diario, lo cual hace que los clínicos se preocupen por una patología que antes o no existía o era infrecuente, y fundamentalmente entre ella interesa conocer la integridad o capacidad funcional del miocardio, que en estas edades resulta pieza clave de la economía. Sabido es que se han dedicado esfuerzos e investigaciones encaminados a conocer el comportamiento del “corazón senil” –y aparte las escasas comunicaciones anatomopatológicas al respecto, BASTAI y DOGLIOTTI encuentran en sujetos seniles, que no presentaban alteraciones patológicas especiales, y en fallecidos de forma aguda por causas ajenas al corazón, comprueban que la edad avanzada induce en el miocardio las siguientes alteraciones y modificaciones: 1º.- Leve atrofia de las fibras musculares, 2º.- Aumento en contenido de pigmentos en las fibras; 3º.- Aumento considerable del tejido elástico “elastosis”; 4º.- Invariabilidad casi completa de los tejidos colágenos y muscular. Por otra parte, AZZOLINI y BARBONI demuestran la existencia de arterioesclerosis en cuantía variables en todo el árbol ateriolar del corazón senil. Todo ello justicia el que los clínicos hablen de “labilidad cardiaca” (HIRSCH); de “equilibrio inestable del corazón” (RAREZIER); de insuficiencia cardiaca fisiológica y latente” (BURGER); de “cardiopatía arterioesclerosa asintomática” (STROUD, y LAMELAS y LENO VALENCIA); y que se hayan esforzado en traducir en datos objetivos esta supuesta deficiencia cardiaca. Así se ha utilizado el electrocardiograma con resultados poco convenientes, pues los investigadores que han tratado de estudiar el corazón del viejo a través del electrocardiograma se encuentran con multitud de incertidumbres, en cuanto a la interpretación de los hallazgos. KATZ define como anormal un electrocardiograma en el viejo, cuando tan solo presenta alteraciones mucho más marcadas y numerosas que las halladas en los sujetos jóvenes; concepto vago que nada nos dice. LEPESCHKIM atribuyó en el viejo un valor y un significado más serio a las variaciones que sufría el electrocardiograma, que a primera vista podían parecer de poca importancia. SPRAGUE encuentra una gran semejanza en los trazados electrocardiográficos de los jóvenes y viejos en condiciones normales de funcionamiento cardíaco. COHN caracteriza la imagen electrocardiográfica del corazón senil, por el aumento de duración del tiempo. PQ, QRS y bajo voltaje en todos los complejos. GALLINI y CAINI aseguran que no hay elementos específicos ni frecuentes, que puedan dar una morfología electrocardiográfica característica del corazón senil. Por otra parte se ha intentado averiguar el comportamiento del eje eléctrico y sus variaciones del corazón de acuerdo con la edad, siendo SCHLOMKA y KREUEMAN los primeros en ocuparse de este tema, diciendo encontrar una elevada incidencia de predominio y sobrecargas sistólicas izquierdas, así como de desviaciones axiales izquierdas, WEISS en 371 observaciones de sujetos sanos, entre los 10 y 90 años de edad, encuentran una relación bastante significativa entre la desviación del eje eléctrico y la edad del sujeto. DAGNINI en asilos de ancianos demuestra la elevada frecuencia del predominio ventricular izquierdo en todos ellos. MORPURGO y MEZZASALMA en 4.401 trazados electrocardiográficos no seleccionados en sujetos superiores a los setenta años, comparados con igual número de sujetos de edades comprendidas entre los 20 y 40 años, no seleccionados tampoco, concluyen que la frecuencia de desviaciones axiales izquierdas es más elevada en los sujetos ancianos, que además presentaban hipertrofia con sobrecarga ventricular izquierda. Como muy bien dice LA FAUCI; las alteraciones arterioescleróticas existentes en los sujetos de edad, inducen a modificaciones en la apertura de las sigmoideas aórticas y a un aumento de la tensión en el circulo mayor, constituyendo ello factores no indiferentes en el determinismo de la rotación del eje eléctrico del corazón a la izquierda, a lo que hay que añadir el esfuerzo funcional a que está sometido el corazón en el estado hipertensivo arterioesclerósico que conllevaría a la aparición de sobrecarga ventricular izquierda, que él encuentra en el 61,66% de los electrocardiogramas de personas ancianas; y si bien no hay que verlo como signo característico del corazón senil, si hay que considerarlo como un dato interesante. De ahí que en nuestra clínica (Cátedra de Patología Médica del Profesor Aznar), haciéndonos eco del interés general por el corazón senil y preocupados por la forma de poder evidenciarlo y dominando la técnica de la balistocardiografía, se realizó por uno de los colaboradores, LORENZO RODRIGUEZ, el registro balistocardiográfico de sujetos seniles. Otro hecho que nos movía a estas investigaciones era la escasez de trabajos al respecto, y en general el desconocimiento y manejo de la balistocardiografía; a la cual consideramos inmerecidamente preterida, de un lado por la resistencia natural del práctico a incorporarse nuevas técnicas de exploración y de otra por la dificultad y escasa difusión de la interpretación de las curvas. Esto ha sido debido quizás, a la escasez de aparatos y además a que todavía la interpretación de las curvas parece confusa. Ahora bien, si a semejanza de la electrocardiografía se consigue la misma amplia difusión (existen millones y millones de aparatos de electrocardiografía) se conseguirá una información valiosa y distinta a aquella, y que será el resultado del aporte de muchos al acervo común; a semejanza de lo que ha pasado con la electrocardiografía, recordemos que hasta una decena de años o menos, y a pesar de utilizarse ampliamente no se han conocido las bases para la interpretación del e.c.g. y las que poseemos son hipotéticas y especulativas, susceptibles de revisión y de modificaciones. Si nos basamos en los datos obtenidos por LORENZO RODRIGUEZ que encontraba al comparar los resultados obtenidos con el registro simultáneo del b.c.g. y del e.c.g., que tan sólo el 29% de los balistocardiogramas anormales presentaban alteraciones del electrocardiograma (considerados con el más amplio criterio), y deducía que el b.c.g. resulta más expresivo y útil en la cardiopatía senil, porque estadísticamente nos advierte con mayor frecuencia de las anomalías cardiocirculatorias. Estos hechos no han de extrañar, ni intentan desplaza en estas circunstancias la electrocardiografía por la balistocardiografía, ya que ambos medios de exploración son completamente distintos y registran circunstancias biológicas diferentes; pues si el e.c.g. traduce los movimientos de iones a través de las membranas, que se traducen en una diferencia de potencial, el b.c.g. no nos informa de aquellas circunstancias sino de la cuantía o capacidad contráctil de la fibra cardiaca. El e.c.g. nos traduce las modificaciones eléctricas que tienen lugar en la despolarización y repolarización de la membrana; en tanto que, el b.c.g. nos informa de la hemodinámica cardiocirculatoria. Como complemento de aquella Tesis Doctoral se planteó ésta, cuya hipótesis de trabajo fue la de si se podía sensibilizar aquella, y por tanto incrementar la expresividad del b.c.g., al obligar a las fibras miocárdicas a realizar un esfuerzo; o sea, averiguar su comportamiento funcional ante el esfuerzo. A tal fin seleccionamos una serie de sujetos, en número de 41, cuyas edades estaban comprendidas entre 60 y 91 años y los sometimos a una prueba standarizada, como es el “test two-stop exercise” de Master.es
dc.formatapplication/pdfes
dc.language.isospaes
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.titleValoración del balistocardiograma en el viejo tras las pruebas de esfuerzo.es
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesises
dcterms.identifierhttps://ror.org/03yxnpp24
dc.type.versioninfo:eu-repo/semantics/publishedVersiones
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses
dc.contributor.affiliationUniversidad de Sevilla. Departamento de Medicinaes
idus.format.extent242 p.es

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