2014-11-272014-11-2720112173-1616https://ojs.publius.us.es/ojs/index.php/ppa/article/download/162/160http://hdl.handle.net/11441/14817Descartes dijo que existe unidad entre las obras de la naturaleza y las obras del espíritu humano. Sin embargo la destrucción de paisaje, al menos en nuestro país, sigue siendo directamente proporcional a la construcción de ciudad. Y la ciudad sigue creciendo haciendo tabula rasa de lo que antes existía hasta llegar a los límites, o bien físicos, el mar la montañas, etc., o bien, establecidos jurídicamente, limites de espacios de protección. Como si ya hubiéramos definitivamente desechado la posibilidad de que en nuestras ciudades naturaleza y artificio puedan convivir. Actualmente nos encontramos en un punto aún peor para corregir esto que cuando Le Corbusier publicó en el año 1946 en París, en l´Architecture d´Aujourd´hui, su Manière de penser l`urbanisme, de la cual se ha publicado ya la sexta edición en castellano con el título de Cómo concebir el urbanismo de Ediciones Infinito, Buenos Aires.application/pdfspaAtribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Españahttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/Le Corbusierurbanismociudad abiertaLe Corbusier: Cómo concebir el urbanismoinfo:eu-repo/semantics/articleinfo:eu-repo/semantics/openAccess