Resumen | El síndrome del ojo seco (SOS) es provocado por una producción insuficiente o una mala
calidad de las lágrimas, afectando a un gran porcentaje de población (5-50% según el criterio
diagnostico utilizado). Esta alteración ...
El síndrome del ojo seco (SOS) es provocado por una producción insuficiente o una mala
calidad de las lágrimas, afectando a un gran porcentaje de población (5-50% según el criterio
diagnostico utilizado). Esta alteración puede darse en patologías como el síndrome de Sjögren
o la disfunción de las glándulas de Meibomio, aunque también por el estilo de vida actual
(nuevas tecnologías, contaminación ambiental). El porcentaje va aumentando, afectando,
mayormente, a mayores de 50 años, aunque cada vez aparece antes, pudiendo provocar
limitaciones físicas y visuales. Por ello, es fundamental su detección precoz, diagnóstico y un
tratamiento adecuado. Entre los tratamientos, los sustitutos suelen ser la primera elección. El
objetivo del estudio es analizar y actualizar el tratamiento sustitutivo lagrimal para paliar el
SOS mediante una revisión bibliográfica.
Las lágrimas artificiales deben cumplir unos requisitos en cuanto a esterilidad, osmolaridad,
pH, tensión superficial y viscosidad. Sin olvidar sus funciones: la humectación, lubricación,
hidratación y adhesión a la superficie ocular. Existen diferentes tipos de sustitutos; soluciones
salinas, monosacáridos, disacáridos, polisacáridos, polímeros sintéticos, lágrimas con
componente lipídico, osmoprotectores y conservantes. Las formulaciones multidosis requieren
conservantes, que pueden provocan toxicidad. La tendencia actual es evitarlos con sistemas
filtrantes o monodosis.
Concluyéndose que los sustitutos lagrimales deben ser estériles y no tóxicos, deben lubricar y
humectar la superficie ocular, contener un nivel de viscosidad medio para no afectar a la visión
y el mayor tiempo de permanencia posible. El ácido hialurónico (HA) es uno de los
componentes más reconocidos y utilizados por la mayoría de los pacientes con SOS. Si la
trehalosa se combina con HA dará lugar a propiedades hidratantes y antioxidantes.
El sustituto pionero fue el suero fisiológico, seguido de espesantes que causaban visión
borrosa, y para contrarrestarla se usó alcohol polivinílico. Los polímeros constan de gran
tiempo de acción.
El óptico-optometrista debe conocer esta patología, su diagnóstico, las opciones terapéuticas y
sus efectos, derivando al especialista cuando sea necesario.
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