Estudio de los productos sanitarios en cirugía laparoscópica

Abstract

La cirugía laparoscópica es una técnica denominada cirugía mínimamente invasiva, a través de la cual se realizan pequeñas incisiones. Para ello, introducimos mediante un puerto, distintos trócares, cuya función es permitir el acceso a la cavidad abdominal, y con la ayuda de éstos insertamos distintos instrumentales específicos. Para poder realizar correctamente esta práctica se necesita la introducción de un gas medicinal, normalmente, dióxido de carbono (CO2) para distender el abdomen y formar así el neumoperitoneo, ocasionando de este modo un agrandamiento de la pared abdominal. Mediante la utilización de un laparoscopio y con la ayuda del trócar, podemos visualizar el interior abdominal mediante el empleo de monitores donde podremos llevar a cabo toda la visualización de la operación. Este procedimiento requiere un equipo de cirujanos especializados en la técnica. Gracias a las numerosas ventajas que proporciona esta técnica, se ha podido emplear en muchos procedimientos quirúrgicos, siendo la más usada la colecistectomía donde se lleva a cabo la extirpación de la vesícula. También son numerosas las cirugías ginecológicas, extirpación del apéndice (apendicectomía), etc. Al realizarse a través de pequeñas incisiones permiten una recuperación más rápida del paciente, menor probabilidad de infecciones y menor dolor postoperatorio. Sin embargo, tenemos que tener especial cuidado con ciertos pacientes cuando usamos esta cirugía, siendo estos: pacientes con patologías previas (obesidad, diabetes, hipertensión arterial o enfermedad pulmonar obstructiva crónica), mujeres embarazadas, pacientes que presenten alto riesgo de trombosis y pacientes con abdomen previamente operado.