La evaluación de las asignaturas gráficas en el ABP

Abstract

La metodología docente que se ha dado en llamar Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), consistente esencialmente en proponer la resolución de problemas como punto de partida para la adquisición de nuevos conocimientos, lleva aparejada una novedosa y profunda revisión de las técnicas tradicionales de evaluación, lo que se traduce, a priori, en una sustancial mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje encuadrado en la educación superior universitaria, con ello, no sólo se favorece el aprendizaje activo del estudiante, sino que se le ¿enseña a aprender¿, se consigue la integración entre teoría y práctica y se fomenta el trabajo en equipo. De esta forma, el profesor -que pasa a ser esencialmente tutor, facilitador o guía- utiliza la evaluación como un instrumento más de dicho proceso.

Así, la nueva propuesta de evaluación pasa a contemplar, entre otros, no sólo la asimilación de contenidos, sino aspectos transversales tales como las interacciones personales y el funcionamiento general de cada grupo de trabajo. Por otro lado, un aspecto especialmente novedoso es la participación activa del alumno en la evaluación, la cual, además de la tradicional centrada en el propio proceso de trabajo y en el resultado, se diversifica y amplía en otras modalidades de carácter complementario como la autoevaluación, la evaluación por pares (co-evaluación) e incluso la evaluación al tutor. Todas ellas realizadas con la finalidad última de proporcionar retroalimentación o ¿feed-back¿ al alumno y brindarle oportunidades de mejora de las deficiencias detectadas a lo largo del desarrollo del ejercicio.

Desde este punto de vista y dado que el ABP, a diferencia de la enseñanza convencional, fomenta no sólo el aprendizaje activo sino sobre todo el auto-aprendizaje o aprendizaje auto-dirigido, esta diversidad de propósitos trae como consecuencia una multiplicidad de técnicas de evaluación, lo que hace que al examen práctico se le sumen otras muchas variantes como las listas de control, las escalas de estimación, las hojas de incidentes críticos, la elaboración de mapas conceptuales, las presentaciones orales, los diarios, los portafolios o la utilización de rúbricas o matrices de valoración, entre otras. En consecuencia, la tutoría adquiere más importancia que nunca como componente esencial en el proceso de enseñanza-aprendizaje, componente que resulta crucial en el desarrollo del método, ya que el ABP se articula mediante tutorías o consultas en las que se van resolviendo las dificultades encontradas en el transcurso de la realización de la tarea, lo que permite ir abriendo líneas de trabajo que requieren de unos tiempos para discutir la información recogida o seleccionada.

The teaching methodology has been called Problem Based Learning (PBL), consisting essentially proposing problem solving as a starting point for the acquisition of new knowledge, it entails a new and thorough review of traditional assessment techniques, which translates, a priori, in a substantial improvement of the teaching-learning process framed in university education, thus not only active student learning is favored, but le teaches aprender¿ is achieved the integration of theory and practice and teamwork is encouraged. Thus, the teacher which essentially becomes tutor, facilitator or guide-use evaluation as an instrument of that process.

Thus, the new evaluation proposal passes include, among others, not only the assimilation of content, but cross-cutting issues such as personal interactions and the overall functioning of each working group. On the other hand, a particularly novel aspect is the active participation of students in the assessment, which, in addition to the traditional focus on the work process and outcome, diversifies and expands into other forms of complementary and self-assessment , peer review (co-evaluation) and even evaluating the tutor. All they made with the ultimate aim of providing feedback o feed-back¿ students and provide opportunities to improve the deficiencies identified during the development of the exercise.

From this point of view and because the ABP, unlike formal education, promotes not only active learning but above all self-learning or self-directed learning, this diversity of purposes results in a multiplicity of evaluation techniques , which makes the practical exam will join many other variants such as checklists, scales estimation, the leaves of critical incidents, concept mapping, oral presentations, journals, portfolios or the use of headings or rubrics, among others. Consequently, tutoring becomes more important than ever as an essential component in the teaching-learning component is crucial in developing the method, since the ABP is articulated through tutorials or consultations that are solved the difficulties encountered in the course of performing the task, allowing whet lines of work that require some time to discuss the information collected or selected.