dc.description.abstract | Introducción:
El ictus es una enfermedad tiempo dependiente que supone un problema de salud grave, con gran
impacto sociosanitario. En Andalucía se ha calculado de 220 pacientes por cada 100.000 habitantesaño,
lo que sumaría unos 20 000 ictus al año . Se trata de la primera causa de muerte en España en
mujeres y la segunda en hombres, así como la primera causa de discapacidad física. Además, se prevé
un aumento de incidencia en los últimos años.
Dada la dispersión geográfica de Andalucía, el 30% de la población estaría a más de media hora de un
centro donde pudieran aplicar tratamiento si fuera necesario, y de ellos, un 25% estaría a más de una
hora. En este contexto, surge la necesidad de desarrollar sistemas que permitan una atención rápida y
especializada a los pacientes con ictus de toda la región, por lo que se diseña el Centro Andaluz de
Teleictus (CATI) con la hipótesis de que su implantación homogeneizaría las indicaciones de
tratamiento, aportando equidad y aumentando las tasas de tratamiento en zonas rurales.
Objetivos:
Los objetivos del estudio incluyeron la evaluación de la implantación de sistemas de teleictus a nivel
nacional, el análisis de la accesibilidad de la población andaluza a centros con capacidad de atención al
ictus agudo por un neurólogo vascular especializado antes y después de la implementación del CATI, la
demostración de la utilidad de una red regional de telemedicina para actuar sobre inequidades en la
atención, y la exploración de la capacidad del CATI para monitorizar y mejorar de forma continua y
aportar soluciones efectivas ante problemas detectados.
Material y Método:
Tras un análisis de los recursos disponibles y la distancia de la población a estos recursos, se decidió
implantar el sistema de teleictus en hospitales comarcales y de alta resolución seleccionados .
El CATI es una red que conecta neurólogos vasculares expertos con hospitales remotos mediante
telemedicina. El flujo de trabajo implica que un paciente que llega a un hospital remoto es evaluado por
videoconferencia por un neurólogo vascular, quien, mediante videoconferencia y acceso a imágenes
médicas, decide el mejor tratamiento para el paciente. Con la implementación del CATI, Andalucía pasó
de tener 10 hospitales útiles para la valoración del ictus agudo a 40, cubriendo a 3 millones de
habitantes.
El CATI ha evolucionado con la incorporación de nuevos hospitales, actualización tecnológica, y
protocolos unificados.
Resultados:
Los resultados de esta investigación evidencian la eficacia y relevancia del CATI en la atención del ictus
en Andalucía. El análisis de sistemas de teleictus a nivel nacional permitió optimizar el CATI. La
implementación del CATI mejoró significativamente la accesibilidad a atención especializada,
permitiendo que el 99.9% de la población se encuentre a menos de una hora de un centro con
capacidad para evaluación por un neurólogo vascular. Gracias a estos cambios, el CATI atiende a más
de 1500 pacientes anualmente con tasas de reperfusión cercanas al 30%. Además, el CATI ha
evidenciado y abordado disparidades referentes al género en la atención de pacientes con ictus,
contribuyendo significativamente a reducir la inequidad en la atención urgente a estos pacientes. Por
último, El CATI ha demostrado una notable capacidad para monitorizar, identificar y responder con
rapidez a situaciones de emergencia, como los desafíos presentados durante la pandemia COVID-19,
garantizando una atención dinámica y eficiente.
Conclusiones:
La implementación del CATI ha transformado la atención al ictus en Andalucía, ampliando de manera
significativa el acceso a servicios especializados y promoviendo la adopción de protocolos y la atención
subespecializada mediante nuevas tecnologías. Los resultados de este trabajo pueden servir como
referencia para optimizar otros sistemas de teleictus y para establecer redes similares en otras regiones. | es |